Empatía sanitaria
Todos los médicos sabemos que la fase 0 de cualquier consulta médica se basa en ponerse en el lugar del enfermo. Si no llegas a saber lo que siente el paciente te es imposible acertar en el diagnóstico y dar el tratamiento más adecuado. No obstante, también sabemos que un exceso de empatía rompe la distancia terapéutica mínima para poder ser objetivo y llegar a un resultado satisfactorio para el enfermo. De manera que nuestro quehacer se mueve entre estos dos polos aparentemente antagónicos.
Existen profesionales sanitarios más empáticos que otros. Así, la enfermería, los auxiliares de clínica, ... más cercanos al enfermo son capaces de escuchar y comprender si cabe muchas veces más que los mismos médicos. Y entre estos, los que nos encontramos en el primer nivel por nuestra proximidad y visión longitudinal, al conocer gran cantidad de aspectos vitales del paciente, comprendemos, o deberíamos comprender, más los sentimientos, y emociones etc, de estos; pues una cosa es atender un proceso puntual (especialista) y otra distinta es seguir al paciente en su medio social, familiar.. y durante el transcurso de su vida (medicina familiar).
Tal vez por ello uno espera que estando la administración sanitaria compuesta por sanitarios, que por lo general ha sido formados o han trabajado en la atención directa al enfermo, parte de estas cualidades se trasmitan a sus decisiones. Así uno espera que la administración sanitaria fuera más cercana al paciente, más comprensiva de sus sufrimientos, y le facilitara por tanto una atención lo más accesible y digna.
Una atención digna, preocupándose, por ejemplo, por evitar trámites administrativos superfuos que les hacen perder un tiempo precioso pero a la vez inútil (volantes sin sentido en claras segundas visitas al especialista, por ejemplo), o dar un tiempo digno a sus médicos de familia (aún hoy las agendas se crean en tramos de 7.5 minutos), evitando el agobio asistencial y la espera, o reduciendo las listas de espera de los especialistas controlando eficazmente las primeras visitas...
No cabe duda, no obstante, que la administración sanitaria, cual médico de cabecera, se debate entre entender y poder. Entre ponerse en la piel de los pacientes y de sus trabajadores y en cumplir unos objetivos no del todo realistas y muchas veces poco racionales. No obstante, uno espera, con todo, que se imponga la empatía por encima de la rutina y la rigidez de estructuras, presupuestos y objetivos políticos
Uno esperaría que la administración escuchara a sus trabajadores y les consultara y tuviera en cuenta su opinión en aspectos en los que ellos son los únicos expertos.
Nuestra administración sanitaria en este momento es proveniente íntegramente del primer nivel y uno quizás por lo expresado, esperaría ver sensibilidades que hasta ahora no se habían percibido; no obstante, el mal de las alturas afecta a todos sin distinción de su origen, y además la realidad al parecer debe ser rígida y difícil.
Que el regalo de una nueva Unidad Básica de Es Castell, largamente demandada, haya creado tanta indiferencia en los mismos sanitarios de este municipio (ninguno de ellos fue a la inauguración), es un síntoma claro de falta de empatía de la administración y de los políticos con sus trabajadores. No se contó con ellos para su creación. Ni en su ubicación, ni en su diseño, ni en su estructura, organización, necesidades ... se pidió la opinión de sus integrantes.
Diario insular MENORCA. 2008 (21175). 20 Noviembre: 20
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