domingo, 27 de marzo de 2022

Las estatinas reducen el riesgo de parkinsonismo

Las estatinas reducen el riesgo de parkinsonismo

Dos temas en los que habitualmente nos fijamos cuando repasamos lo publicado, son el de las estatinas y de la enfermedad de Parkinson (EP). Ambos por razones distintas me motivan a su seguimiento. Motivos distintos y la vez comunes en el sentido que  siendo las estatinas una familia farmacológica inicialmente polémica y el otro, la EP una enfermedad neurológica inicialmente desconocida, vamos observando cómo en un caso o tienen efectos beneficiosos distintos de los primariamente indicadas (estatinas) o, en el segundo, siendo una enfermedad inequívocamente del área neurológica sus relaciones con aspectos generales del cuerpo no dejan de sorprendernos. En este sentido, hemos visto como la EP se relaciona con la microbiota, con ciertos alimentos, con ejercicio físico…y en este comentario que hacemos con la ingestión de una cierta familia de hipolipemiantes, las estatinas.

Hay que decir que el estudio que comentamos, publicado hace escasos días en Neurology (2022 Mar 23) se refiere a pacientes con parkinsonismo, no propiamente EP, que sería una de sus causas. Los pacientes fueron diagnosticados de esta afección si en el control anual de los mismos se les diagnoticaba o empeoraban dos o más signos de parkinsonismo, fueran, temblor, rigidez, o marcha parkinsoniana (pasos pequeños arrastrando los pies con lentitud de movimientos, bradicinesia con dificultad de mover el cuerpo rápidamente cuando se le ordena).

Tras el fallecimiento de los pacientes se hizo la necropsia determinando si existía arteriosclerosis del circuito de Willis.
A 2841 individuos se siguió durante 6 años, teniendo  una edad media al inicio del estudio de 76,3 (desviación estándar –DE- 7,4) años y siendo el 75% mujeres. Durante este tiempo 1.432 (50%) de los participantes desarrollaron parkinsonismo.

Los 936 individuos que utilizaban estatinas (33%) al inicio tuvieron un menor riesgo de parkinsonismo tras controlar factores confusores demográficos, factores de riesgo cardiovascular (FRCV), hábito tabáquico, diabetes y otras enfermedades, siendo la tasa de riesgo aleatoria en forma de hazard ratio (HR) de 0,84 (IC 95%  0,74-0,96 p=0,008).

Entre los fallecidos en dicho período de tiempo (1044, edad media 89,2 –DE 6,7- años), la utilización previa de estatinas se asoció con una menor probabilidad de arteriosclerosis  odds ratio (OR) 0,63, (IC 95% 0,50-0,79, p inferior a 0,001).
Utilizando un análisis de mediación, fuera directo OR 0,73 (IC 95% 0,54-0,93, p 0,008) como indirecto OR 0,92 (IC 95% 0,88-0,97, p 0,002) y a través de una arteriosclerosis menos grave se relacionó a las estatinas con el parkinsonismo, dando a entender que la arteriosclerosis sería responsable de al menos el 17% de la asociación entre las estatinas y esta complicación neurológica. 

Concluyen que las estatinas reducen el riesgo de presentar parkinsonismo hasta un 16% algo que está parcialmente mediado por la menor probabilidad de presentar arteriosclerosis en el cerebro.

El papel de la arteriosclerosis en esta disfunción neurológica queda claro con este trabajo al tiempo que refuerzan el papel de las estatinas en estas edades.
Con todo, este es un tema que aún dará que hablar pues como se puede ver en este blog existen datos discordantes (Huang X et al, 2015)

Shahram Oveisgharan, Lei Yu, Lisa L Barnes, Sonal Agrawal, Julie A Schneider, David A Bennett, Aron S Buchman- Association of Statins With Cerebral Atherosclerosis and Incident Parkinsonism in Older Adults. Neurology . 2022 Mar 23;10.1212/WNL.0000000000200182. doi: 10.1212/WNL.0000000000200182.   

Huang X, Alonso A, Guo X, Umbach DM, Lichtenstein ML, Ballantyne CM, Mailman RB, Mosley TH, Chen H. Statins, plasma cholesterol, and risk of Parkinson's disease: A prospective study. Mov Disord. 2015 Jan 14. doi: 10.1002/mds.26152. [Epub ahead of print].

Xiang Gao, MD, PhD; Kelly C. Simon, ScD; Michael A. Schwarzschild, MD, PhD; Alberto Ascherio, MD, DrPH. Prospective Study of Statin Use and Risk of Parkinson Disease. Arch Neurol. 2012;69(3):380-384.


sábado, 26 de marzo de 2022

La buena suerte, de Rosa Montero

La buena suerte, de Rosa Montero

Aunque soy, he sido un asiduo de esta autora, hacía años que no leía nada de ella, y tal vez fuera por esto, que los ojos se  me fueran detrás de un libro de bolsillo de esta en una librería del aeropuerto de Madrid. Lo hice, lo compré, como es habitual cuando viajo, para tener a mano un libro que se de antemano que será entretenido y del que a buen seguro disfrutaré.

Rosa Montero es garantía de esto y realmente así fue, contenido y forma. Un argumento interesante, bien documentado, con descripciones que te hacen introducirte en el ambiente,  en los personajes..,  aunque, desde mi punto de vista tiene un final rápido, y a mi entender abierto que hubiera podido extenderse, redondearse..

Un estilo que combina la maestría del lenguaje de esta gran autora con el detalle de las descripciones, de los sentimientos, del argumento.. y una narrativa cautivadora que te hace mantener la atención hasta el final.

Recomendable, 

Debolsillo 2022



El pacto ortografico “que en ens hem donat entre tots”

El pacto ortografico “que en ens hem donat entre tots” *

Primero quiero agradecer al Es Diari que nos permita expresarnos en nuestra lengua, reinvindicando nuestro artículo salado y nuestra variedad lingüística; y segundo, agradecer al Sr Juan José Gomila (Es Diari 08-03-2022) que nos haga un recuerdo en sus interesantes artículos “no és lo mateix” sobre todas aquellas expresiones y palabras o que se han abandonado o han quedado en deshuso tras estos más de treinta años de imposición catalanista, y que se le permita hacerlo en nuestra lengua. 

Y es que  aún siendo  la Ley 3/1986, de 29 de abril, de Normalización Lingüística en las Islas Baleares una mala ley, que destruye el balear y sus modalidades y  que creo debería ser derogada o cambiada (algo que espero ansiosamente en algún vaivén político), sorprendentemente, aún así,  ha sido sistemáticamente incumplida, bordeando en mi opinión las sucesivas administraciones la prevaricación continuada, pues según señala la misma «las modalidades insulares de la lengua catalana serán objeto de estudio y protección, sin perjuicio de la unidad del idioma” (sic)  (articulo 10-21), algo que no han hecho, más bien al contrario.

martes, 22 de marzo de 2022

El ejercicio físico en la enfermedad de Parkinson

El ejercicio físico en la enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Párkinson (EP) es una enfermedad neurológica degenerativa que cursa con temblores, rigidez, lentitud en los movimientos y alteraciones del equilibrio. De la EP que hemos hablado en diversas ocasiones dejando  la idea de que es una enfermedad sobre la que podemos actuar, que podríamos al menos retrasarla y que de padecerla existirían actuaciones en el comportamiento de la persona que lo padece con la que se podrían mejorar ciertos aspectos e incluso ralentizar su evolución. 

Hoy hablamos, una vez más, del ejercicio físico, algo que se ha sugerido en diversas ocasiones tras pequeños estudios presentados a Congresos científicos; como en el  American Academy of Neurology 64th Annual Meeting que leí hace tiempo. En éste, refiriéndose a estos pacientes en los que se evaluaban la influencia de ejercicios de fuerza con pesos en la evolución de la enfermedad, mostró en 48 personas (de 59 años de  media) que éstos en comparación a otros pacientes con ejerci cios  más equilibrados (flexibilidad, fuerza…) durante una hora dos veces a la semana durante 6 meses y un seguimiento de 24  meses producía una mejoría en el test utilizado, este caso el Unified Parkinson's Disease Rating Scale   (UPDRS-III) en los dos grupos, pero más acusado en el de resistencia. La idea que quedó es que los ejercicios de resistencia generan cambios a nivel neuromuscular en mayor cuantía que otros ejercicios. 

Sin embargo, otro estudio de Li F et al, posterior, que leí hace tiempo,  evaluando ejercicios de “tai chi” en 195 pacientes aleatorizados en diversos grupos, unos practicando el tai chi, otros ejercicios de resistencia y un último grupo de estiramientos y durante 24 semanas, mostró como tai chi, obtenía mejores resultados que los otros dos grupos, reduciendo a su vez el riesgo de caídas; unos efectos que se mantuvieron hasta 3 meses de haber finalizado el estudio. 

Lo que dejan claro estos estudios es que el ejercicio físico, cualquiera de ellos, es bueno para este tipo de pacientes; faltaría saber cuál sería la repercusión a más largo plazo. Y es en este sentido que traemos aquí  el  Parkinson's Progression Markers Initiative, un estudio publicado este mes en Neurology por Kazuto Tsukita et al y que valora los efectos del ejercicio físico regular y la actividad habitual en la evolución de la EP.

Según este análisis sobre la actividad física regular de 237 pacientes seguidos (edad media 63 años, 69,2% varones) durante 5 años de media y emparejados según características, el tipo de ejercicio, sea moderado o importante en el momento del inicio y evaluados mediante un cuestionario el  Physical Activity Scale for the Elderly ajustado por edad, sexo… mostró como a éstos el ejercicio, la actividad diaria les afectaba de una manera significativa en su progresión clínica, pero solo a partir del inicio del estudio (no antes); así los niveles regulares mantenidos en el tiempo de actividad física estuvieron asociados significativamente con un  enlentecimiento en el declinar de la sintomatología neurológica. 

Los niveles de ejercicio de moderado a intenso se asociaron con una reducción en el empeoramiento de la estabilidad postural y de la marcha, al tiempo que  los niveles relacionados con la actividad en el  trabajo se asociaron con un deterioro menor en la velocidad de procesamiento mental.

Acaban concluyendo que el mantenimiento regular de unos niveles de actividad física y hábitos de ejercicio físico altos (al menos 4 horas de ejercicio a la semana durante 5 años), fuera caminar, bailar, trabajos mecánicos, actividad doméstica, jardinería,... o sea, mantenerse activos, estaría asociado de una manera importante con la mejoría del devenir clínico, fuera el mantenimiento del equilibrio, la mejoría de la marcha, del pensamiento, del cálculo..  del paciente con EP,  si bien es cierto que cada tipo de ejercicio físico tuvo un efecto distinto. 

Mateu Seguí Díaz
Médico de Familia

Seguí Díaz M. El ejercicio físico en la enfermedad de Parkinson. Es Diari MENORCA.  04-02-2022:32  https://www.menorca.info/

Kazuto Tsukita, Haruhi Sakamaki-Tsukita, Ryosuke Takahashi. Long-term Effect of Regular Physical Activity and Exercise Habits in Patients With Early Parkinson Disease. Neurology . 2022 Jan 12;10.1212/WNL.0000000000013218. doi: 10.1212/WNL.0000000000013218. Online ahead of print.

Li F, Harmer P, Fitzgerald K, Eckstrom E, Stock R, Galver J, Maddalozzo G, Batya SS. Tai chi and postural stability in patients with Parkinson's disease. N Engl J Med. 2012 Feb 9;366(6):511-9. 

Resistance Training Reduces Signs of Parkinson'

miércoles, 16 de marzo de 2022

Las estatinas reducen el crecimiento de las células cancerosas

Las estatinas reducen el crecimiento de las células cancerosas

Cuando se comercializaron las estatinas se lanzó la idea que por su mecanismo de acción, inhibición  de la HMG-CoA reductasa, al margen de afectar a la síntesis del colesterol,  podría tener  influencia en el crecimiento celular, en la génesis y evolución de los procesos neoplásicos. 

El tiempo ha pasado y no se ha vuelto a hablar de ello, al menos en la prensa médica general, ni a favor (prevención) ni como efecto adverso, como si lo hicieron moléculas como las glitazonas, los análogos de las insulinas…en el paciente con diabetes (DM).

Hoy, traemos aquí, sin embargo, una carta clínica muy bien fundamentada de investigadores sobre estas moléculas y sobre esta cuestión y que lo aborda, desde varios ángulos, desde el etiológico al epidemiológico, lo que nos genera una gran confianza.

Este equipo (Bjoern-O Gohlke et al) ya descubrió como una estatina, la lovastatina era capaz de influir en el crecimiento del cáncer colorectal (CCR) y en la posibilidad de reducir las metástasis al inhibir la transcripción del gen promotor de tumores  MACC1 (metastasis-associated in colon cancer). Un gen que funcionaría como un biomarcador predictivo del crecimiento de hasta 20 diferentes tipos de tumores sólidos. 

Este gen sería inhibido por otras estatinas incluso con  las más nuevas como la fluvastatina.
Los efectos inhibitorios de las estatinas también serían efectivos en las células de cáncer gástrico y de páncreas, sin embargo, faltaba conocer si este comportamiento in vitro y  en modelos animales (ratones) se corresponde en los humanos en el mundo real. 

El estudio que comentamos publicado recientemente en Clinical and Translational Medicine plantea evaluar retrospectivamente  la asociación entre la utilización de estatinas y la prevalencia de diversos cánceres entre pacientes diagnosticados, en dos centros, uno en EEUU (University Virginia, VA) y Alemania ( Charité Universitäts medizin Berlin) en forma de estudio de cohortes caso-control anidados de todos los pacientes que tomaban estatinas  frente a grupo control sin estas.

Se identificaron a 308.990 pacientes entre el 2008 y el 2018, de los que al final 277.980 fueron incluidos en el estudio; de éstos 71% tomaban atorvastatina, 19% simvastatina, el resto con porcentajes mucho menores, pravastatina 5%, fluvastatina 2%, rosuvastatina 2%, y lovastatina un 1%.

Según éste análisis la ingesta de estatinas se relacionó significativamente con una reducción de la incidencia de cáncer, siendo las tasas aleatorias de riesgo en forma de odds ratio (OR) de 0,74 (IC 95%, 0,70-0,74). En cuanto a aquellos diagnosticados, los que ingerían estatinas también tuvieron mayor probabilidad de supervivencia frente a aquellos que no las tomaban, siendo la tasa aleatoria de riesgo según un modelo Cox aleatorio proporcional en forma de hazard ratio (HR) de 0,64 (IC 95% 0,48-0,86). 

En la atorvastatina, la más utilizada, no hubo diferencia entre las bajas dosis (10-20 mg)  HR, 0,80; IC 95% 0,59–1,09)  frente a altas dosis (80 mg) HR, 0,72 (IC 95% 0,51–1,02). 

Según el efecto preventivo del cáncer según el tipo de estatinas, la atorvastatina tuvo un OR de  0,41 (IC 95% 0,38–0,43), la fluvastatina OR 0,70 (IC 95% 0,57–0,85), pravastatina OR 0,63 (IC 95% 0,56–0,71),  rosuvastatina OR 0,43 (IC 95% 0,36–0,51), en simvastatina, sin embargo, su efecto fue muy moderado OR 0,9 (IC 95% 0,87–0,94). La lovastatina no fue evaluada al ser pocos pacientes (amplios intervalos de confianza)

En cuanto a los pacientes con cáncer, se hizo un emparejamiento por puntuación por propensión con los que controlar los factores confusores, sea edad, sexo, fármacos concomitantes; según esto las estatinas en el mundo real estarían asociadas con unos efectos preventivos de cáncer que llegarían a reducciones superiores al 50%, que en ciertos cánceres como el de hígado sería del OR 0,35 (IC 95% 0,29–0,43) y en el CCR OR 0,44 (IC 95% 0,39–0,50)  y en neoplasias secundarias del orden de OR 0,42 (IC 95% 0,30–0,45).

En este sentido utilizando una plataforma con la que estudiar una gran cohorte internacional de datos médicos anonimatizados el “clinical research platform (TriNetX)” en 132.072 pacientes con cáncer  se encontró un efecto quimiopreventivo de las estatinas en cuanto a su extensión y metástasis, siendo del OR 0,3 (IC 95% 0,28–0,32) en la atorvastatina  y del  OR 0, 63 (IC 95% 0,61–0,66) en la simvastatina.

Concluyen que existen fuertes evidencias en la vida real sobre el efecto preventivo de las estatinas al  reducir la expresión del MACC1 en el desarrollo y crecimiento de ciertos tipos de cánceres y en la formación de metátasis.

Bjoern-O Gohlke, Fabian Zincke, Andreas Eckert, Dennis Kobelt, Saskia Preissner, Juliane Maria Liebeskind, et al. Real-world evidence for preventive effects of statins on cancer incidence: A trans-Atlantic analysis. Clin Transl Med . 2022 Feb;12(2):e726. doi: 10.1002/ctm2.726. PMID: 35184411 DOI: 10.1002/ctm2.726


martes, 15 de marzo de 2022

Llévame a casa, de Jesús Carrasco

Llévame a casa, de Jesús Carrasco

El segundo libro que leo de este autor. El anterior “Intemperie” me cautivó y fue un éxito en su día por lo que ido leyendo. Este segundo, adolece los defectos de publicarse tras un libro de éxito y por tanto con grandes expectativas que a mi entender no ha cumplido. Pero es que no siempre se dan todas la condiciones para agradar. Una buena técnica narrativa no siempre se acompaña de un argumento atractivo. 

Personalmente me ha gustado pero le he acusado los defecto que les encontré a María Dueñas, a Carlos Ruiz Zafón…y tantos otros que después de sus primeros éxitos, se les reconoce la maestría literaria, disfrutas con la lectura pero el argumento no te convence, no te acaba de enganchar. En este caso una trama cercana muy bien tratada pero con final a mi entender abierto, o inconcluso.
Se lee bien, de un tirón. Poca cosa mas

Editorial Planeta 2021


lunes, 7 de marzo de 2022

La mayor calidad de los anticuerpos de los infectados por la COVID-19

La mayor calidad de los anticuerpos de los infectados por la COVID-19

Hace pocos días me sorprendió observar como quien, creo, fue mi primer paciente diagnosticado de COVID-19 (con insuficiencia respiratoria e ingreso hospitalario) hace ahora 2 años, aún tenía anticuerpos neutralizantes en ausencia de la vacuna (que no se puso). La sorpresa vino por que lo publicado hasta ahora no permitía augurar tanto tiempo de respuesta humoral contra el virus SARS-CoV-2  (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2); es posible, como me comentó un compañero, que tal vez éste paciente se hubiera puesto en contacto nuevamente con otros virus SARS-CoV-2  y reforzado con ellos su inmunidad; pero, con todo, es un dato a tener en cuenta.

Y es que aún el tiempo transcurrido existe una cierta incertidumbre en la prensa médica sobre cuanto dura la respuesta inmunitaria tras la infección por del SARS-CoV-2, pues algunos pocos estudios van de dar una inmunidad mayor a éstos que a los vacunados aunque la mayoría  que la vacunación produce una inmunidad superior y más duradera que  la alcanzada con la infección natural.

jueves, 3 de marzo de 2022

La viagra y la enfermedad de Alzheimer

La viagra y la enfermedad de Alzheimer

Existen fármacos utilizados por una indicación inicial básicamente relacionada con sus propiedades fisiopatológicas pero que con el uso, con el tiempo, acaban prescritos para otras patologías. Incluso existen fármacos que se han descubierto sus propiedades como inicialmente efectos secundarios de aquellos que se estaban investigando para otra indicación. Uno de los clásicos es el sindenafilo (el popularmente conocido como “Viagra”) que estudiado como vasodilatador vascular acabó siendo el primero y más conocido medicamento para el tratamiento de la disfunción eréctil. 
Sin embargo, años después, este mismo,  ha sido uno de los escasos fármacos con la indicación para el tratamiento de la hipertensión pulmonar, una rara enfermedad con pocos remedios efectivos.

El comentario de hoy tiene que ver con una nueva propiedad de este fármaco que hará felices a muchos pacientes mayores y no tanto a la administración que tiene que costearlo si al final estor primeros datos se confirman.
Y es que existen enfermedades sin tratamientos efectivos sobre la causa de éstas, solo paliativos o que tratan los síntomas, como en la enfermedad de Alzheimer (EA). Y es que no existen fármacos aprobados para reducir las conocidas como proteínas betamiloides y Tau en el cerebro, cuya acumulación son la causa del la EA. Existen tratamientos pero ninguno ha demostrado su superioridad en los estudios que hasta el momento se han realizado. 

martes, 1 de marzo de 2022

¿Cuál es número ideal de pacientes por médico de familia?

¿Cuál es número ideal de pacientes por médico de familia?

La pandemia de la COVID-19 ha sido una prueba de estrés para nuestro sistema sanitario, y dentro de éste para la Atención Primaria (AP). La AP como puerta de entrada al mismo ha tenido que gestionar a la COVID-19  y a las consecuencias de ésta en la población en forma de todas aquellas necesidades se han dejado de atender en otros niveles asistenciales. 

Nuestro sistema sanitario con una AP profundamente planificada y en donde la financiación y la provisión son  públicas no ha sabido adaptarse a la nueva situación pues la situación previa, de partida, era cuanto menos complicada. 

El tema no es fácil y no tiene una solución sencilla al ser profundamente político en nuestro país, pero por esto mismo  se suele apelar al culpable de siempre, a la falta recursos, y por ello se reclamaba, como se señalaba en un editorial este diario “ Medidas urgentes para evitar el colapso de la Atención Primaria” (Es Diari 10-01-2022), según manifestaba la presidenta autonómica de una de las Sociedades que representan a la AP, al Dra Elena Muñoz, a una reducción drástica de la lista de pacientes por médico de familia (MF), de los 1.760 actuales a 900. Que, apuntaba en  la editorial, sería el cupo óptimo. 

Sin embargo, en mi opinión, esta es una visión extremadamente simple y que creo tiene sus riesgos. No sería muy inteligente reducir el cupo, cuando en la actualidad con los actuales cupos ya existe necesidad de médicos de familia (MF) (comentan en el mismo editorial 300 MF antes de la pandemia ¿?), pues se aumentaría aún más las necesidades de un personal que no tenemos.