Sobre el ejercicio físico y la enfermedad de Parkinson
Sobre la enfermedad de Parkinson (EP) no hemos hablado mucho. Hicimos una entrada sobre el probable efecto protector o preventivo de las estatinas en pacientes susceptibles de padecerla, pero no habíamos dicho nada sobre si el ejercicio, o ciertas clases de ejercicio físico, podían tener un efectos beneficioso para estos enfermos. A priori pudiera ser así, pues el empeoramiento de la movilidad, de la funcionalidad, de la estabilidad es causa frecuente de caídas que podrían prevenirse con cierto tipo de ejercicios físicos. En este sentido, no hace mucho se publicó un pequeño estudio sobre los efectos del “tai chi” sobre pacientes con esta enfermedad. En este se aleatorizaron a 195 pacientes en estados de 1 a 4 de la escala de Hoehn & Yah (leve y moderado) en tres grupos, uno grupo que participaron en sesiones de 60 minutos de tai chi, otro de ejercicios de resistencia y un tercero de estiramientos, dos veces a la semana durante 24 semanas. Los objetivos primarios se basaron en cambios en test de estabilidad, y los secundarios en la marcha, la fuerza, el número de caídas mediante la puntuación del Unified Parkinson's Disease Rating Scale (UPDRS-III). Según este, el grupo de ejercicios de tai chi tendrían mejores resultados que los grupos de resistencia o de estiramientos, tanto en los objetivos primarios como secundarios. Así mismo, el Tai chi reduciría la incidencia de caídas en comparación con los otro grupos. Estos efectos se mantuvieron hasta 3 meses después de la intervención.
Por otro lado, según una noticia difundida por medscape del último congreso del American Academy of Neurology 64th Annual Meeting en New Orleans, el ejercicio vigoroso no solo aumenta la fuerza de este tipo de pacientes si no que reduce los signos de la enfermedad motora, según un estudio presentado, pero aún no publicado, en ese momento. Según este el entrenamiento progresivo mediante pesos reduciría la puntuación motora del UPDRS-III hasta en 7.3 puntos . En este caso la aleatorización se hizo en 48 individuos con Parkinson (59 años de media y 7 años de duración) en dos grupos, entre ejercicios de resistencia frente a un programa de ejercicios más equilibrado (flexibilidad, fuerza…) una hora dos veces a la semana durante 6 meses y un seguimiento de 24 meses. A los 6 meses la puntuación el UPDRS-III disminuyó en ambos grupos pero fue más acusada en el resistencia a los 12 meses, persistiendo a los 18 y 24 meses (p inferior 0,001) con una diferencia de 7,3 puntos de mejoría.
En este caso, señalan, que los ejercicios de resistencia generan cambios en el sistema neuromuscular que no hacen otro tipo de ejercicios.
Sea como fuere la práctica de ejercicio físico de manera continuada, y de ciertos ejercicios en particular, tendrían efectos beneficiosos en la evolución de esta enfermedad.
Resistance Training Reduces Signs of Parkinson'
Li F, Harmer P, Fitzgerald K, Eckstrom E, Stock R, Galver J, Maddalozzo G, Batya SS. Tai chi and postural stability in patients with Parkinson's disease. N Engl J Med. 2012 Feb 9;366(6):511-9.
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