El cese de un Jefe de Servicio visto desde la Atención Primaria
Una de las características que diferencian nuestro sistema sanitario de los de nuestro entorno es que es eminentemente público, los empleados son casi-funcionarios lo que les da una gran estabilidad y seguridad. El que sea público hace que los objetivos sanitarios sean en buena medida políticos, de modo que cualquier situación que se genere se aborda desde esta óptica; e independientemente de lo que se haga, lo importante justamente son los resultados y sobre todo su repercusión a nivel de los medios de comunicación, algo que estamos viendo cada día con la epidemia del COVID-19.
Hago esta introducción pues explica, desde mi óptica, como un simple cese de un Jefe de Servicio, que debería ser la normalidad, haya degenerando en concentraciones, escritos, editoriales, reportajes y manifestaciones de políticos al respecto. Solo esta repercusión en sí ya muestra un fallo de cálculo del gerente y por tanto de los resultados de su gestión (básicamente políticos). Y todo ello independiente de que el mismo está en su perfecto derecho de cesar (en el caso de cargo de confianza) y poner a quien se adapte mejor al perfil de autoridad que necesita para un determinado cometido.
Vaya por delante que no conozco al médico cesado, a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) (un servicio con escasa relación con la Atención Primaria- AP), ni al gerente a nivel personal. Tampoco tengo cargo administrativo, ni aspiraciones de tenerlo, me gusta la medicina de familia, y espero jubilarme haciendo lo que me gusta. Y tampoco conozco los detalles de índole personal entre los implicados.
Dicho esto, en esta cuestión y en este momento, todos hemos perdido algo. Aún, restituyendo en el cargo al Dr Fernandez-Cid, o por el contrario dejándolo en la situación de cesantía; o colateralmente, dimitiendo el gerente, tal como reclamaban los manifestantes, todos hemos perdido algo. Si gana el galeno y vuelve a su jefatura, se merma la autoridad del gerente a poder nombrar el jefe del servicio que sea de su confianza en pos de un objetivo determinado; si se deja tal como esta, se crea y mantiene un mal ambiente laboral, un clima de desconfianza entre los trabajadores y la gerencia.
Sin embargo, esta situación ha ocurrido otras veces y no ha generado esta reacción. ¿Qué ha pasado?... De ahí que entienda que sea un error de cálculo de la situación, básicamente.
Y es que justamente, desde la óptica de la AP, la práctica de cesar jefes de servicio no es corriente. Por lo general se tienden a mantener el statu quo, incluso en servicios que no funcionan correctamente ille tempore, pasándose la “patata caliente” de un gerente a otro. Y no hablo de la UCI.
Situaciones que no se atreven a abordar por las características de los servicios y de sus integrantes, y que cuando desde la AP se plantea el problema para intentar solucionarlo (pues nos afecta a los médicos de AP), se nos contesta algo así: “ya les falta poco para jubilarse”.
Y que esta es una complicación habitual de nuestro rígido sistema, situaciones anómalas enquistadas, cerradas en si mismas, sin posible arreglo, pues nadie se atreve a meterle mano. Y estoy pensando en otros servicios, no en la UCI.
Aun reconociendo la valía del médico cesado, su derecho a conocer la causa real de su cese, y mi deseo de que sea restablecido en su puesto si es lo correcto para la actual situación de estrés por la epidemia que padecemos; creo que nadie es imprescindible en nuestro sistema; cambian los directores de AP, de hospital, gerentes, coordinadores de Centros de Salud (CS),… y también creo, deben cambian los jefes de los servicios especializados. El problema justamente se crea al profesionalizar los cargos, eternizarlos en el puesto, crear derechos consolidados … como con los políticos, vamos.
Con todo, y para finalizar, me ha sorprendido a efectos comparativos la reacción que hubo entre los médicos hospitalarios y los medios de comunicación sobre la huelga que hicimos el mes pasado en pos de una reivindicaciones justas en esta situación de pandemia, y que continuarán al parecer cada mes, frente las reacciones de estos días por el cese en el cargo de jefe de un servicio hospitalario de este compañero.
En fin, no lo entiendo, probablemente me he perdido algo.
Mateu Seguí Díaz
Médico de Familia
Seguí Díaz Mateu. El cese de un Jefe de Servicio visto desde la Atención Primaria. Es Diari MENORCA 18-11-2020: 33. https://www.menorca.info/
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