La revisión física previa de los deportistas de competición tiene escaso efecto en la prevención del paro cardíaco súbito
En alguna ocasión hemos hablado de las arritmias cardíacas en el deportista. Sin embargo, el paro cardíaco o muerte súbita practicando un deporte es raro entre los adolescentes, pero cuando ocurre, salen a la palestra todo tipo de manifestaciones de si se podría haber evitado.
La incidencia de paro cardíaco súbito (PCS) en el individuo joven (menor de 35 años) varía entre 1 y 6,4 casos por 100.000 individuos y año. Este riesgo aumenta en personas que al estar predispuestas practican algún deporte, si bien es cierto que la mayoría de veces este desenlace se produce cuando el individuo se encuentra descansando no practicando un ejercicio físico, de tal modo que las tasas de incidencia de PCS durante la práctica de un deporte son incluso más bajas, de 0,46 casos por 100.000 personas y año. Sin embargo, estos datos son relativos pues dependen de si el individuo en tal situación fue reanimado y no murió o como se recogió la información, se hizo el certificado médico.
El estudio que comentamos es un estudio retrospectivo sobre una base de datos de la provincia de Ontario (Canada), el “Rescu Epistry cardiac arrest database” que registra los PCS de los servicios de urgencias, ambulancias, autopsias, datos intrahospitalarios y aquellos provenientes directamente de los familiares. Se identificaron los PCS de causa cardíaca producidos fuera del hospital entre 2009 y durante la participación de actividades deportivas competitivas o no competitivas en personas jóvenes (12-45 años) determinado la causa subyacente de las mismas.
Hay que advertir que en Canadá no existen programas de cribado poblacional antes de la participación en pruebas deportivas, de ahí que los resultados de esta evaluación permitirían aventurar la posible eficacia de la implementación de cribados previos sistemáticos al efecto, al tiempo que permitirían identificar los atletas de riesgo de presentar esta complicación fatal.
Durante 6 años de seguimiento se evaluaron 18,5 millones de personas/año y se detectaron 74 PCS de causa cardíaca acaecidos realizando un deporte, de éstos 16 ocurrieron en deportes de competición y 58 en actividades deportivas no competitivas. La incidencia de PCS durante deportes de competición fue de 0,76 por 100.000 atletas y año, de los que 43,8% de los atletas sobrevivieron hasta que se les dio de alta del hospital.
De los 16 PCS de atletas de deportes de competición solo dos muertes fueron atribuidas a la miocardiomiopatía hipertrofica (MCH) y ninguna a la cardiomiopatía ventricular derecha arritmogéna (CVDA).
Señalar con esto que solo 3 casos de PCS de deportes de competición hubieran sido prevenidos al ser identificados según un hipotético programa de cribado.
Concluyen la incidencia de PCS fuera del ámbito hospitalario en atletas jóvenes en práctica competitiva fue de 0,76 por 100.000 atletas, algo que coincide con los datos conocidos hasta el momento. La implicación de alteraciones cardíacas estructurales como causa del PCS en las actividades deportivas de competición fue más bien escasa (el 80% no se identifican con un cribado previo y ECG), lo que sugeriría que los programas de cribado previo a estas actividades tendrían escaso efecto en la prevención del PCS.
CH Landry, Allan KS, Connelly KA, et al. Sudden cardiac arrest during participation in competitive sports. N Engl J Med. 2017;377;1943-1953.
Megan Brooks. Screening Unlikely to Prevent Sudden Cardiac Arrest in Athletes. Medscape. 17 Nov 2017
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