El consumo de estatinas reduce los casos de depresión
Otro estudio sueco. Las bases de datos de Suecia dan mucho de sí. Lo hemos visto en muchos otros temas. En este caso relacionan la depresión con la utilización de estatinas. La idea es que en la depresión se mezclan aspectos inflamatorios (citoquinas), oxidativos, radicales libres… que pudieran estar detrás del debut de la depresión, entendiendo a esta como un proceso neurológico no solo psiquiátrico, de tal modo que se han encontrado marcadores de daño oxidativo en mayor proporción en los pacientes depresivos que en aquellos que no lo son, lo que podría apuntar o justificar el abordaje de estas vías metabólicas en el tratamiento de la depresión.
Las estatinas, como inhibidores de la 3-hidroxi-3-metilglutaril coenzima A reductasa (HMGCoA reductasa) las utilizamos para el tratamiento de las alteraciones lipídicas y con ello del riesgo cardiovascular. Por otro lado, hemos visto en otros post (en la enfermedad de Parkinson, la demencia, la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo) como podrían tener una actividad de neuroprotección con posibles efectos neurocognitivos, debidos, supuestamente a su cualidad de reducir el estrés oxidativo y modular la respuesta inflamatoria de estas áreas cerebrales. El tema es si estos efectos pudieran actuar preventivamente en la aparición de la depresión.
Sin embargo, por el contrario, es conocido por estudios previos que niveles bajos de colesterol se han asociado con peores resultados en el humor y en el comportamiento (enfado, hostilidad, agresión, en incluso ideación suicida). Y que existen estudios anteriores que relacionan la utilización de estatinas con el aumento del riesgo de depresión, con ningún efecto, o con que son proctectoras de la depresión, por lo que el tema no está nada claro.
El objetivo de este estudio está justamente en investigar sobre una gran base de datos la relación entre la utilización de estatinas y el desarrollo de depresión en una amplia cohorte sueca de individuos mayores de 40 años. Por un lado se recabó la información del National Pharmacy Register para el consumo de estatinas, información del censo poblacional del 2005 y sobre morbilidad y hospitalización del Swedish National Inpatient Register (IPR).
La población fueron individuos mayores de 40 años que vivieran en Suecia el 1 de enero del 2006, excluyendo a los 11.695 que ya tenían depresión en ese momento y que ya utilizaban estatinas durante dicho período de tiempo (0,25%). O sea el análisis se refiere a 4.607.990 individuos seguidos entre enero del 2006 y diciembre del 2008.
Según este análisis la utilización de estatinas reduciría el riesgo de debutar con un episodio depresivo un 8% menos que aquellos que no consumían este tipo de medicación, odds ratio (OR = 0,92, IC 95% 0,89–0,96; p inferior a 0,001). Según el tipo de estatina, la simvastatina tendría un efecto protector OR = 0,93, (IC 95% 0,89–0,97; p = 0,001), mientras la atorvastatina se asociaría con un leve incremento en el riesgo de presentar depresión OR = 1,11 (IC 95% 1,01–1,22; p = 0,032). Existiendo una disminución gradual del odds ratio según la edad, OR ≥ 40 años = 0,95, OR ≥ 50 años = 0.91, OR ≥ 60 años = 0,85, OR ≥ 70 años = 0,81), o sea mayor protección en personas mayores.
Concluyen que la utilización de estatinas se asocia una reducción del riesgo de depresión en personas mayores de 40 años, si bien es cierto que varía según el tipo de estatina y la edad del paciente.
Nada importante a tener en cuenta pero sí un factor más en el balance de efectos positivos que oponer a los efectos secundarios de este tipo de sustancias.
Redlich C, Berk M, Williams LJ, Sundquist J, Sundquist K, Li X1. Statin use and risk of depression: a Swedish national cohort study. BMC Psychiatry. 2014 Dec 4;14:348. doi: 10.1186/s12888-014-0348-y.
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