¿Los temas de gestión aburren?
Esta es la impresión que dieron, en el último congreso de Semergen en Zaragoza, las mesas planteadas sobre estos temas. Los seminarios y talleres, es decir, los temas prácticos, prácticamente llenos, las mesas sobre organización, gestión o futuro de la atención primaria, prácticamente vacías. Si esta realidad la comparamos con congresos de hace algunos años, nos damos cuenta como hemos pasado de un gran interés por las nuevas formas de gestión, de la meso gestión o incluso a nivel de la microgestión, la organización de la consulta, a un desinterés sintomático de falta de confianza en el futuro
Y es que en este momento, a más de 25 años (1984, RD sobre Estructuras Básicas de Salud), de haberse implantado un sistema universal y uniforme de la atención primaria en nuestro país, y habiendo probado todas sus posibles variaciones, al menos en alguna comunidad autónoma, tal es el caso de Catalunya (Entidades de Base Asociativa, Consorcios Hospitalarios,...), no se observan cambios. Ningún cambio en los resultados –indicadores- aunque si algunos cambio en la satisfacción personal en aquellas formas que han optado por una gestión propia (EBAs). Sin embargo, ni en estas, sesgadas por criterios de selección del personal, ni en las otras –empresa pública- creadas por criterios de “café para todos”, se ha avanzado mucho. El desánimo sigue instalado en los profesionales
Esta claro que el médico de AP no ve alternativas al futuro, y desconfía a estas alturas de las posibles recetas que se le plantee. Los teóricos (economía para la salud) ya no saben que decir, pues de la aplicación de sus vagas propuestas surgen parcos resultados; los prácticos, gestores, cargos de confianza muchas veces con escasos conocimientos de la gestión, siguen actuando al dictado político y siguen encorsetados por un sistema funcionarial que no da más de sí.
Y al final, el padre de todo el desaguisado, el inconsciente ciudadano, que demanda cada vez más y con mayor calidad, por algo es un votante con voz y voto. Y como votante se le da el derecho a exigir sin límites, en un sistema donde lo de establecer sistemas que controlen la oferta o la demanda en AP no existe. El resultando es que al final la demanda desbocada acaba siendo un asunto particular de cada médico.
¿Se habrán acabado, por tanto, todas la recetas en gestión en sistema nacional de salud?.
¿Habrá que poner límites al consumo sanitario desaforado de los pacientes?, o
o tendremos que desandar lo andado y volver la punto cero, estableciendo lo que nunca debió descartarse, el médico independiente (J Gérvas), al servicio del SNS, con un horario regulado y un sistema capitativo corregido, unos objetivos, y poca cosa mas.......... Tal vez así, nos vuelva a interesar la gestión, la microgestión, la gestión de nuestra propia consulta.
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1 comentario:
Discusión en la Lista MEDFAM.
Contestación:
Bueno coincido con Julio, en que los temas de gestión al final llegan a
aburrir al personal, cuando el médico se percata que sirven más para aparentar que para solucionar su situación diaria. Pues algo hay que hacer, no vas a tener un sistema durante 25 años sin intentar al mejorarlo.
Sin embargo, el sistema es el mismo con pocas variaciones y las recetas, o
son humo -como dice Alfredo- o son imposible de aplicar, o ya se sabe que solo sirven para entretener al personal.
Los temas son redundantes, de la autogestión ya se hablaba hace 20 años, sin
que realmente haya servido para nada. Los incentivos han tardado todos esos años para que se distingan de un vulgar complemento en el salario del médico, y suerte que siguen teniendo una repercusión moderada en la nómina, pues lo que miden, y lo que al final "de-forman" -Julio B- no sirven más que para "pegar al
burro" y no "descargar el carro" o proporcionarle un "carro" más moderno que
ayude a tirar con la consulta diaria.
La prueba del algodón de que la gestión a fracasado, es que siguen
existiendo los mismos tiempos por consulta, al tiempo que el médico de AP sigue igual de insatisfecho, con el agravante que se ha reducido los cupos a niveles que mucha veces bordean la falta de pericia clínica, conduciendo una cosa con otra a que el nivel de resolutividad vaya menguando, al tiempo que la especializada siga como siempre, medrando.
La situacion es esta: ¿qué haría yo con mis 1700 (ya no se los que tengo, me
quitaron 500, que poco a poco van volviendo), si cobrara per cápita, y por objetivos
clínicos, tuviera un horario de atención a mis pacientes de 8-10 horas diarias.
Fuera este horario mis pacientes podrían acudir a rebosaderos pero el
hacerlo les gravaría a ellos y a mi mismo...
¿Cuanto tiempo dedicaría por contacto médico? 7-10 minutos?. Lo dudo.
Dedicaría 4 horas de un tirón. Lo dudo.
Probablemente fraccionaría la consulta, y buscaría sistemas para controlar
las revisistas, la burocracia..........
En fin, ciencia ficción.
Y es que en el actual sistema estamos más cómodos, pero paradógicamente más
insatisfechos..curiosa paradoja.
Mateu
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