¿Se puede revertir la demencia?
Hablar de reversión es sinónimo de hacerlo de “curación” lo que en el caso de la demencia es a día de hoy imposible. De modo que el título de este artículo no sería correcto.
Revisiones de estudios publicados (metaanálisis), como el de Cooper C et al de hace algunos años (2015) mostró como la diabetes (DM) incrementaría el riesgo de transformación de la TCL a demencia, pero su buen control reduciría este riesgo. Sin embargo, en dicha revisión no se encontró que los niveles colesterol, la hipertensión arterial, el consumo moderado de alcohol o el tabaquismo pudieran considerarse como predictores de conversión del TCL a demencia. Si, por su parte, el consumo de la dieta mediterránea, que reduciría el riesgo de transformación a la enfermedad de Alzheimer (EA). Y el ejercicio físico (Head D et al, 2012), que por diversos mecanismos que afectarían a la plasticidad neuronal (cambios en el cerebro) y a la mejora de los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión...), incluso en aquellos pacientes predispuestos (portadores del gen de la apolipoproteína E -APOE) sería un factor protector.
Otro aspecto distinto, sería la sintomatología neuropsiquiátrica, la depresión... o el alto consumo de alcohol que si predecirían la conversión de la TCL en demencia.
Sin embargo, sorprendentemente no encontraron entonces si el nivel educacional tuviera algo que ver con los cambios que se pudieran producir en este tipo de personas.
Una revisión anterior de la Cochrane Database of Systematic Reviews (2012) evaluando la estimulación cognitiva (EC), o sea actividades que estimulen el pensamiento, la concentración, la memoria… como ejercicios de memoria, discusión sobre temas, juegos de palabras, puzles, actividades musicales, jardinería…y llevadas a cabo por el personal encargado en pequeños grupos de 4-5 personas durante 45 minutos, al menos dos veces por semana, si que encontró un beneficio claro en personas con demencia moderada o leve, pero no en aquellos con demencia grave.
Con estos dos antecedentes, hoy comentamos si el nivel educacional, del que inicialmente la revisión de Cooper C et al no encontró evidencias, pudiera influir en el pronóstico de personas ancianas que se encuentran en la situación de TCL.
Se estudió la “reserva cognitiva” en pacientes según la edad y en aquellos con una predisposición genética a la demencia (APOE).
Se siguieron a 619 religiosas (Nun Study) de las escuelas de las hermanas de Notre Dame (EEUU) de las que a 472 se encontraban en situación de TCL y eran mayores de 75 años al inicio (1991-3) y el 14,5% mayores de 90 años, con alta educación, y durante un seguimiento medio de 8,6 años o hasta la defunción, y evaluadas periódicamente mediante una batería neuropsicológica amplia.
De este seguimiento se destacó como de las 472, 143 (30,3%) tuvieron al menos un período de transición a cognición normal, y en dicho tiempo 120 de los 143 (83,9%) no desarrollaron demencia.
Si se evaluaba ajustando la edad y la predisposición genética a tener demencia (APOE) los niveles educacionales más altos doblaron la posibilidad de reversión frente a la progresión a la demencia.
Con ello se puede sugerir, que si bien hay que tener en cuenta todos aquellos factores de los estilos de vida que pueden influir en nuestra salud metal, existirían otros relacionados con nuestro nivel educacional que podrían protegernos o incluso revertir a la normalidad una situación predisponente de la demencia.
Mateu Seguí Díaz
Médico de familia
Seguí Díaz M. ¿Se puede revertir la demencia? . Es Diari MENORCA. 10-03-2022:29 https://www.menorca.info/
No hay comentarios:
Publicar un comentario