La fibra dietética protege contra la demencia
Sin embargo, desde hace tiempo se sabe de los efectos de la fibra más allá del intestino, a nivel general del cuerpo, como el metabólico, al retrasar la absorción de ciertos principios inmediatos (hidratos de carbono -azúcares), sobre todo en aquellos pacientes con alteraciones del metabolismo (diabetes...).
En el mismo sentido, se ha visto que la fibra dietética está relacionada con la llamada microbiota intestinal (la flora bacteriana de los intestinos) que aunque parezca mentira influye también en el metabolismo, incluso en el peso corporal.
En general siempre pensamos que la microbiota está relacionada con la ingesta de determinados alimentos y sobre sobre todo los probióticos (yogures, fermentados y demás) sin embargo, se sabe que estos se relacionan fundamentalmente con la fibra que ingerimos en la dieta.
Estudios en individuos veganos (ausencia de ingesta de alimentos de origen animal) que consumen una gran cantidad de fibra vegetal, sean cereales integrales, frutas, verduras, legumbres y frutos secos...; se han mostrado como al margen de conseguir reducir las grasas y la absorción de los hidratos de carbono, son capaces de cambiar su microbiota intestinal. Se ha escrito, por ejemplo, cambios sobre la familia de los bacteroidetes, de la concentración del Faecalibacterium prausnitzii (F prausnitzii) que se alimenta de fibra vegetal (produce ácidos grasos de cadena corta)... que serían capaces de inducir modificaciones en la misma (Hana Kahleova et al, 2020) y que a su vez influirían en la sensibilidad a la insulina, en el peso y en el control metabólico de este tipo de personas.
Quiero decir con esto que el contenido, el tipo de bacterias que tenemos en nuestros intestinos, influyen en el resto del cuerpo, en el peso, en el metabolismo, y por lo que veremos ahora, también en nuestro cerebro.
En este sentido, existen estudios en modelos animales (ratones) que demostraron como modificando la microbiota intestinal ésta era capaz de alterar la agregación de ciertas proteínas α-sinucleinas (αSyn), (Sampson TR et al, 2016), proteínas que interviene en la enfermedad de Parkinson (EP), de la que comentamos algo hace algunos días (Es Diari 04-02-2022). Es decir que a priori podría haber relación entre la flora intestinal y el cerebro o la función cerebral.
Y de eso va este artículo.
La idea, la hipótesis, de este estudio que comentamos, publicado el mes pasado en el Nutritional Neuroscience por Kazumasa Yamagishi et al, fue la de analizar si la ingesta de fibra en la dieta tiene algún impacto en la prevención de la demencia. Un tema del que hace poco ya hablamos sobre si la educación podría influir en esta (Es Diari 10-03-2022).
Se trató del análisis durante casi 20 años de 3.739 individuos japoneses con una edad media al inicio de 51 años del estudio Circulatory Risk in Communities Study (CIRCS) a los que se les siguió mediante encuestas dietéticas entre el 1985 y el 1999 de las que se extrajeron los datos sobre la ingesta de fibra dietética.
Durante un seguimiento de 19,7 años se detectaron 670 casos de demencia incapacitante. Según este análisis la ingesta de fibra estuvo inversamente asociada con el riesgo de presentar demencia. Menos riesgo de demencia cuanta más fibra se consumía.
Una asociación que se mantuvo tras ajustar el análisis según factores confusores que afectaran a la demencia, fueran el peso, la presión arterial, el colesterol total y la medicación para el tratamiento de la hipertensión y del colesterol....
Esta asociación inversa fue más evidente con la fibra soluble (patatas, nueces, semillas, algunas legumbres, frutas y verduras).
Un dato interesante del estudio es que aquellos que se encontraban en el tramo de mayor ingesta de fibra tuvieron hasta un 25% menor riesgo de presentar demencia al final de su vida.
Todo ello abunda en la idea de que existe una conexión entre los intestinos y el cerebro. La microbiota de éstos acabaría influyendo en la conocida como plasticidad cerebral al actuar sobre la neuroinflamación (como se demostró en roedores) y con ello en la función cognitiva, evitando o retrasando la demencia. Y es que somos lo que comemos.
Por otro lado,se apunta que la fibra dietética podría reducir otros factores de riesgo de la demencia, como el sobrepeso corporal, el colesterol y los niveles de glucosa en la sangre.
Como limitacion a estas conclusiones hay que decir que como otros estudios sobre dietas saludables es dificil no seleccionar a individuos con un comportamiento en general más saludable (ejercicio físico..) lo que dificulta extraer conclusiones.
Mateu Seguí Díaz
Médico de Familia
Seguí Díaz M. La fibra dietética protege contra la demencia. Es Diari MENORCA. 11-04-2022:31
https://www.menorca.info/
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