domingo, 24 de septiembre de 2017

¿Es el sistema sanitario español de los mejores y más eficientes del mundo? (2)

¿Es el sistema sanitario español de los mejores y más eficientes del mundo? (2)

Como vimos en el anterior artículo el sistema sanitario español tiene aspectos diferenciales con resto de países de su entorno que de alguna manera influyen en sus resultados de salud.
Hoy traemos aquí dos documentos que hablan de nuestra situación a nivel mundial.
Un estudio publicado hace escasos meses en Lancet por el grupo GBD 2015Healthcare Access and Quality Collaborators referente a la mortalidad por causaen 195 países de mundo, entendiendo que este indicador (la mortalidad)indicaría cual es la atención sanitaria que recibe el ciudadano en cada uno de sus países. Sin embargo,  sabemos que el sistema sanitario es importante, pero no es el único determinante de la salud de la población que influye en la mortalidad. Sí que es cierto que un acceso a una atención sanitaria de calidad se relaciona con mejores resultados en la salud de la población, sea en enfermedades infecciosas, cáncer, atención maternal y del recién nacido…e incluso crónicas como la diabetes o las enfermedades cardiovasculares.
Los resultados en salud no solo mide lo que se atiende, si no lo que se previene con los programas institucionales de salud; por ejemplo: las vacunaciones, el control de los alimentos, el fomento de la actividad física, la lucha contra el tabaquismo,…. Y todo ello sin desdeñar otros factores que aún no directamente sanitarios influyen en la  morbimortalidad de la población como, la alimentación, la estructura social, la  pobreza, las desigualdades sociales, los accidentes de tráfico, la violencia, los suicidios… Todos estos factores  influyen en lo que Rutstein acuñó en el 1970 como las llamadas muertes innecesarias e inoportunas (“unnecessary, untimely deaths”) o aquellas que no deberían ocurrir en el momento que suceden.
Teniendo todo esto en cuenta, en este estudio calculan la mortalidad según causa de muerte y factores de riesgo estimados, y la relacionan con los sistemas sanitarios. Con ello  estiman el acceso y la calidad de la atención sanitaria del ciudadano de 195 países entre el 1990 y el 2015, utilizando para  ello un índice de calidad y acceso en escala de 0 a 100, el Healthcare Quality and Access (HAQ).   Según este índice, con un HAQ de 90 sobre 100 nuestro país estaría posicionado entre los primeros del mundo (empatado con Suecia, Noruega, Finlandia, Holanda, Luxemburgo y Australia), y solo por detrás de Suiza (92), Islandia (94) y Andorra (95).Por detrás tendríamos a países, como por ejemplo  Estados Unidos (81), Canadá (88), Alemania (86), Reino Unido (85) o Francia (88). Desglosado por enfermedades somos los primeros en la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas, tratamiento de la diabetes, hipertensión, maternidad…
Y el segundo documento recientemente publicado en el portal https://www.bloomberg.com  se hace un ranking de países según lo invertido en sanidad y la esperanza de vida de sus ciudadanos, aplicando un índice de eficiencia, el Bloomberg Health-Care Efficiency Index (lleva realizándose desde el 2012). En este observamos como  EEUU con un índice de eficiencia de 32 en el ranking , una esperanza de vida  78,9 años, gasta 9.403 dólares per cápita, frente a España que con una puntuación de 72, consigue una esperanza de vida de 83 años con un coste netamente inferior, de 2.658 dólares. En este aspecto seríamos los terceros del mundo solo por detrás de Hong Kong y Singapur.
La explicación de los malos datos de EEUU, y que reforzaría nuestro sistema hasta el momento, es que se  trata de un sistema muy fragmentado, poco organizado y coordinado y esto, señalan, de alguna manera influye en la eficiencia.
Según los datos actuales nuestro sistema sanitario provee una esperanza de vida de las más altas del mundo, mejores resultados en la prevención y tratamientos de las enfermedades, y a un coste menor; aunque eso sí con una escasa satisfacción del personal (usuarios y sanitarios).
Con todo, hace escasos días que se acaba de publicar un nuevo índice de salud en el que no salimos tan bien parados. Lo contaremos en siguiente.

mateu seguí díaz
médico de familia


Seguí Díaz M.¿Es el sistema sanitario español de los mejores y más eficientes del mundo? (1). Diari Menorca. 19-06-2017.  http://menorca.info/


*Lisa Du, Wei Lu. U.S. Health-Care System Ranks as One of the Least-Efficient. America is number 50 out of 55 countries that were assessed.
https://www.bloomberg.com/news/articles/2016-09-29/u-s-health-care-system-ranks-as-one-of-the-least-efficient


domingo, 17 de septiembre de 2017

¿Es el sistema sanitario español de los mejores y más eficientes del mundo? (1)

¿Es el sistema sanitario español de los mejores y más eficientes del mundo? (1)

Recientemente se han publicado algunos estudios internacionales en los que se pone en buen lugar a nuestro sistema sanitario. He creído interesante hacer un par de artículos al respecto.
Tenemos la idea de que nuestro país tiene uno de los sistemas sanitarios más eficaces y eficientes de mundo. Esta idea se extendió desde hace tiempo porque diversos organismos internacionales como la OMS (World Health Report 2000 Health Systems,…)...así lo señalaron. ¿Pero sigue así, o estamos peor? 
Nuestro sistema sanitario, como saben, viene de lejos.  Se inició en época pre-democrática, con el Seguro Obligatorio de Enfermedad (SOE, 1942), un sistema de protección social en base a las cotizaciones de los empresarios y trabajadores, que puso los primeros ladrillos de un sistema de protección sanitaria. Con la democracia,  la Ley General de Sanidad (Ley 14/1986), convirtió aquel en un Sistema Nacional de Salud, con financiación a cargo de los presupuestos estatales. Este cambio fue de la mano de la idea generalizada  de aumentar la cobertura sanitaria a todos los españoles, en convertir la atención sanitaria en un derecho. Hacerla accesible, equitativa y resolutiva…. Creemos todos que se consiguió. 
Sea como fuere, como muestran los distintos análisis, un sistema no es mejor que otro (Sistema de Seguros Sociales frente a  Sistema Nacional de Salud) a nivel de resultados en salud, aunque si en costes y en satisfacción (más en los Sistemas de Seguros Sociales),  como muestra un reciente reportaje publicado por G. Pablos en el  MUNDO (¿Cómo se organiza la Sanidad en Europa?, 19-05-2017).
Nuestro sistema tiene la ventaja de haberse planificado y dotado de recursos manteniendo un equilibrio que en buena medida le distingue de otros sistemas, por ejemplo del de Estados Unidos (EEUU). 
Dentro de las características que lo diferencian de los sistemas de nuestro entorno se encuentra el que el personal sanitario en nuestro país es “quasi” funcionarial (personal estatutario, se cobra por sueldo), pero en otros, en cambio,  los sanitarios son profesionales independientes que dan un servicio, cobrando por una población (capitación) o por desempeño (acto médico). Este es uno de los datos a nivel económico, que hace que nuestro país sea uno de los más eficientes a nivel macroeconómico, pues los sueldos son inferiores a otros países, y éste capítulo (el de personal) influye de manera importante en el gasto sanitario global.
Aunque nos suene raro, somos de los únicos en Europa en el que el copago solo se encuentra en farmacia, lo normal es pagar algo por la asistencia; lo que hace valorar al paciente lo que se tiene, es disuasorio del mal uso y le corresponsabilizaría en el sostenimiento del sistema. Con todo, aún no existiendo un copago asistencial en nuestro sistema, el hecho de  existir servicios no incluidos, como sí en otros países, como la salud dental…, podríamos decir que tenemos copagos del 100%, aunque los pacientes no sean conscientes.
El sistema de Atención Primaria (AP) como filtro, es común en casi el 50% de los países Europeos, y nos distingue del resto por su poder resolutivo. Sin embargo, no todos los países tienen al médico de cabecera como “portero del sistema”, que obliga al paciente a pasar por éste para ser atendido en otro nivel asistencial. Ahora, eso sí, se incentiva su uso por el paciente (Francia, por ejemplo) dado que le beneficia al evitar el sobre diagnóstico, la sobre intervención y el sobre tratamiento (la tercera causa de muerte en EEUU,  Makary MD et al, BMJ 2016; 353).
Señalar que dentro de la AP nos distinguimos junto con Grecia del resto de países europeos en algo que puede sorprender: por tener pediatras exclusivos en la atención de los niños; lo normal es que la atención, o la dé el médico de familia, o que ésta sea compartida entre ambos. Se entiende que el pediatra es un especialista hospitalario y por tanto solo consultor. Sorprendentemente alrededor del 30% de las plazas de pediatría en nuestro entorno las ejercen médicos de familia sin que exista ningún menoscabo en la atención de nuestros pacientes más pequeños.
Las listas de espera sería uno de los defectos de nuestro rígido sistema, que influiría en los costes (contención de los mismos) y sobre todo en la satisfacción del paciente, que no es buena, si la comparamos con otros sistemas.
En fin, existen muchas diferencias, imposibles relatarlas todas aquí, pero que son importante pues influyen en los resultados.
Unos resultados que veremos en la segunda parte de éste artículo

mateu seguí díaz
médico de familia

Seguí Díaz M.¿Es el sistema sanitario español de los mejores y más eficientes del mundo? (1). Diari Menorca. 19-06-2017.  http://menorca.info/

*Healthcare Access and Quality Index based on mortality from causes amenable to personal health care in 195 countries and territories, 1990–2015: a novel analysis from the Global Burden of Disease Study 2015. Lancet 

https://www.bloomberg.com/news/articles/2016-09-29/u-s-health-care-system-ranks-as-one-of-the-least-efficient

*Lisa Du, Wei Lu. U.S. Health-Care System Ranks as One of the Least-Efficient. America is number 50 out of 55 countries that were assessed.

* GRACIA PABLOS ¿Cómo se organiza la Sanidad en Europa?. El MUNDO 19/05-2017

Martin A Makary, Michael Daniel. Medical error—the third leading cause of death in the US. BMJ 2016;353:i2139





domingo, 10 de septiembre de 2017

La aspirina y el cáncer

La aspirina y el cáncer

El ácido acetilsalicílico o  “aspirina”, es uno de los medicamentos históricamente más utilizados por la humanidad. Inicialmente proveniente de las hojas del sauce (Salix), pasó a ser un medicamento al sintetizarse por los laboratorios Bayer a finales del siglo XIX. A sus propiedades inicialmente analgésicas (contra el dolor), antipiréticas (contra la fiebre) y antiinflamatorias se les fueron añadiendo otras, como la de antiagregante plaquetario (alterando la función de la plaquetas en la coagulación) en la prevención de problemas cardíacos y cerebrales. 
Sin embargo, su popularidad cayó en el mundo occidental sobre todo como fármaco para el tratamiento de la fiebre en los niños menores de 10 años, al relacionársele, cuando se administraba en enfermedades víricas (tipo gripe o varicela), con una enfermedad muy infrecuente (0,1-0,5/100.000 niños) y muy grave, el síndrome de Reye, una enfermedad que afecta al cerebro (encefalitis) y al hígado. Por ello a partir de los 80 la American Academy of Pediatrics  no recomendó la prescripción de aspirina en fiebres de origen viral en los niños. Y actualmente no existe la presentación pediátrica.
Con todo, al margen de estas advertencias, la aspirina es un fármaco “bueno, bonito y barato” y  tan seguro como otros analgésicos antiinflamatorios, que además de tener las propiedades de éstos tiene efectos beneficiosos cardiovasculares y sobre el cáncer, como veremos.
Su mala tolerancia a nivel del estómago e intestinos y el riesgo de hemorragia hizo que se mejorara su galénica para su utilización general,  y que se recomendara prescribirlo en la prevención del infarto de miocardio o del accidente vásculocerebral (atac de gota)  solo en aquellos enfermos en los que sus posibles efectos preventivos (alto riesgo)  fueran superiores a sus riesgos de hemorragia (digestiva o cerebral), habida cuenta que deberían tomarlo de por vida.
Sin embargo, lo que la gente no sabe es que la aspirina es capaz de prevenir cierto tipo de cánceres, sobre todo digestivos.
Un trabajo publicado en el Annals of Oncology (Cuzick J et al) hace 3 años sobre los estudios realizados hasta la fecha,  evaluó los beneficios y daños de su  uso preventivo en la población general, tanto en la prevención de los eventos cardiovasculares, mortalidad como en el cáncer.
Según ésta revisión   los efectos del consumo de aspirina sobre el cáncer no se pueden percibir  hasta los  tres años de iniciar el tratamiento, pero algunos de sus efectos persisten años tras parar su consumo. 
Según éste análisis se encontró que en estudios a largo plazo la prescripción de aspirina reducía hasta  en un 30-35% el riesgo de desarrollar un cáncer colo-rectal y hasta entre un 35-40% del riesgo de morir por esta patología. En el cáncer de esófago se redujo entre un 25-30%  el riesgo de desarrollarlo y entre un 25-30% de presentar  cáncer de estómago.
Todo ello puede sorprender por cuanto todo el mundo sabe que la aspirina puede dañar el estómago y producir sangrado.  Sin embargo, es que para tener estos efectos beneficiosos no es preciso tomar la dosis que habitualmente utilizamos para el dolor o la fiebre, los 500 mg en adultos, si no una dosis inferior, entre 100 o 300 mg. Unas dosis que a la vez que mantiene sus propiedades disminuye el riesgo de sangrado.  Con todo, aún hoy se discute cual es la dosis más idónea en estas situaciones, pues cualquiera de ellas ha mostrado sus efectos preventivos. 
Según este estudio la ingesta preventiva de aspirina durante al menos 5 años con dosis entre 75-325 mg tendría más beneficios que efectos secundarios adversos en la prevención de cánceres del tracto gastrointestinal, sobre todo de colon y recto.
Es algo a tener en cuenta sobre todo en aquellas personas que ingieren aspirina de manera crónica en la prevención de problemas cardiovasculares, pues además su consumo tendría beneficios en la prevención del cáncer. Sin embargo, esto no quiere decir que sea recomendable su ingesta en pacientes sin otro tipo de riesgos.

mateu seguí díaz
médico de familia

Seguí Díaz M. La aspirina y el cáncer. Diari Menorca. 05-06-2017: 15.  http://menorca.info/

Cuzick J, Thorat MA, Bosetti C, Brown PH, Burn J, Cook NR, Ford LG, Jacobs EJ, Jankowski JA, La Vecchia C, Law M, Meyskens F, Rothwell PM, Senn HJ, Umar A. Estimates of benefits and harms of prophylactic use of aspirin in the general population.
Ann Oncol. 2014 Aug 5. pii: mdu225. 

Raju NC1, Eikelboom JW. The aspirin controversy in primary prevention. Curr Opin Cardiol. 2012 Sep;27(5):499-507. doi: 10.1097/HCO.0b013e328356ae95.

Antithrombotic Trialists' (ATT) Collaboration, Baigent C, Blackwell L, Collins R, Emberson J, Godwin J, Peto R, Buring J, Hennekens C, Kearney P, Meade T, Patrono C, Roncaglioni MC, Zanchetti A. Aspirin in the primary and secondary prevention of vascular disease: collaborative meta-analysis of individual participant data from randomised trials. Lancet. 2009 May 30;373(9678):1849-60. doi: 10.1016/S0140-6736(09)60503-1.