lunes, 30 de abril de 2018

El precio de la insulina, un problema de salud pública en ciertos países

El precio de la insulina, un problema de salud pública en ciertos países

El aumento de las familias farmacológicas y de los principios activos en el tratamiento de la diabetes  (DM) ha hecho aumentar los costes que en fármacos se ha dedicado al tratamiento de esta enfermedad. Dentro de éstos se encuentran el capítulo de las insulinas (INS), de los análogos de insulina, que Hua X et al hace un par de años señalaba en  JAMA referido a Estados Unidos (EEUU). Según éste se había triplicado el precio por mililitro de INS de  4,34 $ por mililitro de INS en 2002 a 12,92 $ en el 2013. Estos fármacos estarían (2013) en el punto más alto de todos los nuevos fármacos utilizados en el tratamiento de la DM en EEUU. El aumento de precio, señalan, aumentó mucho más rápidamente que otros fármacos no insulinícos (ADNI), por ejemplo los inhibidores de los DPP-4. Según este estudio en el período analizado el precio de la INS paso de 231 $ al año a 736 $ por paciente entre el 2002 y el 2013, al tiempo que la cantidad de INS prescrita se incrementaba de 171 ml a 206 ml por paciente y año. 
El aumento de precio de éstos junto con una tendencia a unos objetivos glucémicos más estrictos ha aumentado los costes en este capítulo, señalan.
Con todo, y si bien es cierto que estos precios tenderán a reducirse al aumentar el mercado de los fármacos genéricos o los nuevos fármacos biosimilares, la realidad actual en EEUU es que existe una campaña a favor de la sostenibilidad de los precios de la INS en un país en el que muchos pacientes con DM se costean ellos mismos este fármaco fundamental.
La irrupción de los análogos de la INS, desbancando a las antiguas INS (INS actrapid y NPH),  ha hecho aumentar el precio en comparación con las clásicas, de tal modo que en países en los que el paciente se tiene que costear el tratamiento de las INS se ha convertido en un verdadero problema, como dan cuenta las manifestaciones al respecto ( 9 y 10 de abril, Right Care Alliance) y que recoge  Medscape, pues según esta fuente el vial de INS en aquel país pasó de 33 $ en 1996 a 112$ en 2010, al 275$ en la actualidad.
Nos parecerá que esto no va con nosotros, dado que nuestro sistema cubre estos incrementos del coste de las INS, sin embargo, la sostenibilidad del sistema es algo que nos incumbe a todos.

Miriam E Tucker. Physicians Among Diabetes Activists Protesting Insulin Prices. Medscape April 11, 2018

Hua X, Carvalho N, Tew M, Huang ES, Herman WH, Clarke P. Expenditures and Prices of Antihyperglycemic Medications in the United States: 2002-2013. JAMA. 2016 Apr 5;315(13):1400-2. doi: 10.1001/jama.2016.0126.

El precio de la insulina se triplica en seis años, de 200 a más de 600 euros al año por paciente E.P.20 Minutos 06.04.2016 - 10:12H

domingo, 22 de abril de 2018

Los tatuajes un problema para la salud a largo plazo

Los tatuajes un problema para la salud a largo plazo

Los resultados a nivel de la salud de los comportamientos humanos  tardan tiempo que ser conocidos. Se sabe que las consecuencias del tabaquismo (un hábito secular) se descubrieron tras la industrialización del tabaco y su consumo masivo (los cigarrillos) tras el final de la segunda guerra mundial. En mi opinión algo parecido va a ocurrir con el hábito de ponerse tatuajes. Pues ha pasado de ser algo anecdótico que realizaban los marinos, soldados, y personas de cierta extracción social, a generalizarse y ser un comportamiento “normal” que tiene que ver con la estética de individuo.
Y es que hasta el momento es un tema poco estudiado pero del que se van publicando estudios esporádicos que alertan sobre esta práctica. Los estudios sobre las tintas utilizadas hasta el momento se habían hecho en modelos animales, sin embargo, se sabía poco en los humanos.
Si que sabemos que la aplicación de tatuajes tienen el riesgo producir alergias, infecciones, granulomas... en la piel. Sin embargo, lo que preocupa no es esto, es que los pigmentos utilizados, al ser insolubles y acumularse en la piel durante toda la vida del individuo pudieran tener alguna repercusión en el resto de los tejidos del cuerpo. 
Se sabe en la actualidad que estas sustancias pueden viajar hasta los ganglios linfáticos y quedar allí acumuladas durante décadas. Estos pigmentos colorean los nódulos linfáticos y pueden provocar dificultades, e incluso equivocaciones, a la hora de analizarlos y de diagnosticar ciertas enfermedades, cuando el individuo cae enfermo.
 Los pigmentos de los tatuajes suelen derivar de óxidos de metales o sustancias poliaromáticas que en principio se suponen que son inertes. Sin embargo, existen personas que reaccionan a éstas, sensibilizándose. Existen sensibilizaciones al niquel, al cromio, al manganeso, o al cobalto, que son parte de los pigmentos o contaminantes de éstos.
Al margen de éstos metales están los derivados de carbón negro (policíclicos aromáticos) que contienen y que son carcinógenos (posibilidad de producir cáncer)  y del óxido de titanio. Esta sustancia que se utilizaría como un pigmento blanco  para hacer tonos y mezclas con otros colores, dependería de su estructura para reaccionar con el oxigeno cuando se expone el individuo a la luz solar produciendo efectos adversos a nivel cutáneo. Sin embargo, al margen de las posibles reacciones en la piel, lo que más preocupa a los científicos es la migración de estas sustancias hacia los ganglios linfáticos.
En estudios sobre personas fallecidas que portaban tatuajes mostraron como el óxido de titanio y otros pigmentos del tatuaje se alojaban en otros tejidos no exclusivamente en la piel. Parte de estas partículas de la tinta acaban siendo fagocitadas (comidas) por células fagocíticas y transportadas a los ganglios linfáticos.
Uno puede pensar que borrando los tatuajes se soluciona el problema. Sin embargo, este “borrado” se realiza mediante  procedimientos como el laser que rompe estas partículas de la piel en otras más pequeñas que son transportadas hasta los nódulos linfáticos acumulándose, no solucionándose el problema.  
Un estudio de septiembre de este año (Schreiver et al, Sci Rep. 2017 Sep), que hemos leído, analiza mediante espectometría de masas (ICP-MS) y otro procedimiento mediante laser... el contenido de éstos elementos de los tatuajes en los tejidos. Con esto demuestran que los tóxicos contenidos en las tintas incrustadas debajo de la piel se mueven hacia los tejidos y se acumulan en los ganglios linfáticos. En éste estudio vieron como los ganglios linfáticos tenían los niveles aumentados de aluminio, cromio, niquel y cobre, así como óxido de titanio. 
Aunque no se conoce con exactitud que ocurre con este acúmulo de fragmentos de los tóxicos a lo largo del tiempo, pues la aparición de cánceres, que es lo que se sospecha, precisa muchos años para manifestarse, se intuyen que pueden incrementar el riesgo de presentar cáncer. 
Algo parecido a lo que ocurrió con el tabaco, con el que hemos empezado este artículo.
O sea que ¡ojo!, no tatuarse o de hacerlo de manera simbólica.

mateu seguí díaz
médico de familia

Seguí Díaz M. Los tatuajes un problema para la salud a largo plazo. Es Diari MENORCA. 26-12-2017: 15
http://menorca.info/

Schreiver I, Hesse B, Seim C,, Castillo-Michel H, Villanova J, Laux P, Dreiack N, Penning R, Tucoulou R, Cotte M, Luch A. Synchrotron-based ν-XRF mapping and μ-FTIR microscopy enable to look into the fate and effects of tattoo pigments in human skin. Sci Rep. 2017 Sep 12;7(1):11395. doi: 10.1038/s41598-017-11721-z.

Roxanne Nelson, BSN, RN  Do Tattoos Raise the Risk for Cancer? Medscape September 21, 2017

MAR DE MIGUEL  La tinta de los tatuajes afecta al sistema inmune. El Mundo 13 SEP. 2017 


martes, 17 de abril de 2018

Las comunicaciones a los congresos de Atención Primaria, entre la “ética o estética”. El Primary Care Diabetes Europe (PCDE) como paradigma

Las comunicaciones a los congresos de Atención Primaria, entre la “ética o estética”. El Primary Care Diabetes Europe (PCDE) como paradigma

Una comunicación de Santiago Ramón y Cajal (1852-1934)  (la “Doctrina de la Neurona”) en el  Congreso de la Sociedad Anatómica Alemana  (Berlín, 1889) hizo saltar a la palestra a nuestro premio nobel. Una comunicación del CDV-REAL nos puso sobre aviso sobre los importantes datos de un estudio sobre los inhibidores de los inhibidores de los cotransportadores de la bomba de sodio-glucosa 2 (iSGLT-2)… y es que las comunicaciones (ComM) a los Congresos Médicos (CM) han sido una importante y rápida fuente de conocimiento fuera del circuito de las publicaciones clásicas, siempre más lentas.
Los ComM son necesarios primariamente bajo este concepto, pero también lo son desde la óptica del médico de a pie que quiere dar a conocer y compartir sus investigaciones. También lo son desde la óptica de los CM dado que con ello aumentan la participación de los médicos en dichos eventos, a la vez que es una buena forma de valorar la calidad y el impacto de los CM en el mundo científico.
Sin embargo, las ComM en los CM se han convertido en un tema controvertido para las Sociedades Científicas. Son necesarios pero al mismo tiempo no se sabe muy bien que hacer con ellos. Como regularlos. Hacerlos lo máximo de accesibles, evitando filtros, reduciendo la calidad y con ello aumentando su número; o por el contrario, establecer protocolos estrictos que aumenten la calidad de éstos a la vez que restrinja su cantidad. Esto último tiene el efecto secundario de disuadir a los médicos a presentar trabajos por el simple propósito de aumentar su  currículum vitae (CV) sin aportar nada a la comunidad científica.
Sin embargo, en mi opinión, lo que está ocurriendo en los CM de Atención Primaria va en sentido contrario, se disminuyen los requisitos de los trabajos presentados, primando más el objetivo de conseguir la certificación de su presentación (o publicación) cara al CV, que el interés de lo comunicado y de la metodología utilizada mermando con ello su interés y calidad. Este comportamiento tiene como único fin agradar al futuro congresista y con ello aumentar el número de asistentes (inscripciones) que se esperan conseguir. Tanto el número de ComM como el número de asistentes se convierte en un objetivo en sí mismo, con el efecto sobre éstas de que vayan mermando su interés y valor comunicativo. Por tanto, como un efecto “boomerang” al aumentar el número de éstas y disminuyendo la calidad disminuye la cantidad de médicos que se preocupan, se interesan por lo que se va a comunicar. Lo que es una lástima.
Por ello, las ComM en los CM generan una relación de “amor/odio” pues de la misma forma que se necesitan mutuamente se convierten en un problema para ambos.
Un problema organizativo que se soluciona funcionalmente, dividiendo los ComM en comunicaciones orales o poster y reduciendo el tiempo de exposición hasta llegar como me he encontrado el último fin de semana en el congreso del (Conference) del Primary Care Diabetes Europe (PCDE) que se ha celebrado en Barcelona, que la mitad de la ComM no tenían derecho ni siquiera a su defensa oral.
El maltrato que se hace a las ComM en los CM de AP, y con ello a los médicos que las presentan es creciente, sobre todo en la modalidad de “poster”. La degradación a la que se les somete llega al extremo de que el primer firmante defiende (si le dejan) su poster en un sala o pasillo al mismo tiempo que otros hacen lo propio, sin separación alguna y en el momento de de esparcimiento o “café” de los congresistas, de tal modo que el sonido ambiente no deja escuchar la exposición mas allá de la primera línea (4-5 personas). O sea, las comunicaciones más que ser un acto serio de trasmisión de conocimientos científicos se convierten en parte del ambiente de ocio del CM.
Las ComM a los CM es algo muy importante para el médico pues le exige un esfuerzo considerable, tanto sea, salvando las distancias, un caso clínico como un proyecto de investigación, que lleva aparejado un trabajo de diseño, trabajo de campo, análisis, la redacción del documento o poster, presentación, y sobre todo, la inquietud, la emoción de exponer en público los resultados del mismo. De ahí que no se entienda que, por una parte se degrade su exposición a un mínimo acto protocolario o que se pueda permitir publicar resúmenes de trabajos presentados a CM y sin posibilidad de su exposición pública, tal como le ha pasado a este bloguero recientemente en el CM aludido.
En mi opinión, el criterio de admisión de la ComM debe ser en base al interés (novedad) de lo comunicado y en el rigor de la metodología utilizada. No puede existir una diferencia tan grande entre la presentación oral (en nuestro caso más de 300 asistentes) frente a los posters (4-5 efectivos), cuando muchas veces (es el caso) la diferencia de calidad y novedad de lo comunicado no lo justificaba.
Debemos dignificar el acto de presentar las ComM a los CM.

-Seguí M, Carramiñana F, Garcia J, , Franch J.  redGDPS, Barcelona (Spain). The impact on health professionals of the redGDPS network blog at the time of reaching 1,000,000 queries. Poster 1272. en el 15th Primary Care Diabetes Europe  Conference. Barcelona 13-14 Abril 2018


miércoles, 11 de abril de 2018

El mantenimiento de los niveles de colesterol a edades avanzadas podría “proteger del deterioro cognitivo”

El mantenimiento de los niveles de colesterol a edades avanzadas podría “proteger del deterioro cognitivo”


Sobre el colesterol no está todo escrito. Sabemos que la repercusión de éste en las personas en general no siempre es el mismo, tanto en riesgo cardiovascular (RCV) con en el deterioro cognitivo, que es de lo que va este artículo.
A priori los niveles altos de colesterol se relacionan con mayor arteriosclerosis y con ello mayor riesgo de patología cerebro-vascular, sin embargo, estos aspectos se refieren a épocas medias de la vida, o dislipemias surgidas en dichas edades y mantenidas en el tiempo. Sin embargo, tener el colesterol más alto que bajo en edades avanzadas tiene una traducción distinta a nivel cognitivo según la edad, según señala este artículo. Es decir la relación de los niveles de colesterol y la demencia van cambiando a medida que el individuo envejece.
De 5.079 participantes de la cohorte del  Framingham Heart Study se identificaron a 1.897 individuos con una cognición intacta al inicio del estudio y que cumplieron criterios de inclusión.
Se utilizaron datos de los exámenes bianuales entre los años 1948-53 y 2012-14 de la cohorte original de Framigham. Se definió como “cognición intacta” según una puntuación  ≥25 del Mini–Mental State Examination (MMSE). El punto en el que se encontró un  deterioro cognitivo,  de la llamada “edad umbral” o la última edad en la que la cognición estuvo intacta, a partir de la o hubo un   MMSE ≤20 o hubo un diagnóstico de demencia (“deterioro cognitivo marcado”).
Se determinó al menos tres medidas del colesterol total en la “edad umbral”. El colesterol normal se definió como inferior a  200 mg/dl y un valor ≥200 mg/dl como alto. La edad media fue de  40,2 ± 6,8 años; 747 varones y 1150 mujeres. De éstos 316 al final de seguimiento tuvieron un deterioro cognitivo marcado (114 diagnosticados de demencia y 202 con un test de MMSE ≤20)
Para el análisis se aplicó un sistema de regresión múltiple Cox con el que estudiar la incidencia del declinar cognitivo de estos participantes incluyendo coeficientes dependientes del tiempo transcurrido asociados al colesterol total y a la edad.
Los intervalos etarios estudiados fueron entre 75-84 años y entre 85-94 años.
Según este modelo la protección en el declinar cognitivo distingue subpoblaciones asociadas a los niveles de colesterol. Distintas relaciones se desarrollan en general  en este aspecto pudiéndose estimar que se aumenta el RCV al tiempo que se protege la cognición, de tal modo que en individuos mayores de 85 años los niveles de colesterol más elevados reducirían el riesgo del declinar cognitivo cuando se comparan con individuos 10 años más jóvenes en los que la elevación  del colesterol de produjo de una manera parecida.  
No se quieren decir con esto que el colesterol sea protector del declinar cognitivo, sin embargo en pacientes ancianos con una cognición normal a estas edades un colesterol más elevado les disminuye el riesgo. Lo que indica es que el colesterol sería un marcador de otros factores protectores  que a estas edades mejoraría la cognición. 
Y es que si bien un colesterol elevado a edades medias de la vida se relacionaría con un peor nivel cognitivo no daría los mismos resultados en edades elevadas (85-94 años), señalan. 
La explicación se encontraría que los niveles de colesterol se reducen en edades avanzadas al estar relacionado con la morbilidad y por ello con el deterioro cognitivo. Su mantenimiento o aumento podría ser un signo indirecto de buena salud.

Silverman JM, Schmeidler J.  Outcome age-based prediction of successful cognitive aging by total cholesterol. Alzheimers Dement. 2018 Mar 1. pii: S1552-5260(18)30028-1. doi: 10.1016/j.jalz.2018.01.009. [Epub ahead of print]

Batya Swift Yasgur. High Cholesterol Tied to Lower Cognitive Decline Risk in Oldest Old
Medscape. March 14, 2018