La leche entera reduce el peso en los niños más que la descremada
La moda del miedo al colesterol ha hecho que desde hace algunos años se modifique el consumo de leche entera por otro tipo de leches, descremadas, semidescremadas u otras, que yo llamo de fantasía (pues no son leches), de soja...El miedo al consumo de colesterol ha llegado a nuestros niños condicionando que estos en muchas ocasiones sean alimentados con leches descremadas u de otro tipo pensando que así les evitamos algún tipo de riesgo. La realidad es que los expertos recomiendan a los niños mayores de 2 años que ingieran una leche con un contenido entre 0,1-2% de materia grasa -MG con la pretensión de reducir la obesidad infantil. Sin embargo, como hemos visto en otros escritos la principal causa de obesidad no es la grasa en sí misma, si no la cantidad de hidratos de carbono (HC), de azucares añadidos a los alimentos (zumos...) que consume la sociedad en general y los niños en particular.
Recientemente en American Journal of Clinical Nutrition se ha publicado un artículo en forma de revisión sistemática con metaanálisis que financiado por la Canadian Institutes of Health Research, ha intentado dar una respuesta a este problema. Se hizo una búsqueda de todo lo publicado al respeto hasta agosto del 2019 en bases de datos médicas tipo Embase (Excerpta Medica Database), CINAHL (Cumulative Index to Nursing and Allied Health Literature), MEDLINE, Scopus, y la Cochrane Library. Se incluyeron estudios observacionales y de intervención sobre niños sanos entre 1-18 años y que describieran el consumode grasa lactea de vaca y adiposidad de los infantes. Se utilizaron los puntos de corte del Centers for Disease Control and Prevention y de la International Obesity Task Force.
El metaanálisis se realizó mediante una metodología de efectos aletorios que evaluaba la relación entre el consumo de grasa láctea de vaca y el riesgo de sobrepeso u obesidad. La adiposidad fue determinada utilizando la puntuación del índice de masa corporal (“BMI z-score (zBMI)), el peso según la edad, la masa grasa corporal, la masa magra corporal, la circunferencia de cintura, la razón de cintura/cadera, el porcentaje de grasa corporal, el espesor de pliegue cutáneo y la prevalencia de sobrepeso y obesidad según definición de la Organización Mundial de la Salud (OMS)
La ingesta alimentaria se hizo en base a cuestionarios alimentarios, recuento de alimentos por diversas vías o recuerdo de la ingesta durante 24 horas.
Se identificaron 5.862 documentos de los cuales 28 cumplieron los criterios de inclusión; 20 eran estudios transversales y 8 estudios prospectivos de cohortes. No se encontraron ensayos clínicos aleatoriazdos (ECA).
Según este análisis en 18 estudios el alto consumo de grasa láctea de vaca estuvo asociado con menor adiposidad en la infancia, y 10 estudios no identificaron ningun tipo de asociación en este sentido.
El metaanálisis de 14 de los 28 estudios incluidos (20.897 pacientes) comparando el consumo de leche entera con leche descremada (diversos tipos) con medidas directas de sobrepeso u obesidad mostraron como aquellos que consumían leche entera (3,25% de MG) comparado con descremada (0,1-2%) el riesgo en forma de odds ratio (OR) de sobrepeso u obesidad fue de 0,61 (IC 95% 0,52, a 0,72; p inferior a 0,0001), si bien es cierto que la heterogeneidad de los estudios fue alta (I2 = 73,8%).
Concluyen que según los estudios observacionales se puede sugerir que la ingesta leche de vaca con alto contenido de MG estaría asociado con menor adiposidad en los niños. Una conclusión que sorprende cuando se ha estado recomendando reducir la MG de la leche con la pretensión de reducir la obesidad en los niños.
Con todo se precisan ECA claros (si es posible su realización) con los que determinar cuál leche de vaca y qué contenido de MG reduciría el riesgo de adiposidad en la infancia. La primera impresión, sin embargo, es que la leche entera se asociaría con una menor probabilidad (hasta un 39%) de sobrepeso u obesidad en los niños que la consumen frente a aquellos que utilizan la leche descremada; todo ello teniendo en cuenta los posibles factores confusores, al ser estudios observacionales, relativos a la ingesta calórica, ejercicio físico...no determinados en este análisis.
La explicación más plausible tendría que ver con la sensación de saciedad que la MG produce por un lado y el reemplazo calórico con alimentos con más HC, azucares añadidos, zumos,.. u otros alimentos con MG.
A partir de ahora probablemente habrá que cambiar las recomendaciones
Vanderhout SM, Aglipay M, Torabi N, Jüni P, da Costa BR, Birken CS, O'Connor DL, Thorpe KE, Maguire JL. Whole milk compared with reduced-fat milk and childhood overweight: a systematic review and meta-analysis. Am J Clin Nutr. 2019 Dec 18. pii: nqz276. doi: 10.1093/ajcn/nqz276. [Epub ahead of print]
Tara Haelle. Can Whole Milk Reduce Risk for Obesity in Kids?. Medscape. January 06, 2020
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