miércoles, 1 de enero de 2020

La dieta vegana

La dieta vegana

Hace unos  meses vinieron a mi consulta unos padres con su hijo de no más de 15 años que era vegano, al parecer habían intentado convencerlo de que hiciera una dieta normal, pero no lo habían conseguido, se habían rendido, lo máximo que habían alcanzado es que el adolescente viniera a la consulta a hacerse un análisis para ver si continuaba sano. Mi conversación con el chico fue corta, sin embargo, creo que una idea le dejé clara, que las dietas llamadas “normales” no precisaban de análisis, las veganas siempre.  Por tanto, algo fallaba.
Las dietas vegetarianas van desde las que no ingieren ningún producto animal (veganas), a aquellas que ingieren huevos y leche pero no carne (ovolacteovegetarianas), pescovegetarianas (con pescado) a las semivegetarianas (que comen ocasionalmente algo de carne). Todas ellas se fundamentan en ingerir fundamentalmente cereales integrales, frutas, verduras, legumbres y frutos secos.
Estas dietas no son superiores a otras en resultados de salud, supervivencia…o como han mostrado metaanálisis (estudios de todos los estudios publicados hasta la fecha) como el Schwingshackl L et al (hasta julio 2017) en pacientes con diabetes tipo 2, en las que señalaba que cualquier dieta de las actuales serviría para mejorar el control de la glucemia en estos pacientes, siendo la mejor la dieta mediterránea (80%) en el control metabólico de estos pacientes, quedando la dieta vegetariana en tercer lugar. Con todo, no existen muchas evidencias al respecto. Habrá que ver a largo plazo cuál es el  comportamiento de la dieta vegana en la osteoporosis de la mujer menopáusica, en el estado mental, en la fragilidad del anciano, en el desarrollo del niño…
Sin embargo, el veganismo en sí, no es un tema dietas o de salud exclusivamente, es una creencia, una especie de religión que impide al convencido comer, ingerir, u utilizar nada de origen animal, lo que es muy complicado en la actualidad.
Y digo que es complicado, pues si bien es cierto que podemos elegir una dieta exclusiva exenta de productos animales, o productos fabricados a partir de los animales (calzado, vestimenta…), no así podemos prescindir de otros servicios generados directamente por la técnica, en donde la experimentación animal es obligatoria; por ejemplo las pruebas diagnósticas, los medicamentos, los antibióticos, la cirugía…y que fundamentan hoy en día nuestro estado del bienestar.  Gran parte de la  tecnología que se crea para el ser utilizada directamente en el ser humano ha sido antes experimentada en animales, si no, no es aprobada. Es decir, no es solo un tema estar de acuerdo o no con las corridas de toros, o con comer productos vegetales,.. va mucho más allá. En realidad el ser humano ha llegado a ser lo que es gracias a la utilización de los animales.
La evolución desde los primeros homínidos al homo sapiens, su evolución cerebral, manos (oposición del pulgar), posición erecta, sus intestinos,.. tienen que ver con el hecho que desde la diferenciación como humanos seamos omnívoros (entre otras razones), y por tanto que nuestra alimentación haya dependido de alguna manera de los animales. Esta evolución ha condicionado que nuestro organismo se haya hecho dependiente en buena medida  de los productos derivados de estos. De ello ya hablamos en el Es Diari en  un artículo sobre la leche y la evolución del ser humano (Es Diari 08/01/2019:18).
Si bien estoy  de acuerdo que debe existir una regulación que impidan el sufrimiento animal innecesario, me preocupa que la extensión del animalismo sin más produzca problemas medioambientales al liberar especias importadas, o creadas para la ganadería…en la naturaleza y competir éstas con las especies salvajes propias (ej: affaire de la desaparición de visón europeo, de especies de aves tras la liberación de visones americanos…).
Personalmente, mi alimentación es más ovo-lacteo-vegetariana o mediterránea que occidental; como poca carne, pues considero que más saludable sobre todo a partir de una cierta edad. Sin embargo, los niños adolescentes precisan proteínas animales (más abundantes y de mayor calidad), hierro, calcio y vitaminas provenientes de este mundo, para su crecimiento y desarrollo. Sin control, la dieta vegana es deficitaria.
Sin embargo, traigo este tema hoy aquí a raíz de una comunicación en la última reunión de la  European Association for the Study of Diabetes (EASD) que se celebró en Barcelona en septiembre pasado; una comunicación al respecto, muy interesante por la que se llegaba a la conclusión que el cambio de dieta normal a dieta vegana era capaz de modificar la flora intestinal (la microbiota) y con ello perder peso aun ingiriendo las mismas calorías.
Y es según lo que comemos tenemos unas bacterias en nuestros intestinos distintas, estas bacterias influyen en nuestro metabolismo, pero también a otros niveles como el neurológico (ya hablamos de los yogures y depresión -Es Diari 22/04/2017:19-, hace algún tiempo); es decir que somos lo que comemos.
Según este estudio las dietas veganas inducen una microbiota distinta que actuaría sobre la sensibilidad a la insulina, el control metabólico y el peso.
Se hizo un estudio en 148 individuos con sobrepeso u obesidad sin tener diabetes que fueron aleatorizados o a una dieta vegana baja en grasas o a continuar con su dieta habitual, y ambas sin restricción calórica (podían comer la cantidad que quisieran).
El objetivo fue evaluar el efecto de una dieta a base de vegetales sobre la microbiota intestinal, el peso, la composición corporal y la sensibilidad a la insulina a las 16 semanas. 
En este tiempo se comprobó como el peso se redujo de manera significativa (medio kilogramo por semana) en el grupo de la dieta vegana frente a la dieta habitual, llegando a los 5,8 kg de pérdida al final del período estudiado y todo ello a costa de una importante pérdida de masa grasa básicamente visceral (abdominal). Y lo  más importante sin restringir las calorías ingeridas.
Comprobaron que la ingesta a base de vegetales exclusivamente incrementaría en los intestinos una clase  microorganismo,  los bacteroidetes y  la concentración del Faecalibacterium prausnitzii (F prausnitzii), una bacteria que se alimenta de fibra vegetal (produce ácidos grasos de cadena corta) y que activaría el metabolismo aumentando la pérdida de grasa corporal. 
El tema es interesante, aunque deberíamos saber si al final ambos grupos ingirieron las mismas calorías o no, pues puede que los de la dieta vegana ingirieran menos cantidad por el tipo de dieta (tal vez por ser menos apetitosa). Sea como fuere sería una prueba como la dieta pueden cambiar nuestros microorganismos intestinales y con ello influir para bien o para mal en nuestra salud.
Al margen de este efecto debemos tener en cuenta como he comentado al inicio de este artículo que la dieta vegana es deficitaria al menos en aminoácidos esenciales y en vitamina B12 lo que exige un control médico. Con todo, faltan estudios para poder establecer recomendaciones claras.

Sigue con contraréplica en el post

Mateu Seguí Díaz
médico de familia

Seguí Díaz M. La dieta vegana. Es Diari MENORCA. 30-10-2019. https://www.menorca.info/

Seguí Díaz M. El consumo de leche. La evolución humana y la diabetes. Es Diari MENORCA. 08-01-2019. https://www.menorca.info/

Seguí Díaz M.Los Yogures y la depresión. Diari Menorca.22-03-2017: 18  http://www.menorca.info/

Kahleova et al. EASD 2019 Annual Meeting. Presented September 19, 2019. Abstract 700.

Becky McCall. Vegan Diet Alters Microbiome and Insulin Sensitivity, Drops Weight. Medscape
September 17, 2019

Schwingshackl L, Chaimani A, Hoffmann G, Schwedhelm C, Boeing H. A network meta-analysis on the comparative efficacy of different dietary approaches on glycaemic control in patients with type 2 diabetes mellitus. Eur J Epidemiol. 2018;33:157-170. doi: 10.1007/s10654-017-0352-x. Epub 2018 Jan 4.


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