Edad y diagnóstico rápido
Hace algunos días tras ayudar a una compañera a hacer una ecografía a un paciente, otro compañero que estaba mirando la prueba, me preguntó ¿Cómo ha salido la ecografía del señor de 100 años? A lo que no contesté y me quede bloqueado, ¿100 años?, pues parecía que tenía alrededor 80.
La realidad, como he comentado muchas veces, es que los que llevamos mucho en esta profesión nos hemos dado cuenta como son muchos (o más que antes) los pacientes mayores de más de 90 años que acuden a nuestras consultas sin que dicha edad sea un inconveniente para la mayoría de actividades habituales, y una de ellas es ir a su médico de cabecera. La sociedad ha cambiado, se ha envejecido pero lo hace aportando un colectivo de pacientes mayores con mayor esperanza de vida, quizás con las mismas enfermedades que antaño, pero eso sí con tratamientos mucho más efectivos y con menos efectos secundarios que les permite vivir con gran calidad de vida. Y es que hace algunos años era frecuente hacerte idea del tiempo que viviría un paciente por la cantidad de medicinas que tomaba, en la actualidad esto ha cambiado y muchos individuos longevos viven gracias justamente a una gran cantidad de medicinas muy efectivas.
Este preámbulo tiene que ver con el hecho de que la sociedad y la epidemiología pueden ir por un lado y nuestro sistema sanitario en muchos aspectos ir por otro. Lo padecimos con la epidemia de la COVID-19 (coronavirus disease 2019) y de alguna manera, en mi opinión, lo padecen nuestros pacientes más mayores en pruebas diagnósticas, tratamientos… entendiendo que como su expectativa vital es más corta para qué utilizar recursos del sistema que pudieran destinarse a otras personas “teóricamente” con mayor supervivencia. Este aspecto se convirtió en un revulsivo ético al principio de la pandemia.
La realidad es que aún hoy existe un sesgo de información a estas edades pues la mayoría de los ensayos clínicos que estudian medicamentos, técnicas quirúrgicas.. este colectivo no se contempla al hacerse en individuos más jóvenes, con lo que el cambio de opinión basado en evidencias científicas del colectivo médico no es fácil.
Con todo, si que es cierto que estos criterios han ido cambiando, aunque no todo lo rápidamente que se quisiera, en tratamientos médicos (medicamentos costosos), quirúrgicos, de soporte (diálisis), de diagnóstico (pruebas de imagen). Y lo digo pues mientras un tratamiento no se aplica por el sistema de salud (NHS) del Reino Unido en un paciente anciano, si en cambio aquí en el nuestro; como un caso que recuerdo de un paciente inglés con una enfermedad pulmonar grave. Ambos países con sistemas públicos “inicialmente” parecidos.
Lo que me ha motivado a escribir estas líneas es la contradicción de los eufemismos de nuestro sistema por un lado y la posible discriminación por razón de edad por otro. Y digo eufemismos pues cuando de “algo se presume es que de algo se carece” y si leemos “consulta rápida” en el Servicio de Urgencias es que este servicio habitualmente va muy lento, y lo de “rápido” pueden ser algunas horas (vivencia como acompañante de un familiar), un eufemismo.
O, que es lo que me trae aquí, la “Unidad de Diagnóstico Rápido”, que significa, o da la sensación de significar, que es la única puerta rápida que le proporciona el sistema al médico de familia (MF) cuando está agobiado ante un diagnóstico grave, pues en general el resto del sistema es impermeable a la entrada; y que sea “rápido” no significa que mañana le atiendan y que pasado se le haga una prueba diagnóstica que afiance un diagnóstico o que lo descarte; si no que dentro la lentitud habitual de nuestro sistema es lo más rápido. Lo que da idea del funcionamiento de nuestro sistema.
Y volviendo a la edad, al ser esta unidad un sistema único, un cuello de botella, se debe saturar impidiendo su “rapidez”, con lo que al final se convierte en un filtro en el que la edad del paciente pudiera, en mi opinión, ser el condicionante principal. La pregunta que se nos plantea muchas veces es: ¿servirá para el tratamiento del paciente el diagnóstico precoz? ¿modificará su esperanza de vida?. Pregunta que la mayoría de veces no tiene respuesta. Esta impresión viene de comentarios con mis compañeros y de algunas situaciones vividas por este médico.
Y mirándolo así, parece que el criterio de aceptación para la atención del paciente por esta vía de acceso a la atención especializada en casos no demorables podría ser lo correcto; ahora bien, solo dentro un contexto de falta de recursos. Algo como ocurrió al inicio de la pandemia. No en la actualidad, que en mi opinión no tiene ninguna justificación.
Sin embargo, esto no es lo que parece, pues el motivo de crear dicha Unidad, al margen de dar una opción al MF para ser atendido el paciente más rápidamente por la atención especializada, es la falta de acceso de los MF a pruebas diagnósticas, en otro tiempo costosas, pero no en la actualidad. Pruebas que si disponen otros médicos de familia de otras Comunidades Autónomas (CCAA) y que son habituales utilizar en el diagnóstico de la mayoría de países occidentales en el primer nivel asistencial. Hablo de la resonancia magnética nuclear (RMN) y de la tomografía axial computarizada (TAC), pruebas altamente sensibles que puesta a disposición del médico del primer nivel le permiten afianzar un diagnóstico certero y rápido sin tener pasar filtros ni esperas. Nosotros somos la verdadera “unidad de diagnóstico rápido” si se nos permite optar a dichas pruebas y en tiempo razonable.
Y es que llegar al diagnóstico no es solo para aplicar un tratamiento, es para dar una información a la persona enferma que le permita hacerse un pronóstico vital, tomar el o ella y su familia sus propias decisiones para el futuro.
Puede pensarse que es un tema de costes, pero no es así, pues la mayoría de pruebas previas a la remisión a dicha unidad son muchas veces más costosas (¿que vale una analítica ampliada?) que realizar una simple RMN o una TAC; es decir que muchas veces el proceso para poder llegar a solicitar dichas pruebas en el proceso diagnóstico es más caro que la misma prueba solicitada. ¿Para qué dichos filtros?. Me pregunto.
Por lo que, lo único que se me ocurre; lo único que justificaría esta situación sería la falta de recursos para poder realizarlas en el sistema público; pero para ello existe el privado (externalizar el servicio, como en muchas CCAA) en nuestra isla, que seguro que a costes razonables sería capaz de subsanar esta carencia evitando con ello la incertidumbre del galeno, de la familia y sobre todo el sufrimiento de nuestros pacientes más mayores.
Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. Edad y diagnóstico rápido. Es Diari MENORCA. 29-06-2022:32 https://www.menorca.info/
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