El té y el café protegen del accidente cerebro vascular y la demencia
Sobre el café y el te, hemos hablado en distintas ocasiones, ambos se parecen pero existen diferencias.
El te es fuente de polifenoles, dentro los que se encuentran los flavonoides con diferencias según sea el té verde (más epigalocatequina) o té negro (más teaflavinas y tearubiginas) que les confieren su distinto sabor y distintas cualidades antioxidantes. En este aspecto comentamos como el efecto antioxidantes se percibiría en la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL-c) actuando a priori en el riesgo cardiovascular (RCV), y en la prevención de la oxidación del ADN celular (producción de glucuronosiltransferasas) en el riesgo de cáncer...entre otras acciones.
En cuanto a la cafeína, común con el café, su cantidad, inferior a la de este alimento, depende el procesado del mismo. Menos en el té amarillo y blanco y más en el té negro (60-90 mg).
El café, por su parte, además de la cafeína tiene también sustancias antioxidantes (más de 1000 componentes bioactivos, desde ácidos clorogénicos, diterpernos, cafestol, kahweol…) que al igual que el té tendría propiedades antiinflamatorias, antifibróticas, y antineoplasicas. Esto significa que el café descafeinado, aún no teniendo cafeína, mantendría todas estas cualidades.
En este aspecto, al margen de la cafeína, los polifenoles y flavonoides del té y del café podrían jugar un papel neuroprotector al actuar sobre el estres oxidativo, la inflamación, un efecto antiapoptotico y la inhibición de la agregación de las proteínas betaamiloides.
Según los estudios hasta el momento los efectos beneficiosos de café se manifestarían entre una y cuatro tazas diarias. Y por otro lado el consumo de café suele estar relacionado con el consumo de té, que en algun estudio lo ha cuantificado de hasta un 70%. O sea que quien consuma café también consumiría té (al menos en el mundo anglosajón)
Hoy hablamos del accidente vásculo cerebral (AVC) y de la demencia, dos diagnósticos que pueden estar asociados, habida cuenta que el haber padecido un AVC duplica el riesgo de padecer demencia, de tal modo que se afirma que un tercio de los casos de demencia podrían prevenirse evitando los AVC.
Comentaremos aquellos datos que asocian ambas bebidas, pues existen aquellos que demuestran que existe una asociación inversa entre el consumo de café y del té en la incidencia de AVC y de la demencia, aunque la asociación de ambos alimentos y la incidencia de demencia tras la AVC no esta estudiada.
El objetivo, por tanto es el de investigar la asociación del café y del té en separado y combinados en el riesgo de desarrollar un AVC, una demencia o una demencia post AVC en una cohorte de base poblacional inglesa importante (UK Biobank).
Para ello se siguieron los perceptos de la Guía de Práctica Clínica (GPC) el STROBE (Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology) en este tipo de estudios.
La UK Biobank incluyó a más de 500.000 individuos (39-74 años) del Reino Unido (UK) entre los años 2006 y 2010 y seguidos hasta el 2020 de los que se recabó información mediante entrevistas, cuestionarios, grabaciones, exploración física y análisis de sangre.
Se excluyeron aquellos pacientes que manifestaron haber padecido una AVC o demencia o tener este diagnóstico por su historia clínica. Al final se contabilizaron a 365.682 individuos que fueron introducidos en el análisis, de los que se recabó el consumo de té o café al inicio del seguimiento.
En una media de seguimiento de 11,4 años 10.053 individuos desarrollaron un AVC y 5.079 demencia. La asociación del café y del té con el AVC no fue lineal (p por no linealidad inferior a 0,01), encontrando que una ingesta de café de 2-3 tazas de café día o de 3 a 5 tazás de té o de su combinación (4-6 tazas) se asoció con un menor riesgo aleatorio (Hazard ratio -HR) de AVC y de demencia.
Cuando de comparaba con aquellos que no bebían té o café, la ingesta de 2-3 tazas de café y de 2 tazas de té diarios se asoció con un 32% menor riesgo de AVC HR 0,68 (IC 95% 0,59 a 0,79; p inferior a 0,001) y un 28% menor riesgo de demencia HR 0,72 (IC 95% 0,59 a 0,89; p 0,002).
En este sentido la combinación del te y del café se asoció con un menor riesgo de demencia post AVC con un consumo de 3-6 tazas de café y té diarios HR 0,52 (IC 95% 0,32 a 0,83; p 0,007).
Concluyen que la ingesta de café o te separadamente o en conjunto se asociarían con un menor riesgo de AVC y de demencia. Que la misma combinación reduciría el riesgo de demencia postAVC.
Steven Rourke. Drinking Tea: Are the Health Benefits Real?. Medscape. January 17, 2019
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