La anosmia y la disgeusia, síntomas precoces en pacientes de COVID-19
Cuando empezó la epidemia por coronavirus y aún no había casos en nuestra isla y si mucho miedo al contagio, contactó conmigo vía telefónica una paciente joven venida de Barcelona.
Su único síntoma era una falta de gusto e imposibilidad para oler (anosmia) desde hacía escasos días, al tiempo que no tenía gusto, una disgeusia. Era muy desagradable. La verdad es que no supe a que achacarlo pues no tenía otros antecedentes. El mismo día leí como habían surgido otros casos relacionados, incluso en personas mediáticas, que al final tuvieron la infección por virus COVID-19 sin otros síntomas.
La disgeusia en sí sería el síntoma que se produciría al alterarse la percepción del gusto por pérdida del sentido del olfato.
Este síntoma ha sido relacionado con este tipo de infección, sin embargo, no conocemos su alcance y que valor predictivo de presentar una infección por COVID-19 sin otro síntoma tendría, si un paciente apareciera en la consulta con el mismo.
Encuestas telefónicas hechas en Corea del Sur encontraron que un 15,3% de 3.191 pacientes con COVID-19 confirmado presentaban o anosmia o disgeusia. Otras fuentes hablan de hasta ⅔ de 100 pacientes confirmados a COVID-19 con síntomas leves. Se comenta que serían síntomas tardíos en pacientes con sintomatología moderada o escasa gravedad.
Con todo, ni la World Health Organization (OMS) ni los US Centers for Disease Control and Prevention (CDC) reconocían a la anosmia como un síntoma en el cribado de la enfermedad hasta el momento. Ultimamente leemos que el CDC ya lo introduce en el diagnóstico, por lo que se haga en para el estudio del mismo será bien recibido.
*Un estudio de Yan CH et al investigó estos síntomas con el objetivo de evaluarlos a los efectos de cribado y aislamiento de los casos.
Se trató de un estudio transversal de aquellos pacientes que informaron de estos síntomas. De 1.480 individuos con sintomatología gripal que se sometieron a pruebas del COVID-19 entre el 3 y 29 de marzo (2020). En el análisis se introdujeron 59 de 102 (58%) individuos con COVID-19 positivo y a 203 de 1378 (15%) con COVID negativo.
Según este análisis la pérdida de gusto y capacidad de oler se manifestó en el 68% (40/59) y el 71% (42/59) de los con COVID-19 positivo respectivamente. En los COVID-19 negativos fue de 16% (33/203) y 17% (35/203) (p inferior a 0,001).
Según este análisis la pérdida de olor y gusto fue un factor potente e independiente asociado con la positividad a la prueba del COVID-19. El riesgo aleatorio en forma de Odds ratio (OR) de anosmia fue de 10,9 (IC 95% 5,08‐23,5) y de ageusia OR 10,2 (IC 95% 4,74‐22,1).
En sentido contrario la odinofagia se asoció justamente con la prueba COVID-19 negativa OR 0,23 (IC 95% 0,11-0,50).
De los pacientes con pérdida de gusto u olor asociado al COVID-19 el 74% (28/38) solucionaron su anosmia en el momento que se resolvió la enfermedad.
Según este estudio en individuos con síndrome clínico gripal la alteración sensorial relacionada con el gusto y olor estuvo fuertemente asociada con la infección del COVID-19, por lo que podría ser considerada como un síntoma de cribado de la enfermedad. La mayoría de los que padecen esta sintomatología solucionarán su problema en pocos días.
*En este sentido es interesante como las academias de American Academy of Otolaryngology—Head and Neck Surgery de EEUU ha creado una herramienta para clínicos al respecto (COVID-19 Anosmia Reporting Tool for Clinicians): una plataforma a la que subir casos con anosmia y disgeusia relacionados con el COVID-19, y a partir de allí extraer conclusiones.
El estudio piloto con los datos entre el 25 de marzo y el 03 de abril, sobre 234 entradas analizadas (47% de especialistas en ORL) mostró como la anosmia se encontró hasta en el 73% de los casos previo al diagnóstico de COVID-19, este síntoma contribuyó a realizar la prueba del COVID-19 en el 40% de los casos y en una cuarta parte de los casos (26,6%) este fue el síntoma inicial.
De estos el 27% la anosmia mejoró en una media de 7,2 días (casos con seguimiento no finalizado), pero el 85% del grupo al final mejoró en 10 días.
La causa de esta disfunción olfatoria no ha sido del todo esclarecida pero se apunta sobre la acción del virus sobre los receptores del encima convertidora de la angiotensina-2 de la membrana basal del epitelio nasal o la afectación del bulbo olfatorio...
Todo esto nos lleva a sugerir que la pérdida de olfato y de gusto en este contexto epidémico de COVID-19 y en ausencia de congestión nasal o rinorrea, tendria que ponernos en alerta ante la sospecha de un posible caso de COVID-19.
Según el estudio de Yan CH et al la presencia de estos síntomas hace que se tenga hasta 10 veces más probabilidad de presentar dicha infección que otras causas de infección vírica. Y lo más importante, algo que puede ocurrir en personas asintomáticas que en este momento son contagiosas del coronavirus.
Yan CH, Faraji F, Prajapati DP, Boone CE, DeConde AS. Association of chemosensory dysfunction and Covid-19 in patients presenting with influenza-like symptoms. Int Forum Allergy Rhinol. 2020 Apr 12. doi: 10.1002/alr.22579. [Epub ahead of print]
Kaye R, Chang CWD, Kazahaya K, Brereton J, Denneny JC 3rd. COVID-19 Anosmia Reporting Tool: Initial Findings. Otolaryngol Head Neck Surg. 2020 Apr 28:194599820922992. doi: 10.1177/0194599820922992. [Epub ahead of print]
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