¿Sobre la autorresponsabilidad en la salud y la atención en la sanidad pública?
Es éste un tema complicado que con una cierta frecuencia se plantean más allá de nuestras fronteras. Recientemente ha salido la noticia en los medios de comunicación que en el condado de York (Reino Unido) se ha propuesto demorar la atención quirúrgica no urgente a los pacientes fumadores u obesos. En un caso, se ha apuntado para que abandonen el tabaco, en el segundo para que disminuyan su índice de masa corporal (IMC) por debajo de 30 (a partir de 30 se considera obesidad). Así se hace una especie de discriminación según el grado de autorresponsabilidad en la salud del paciente.
En ambos casos, la condición de fumar o de tener un IMC superior a 30 es un factor de riesgo añadido a la operación quirúrgica y a la propensión de complicaciones tras ella. Por lo que a priori tendría una explicación plausible. Con todo, al margen de culpabilizar al paciente por su condición de salud, como si fuera el único culpable y todo dependiera de su propia voluntad, la explicación al parecer es económica –como siempre- no poder dar a todos de todo, en un entorno económico de crisis con restricciones económicas.
Las restricciones económicas en sanidad pueden dar lugar a decisiones impopulares no entendibles por la población. Países en donde se tiene interiorizado por la población que el comportamiento individual tiene una repercusión a nivel colectivo su repercusión es menor. En el nuestro, en donde la autorresponsabilidad en la salud y el buen uso de los servicios parece que es un asunto ajeno, y en el que la culpa de todos los males de sistema corresponde a los políticos, es algo inconcebible.
Hace algunos días una paciente que había residido en Suiza me comentó que la no asistencia a la cita previamente concertada con el médico tiene un coste para el paciente en forma del pago de una cantidad de dinero. Un método disuasorio que obliga a preocuparse en anular la visita del médico si no se va a ir. En nuestro país, con unas listas de espera en especializada importantes los huecos generados en la lista de pacientes de los especialistas por enfermos que no acuden son un síntoma de esta despreocupación por mantener algo que es de todos. Cabría recordarle al paciente que si no acude a la visita y no la anula está perjudicando a otra persona que tendrá que esperarse meses para ser atendida. Otro síntoma de esta despreocupación es el modo que se utiliza el sistema sanitario para problemas de salud perfectamente solucionables en el entorno familiar (pacientes hiperfrecuentadores) sobrecargando el sistema (urgencias, atención primaria) impidiendo que aquellos que realmente lo precisan sean atendidos con rapidez.
Entiendo que si el civismo o la solidaridad no salen de uno mismo el sistema público debe proteger los derechos de todos. El abuso, que no el uso del sistema, la mala utilización, la falta de autoresponsibilidad sanitaria que al final repercute en el resto de los pacientes debería estar regulada. Lógicamente son medidas impopulares que ningún partido es capaz de aplicar, aún ni siquiera proponer.
Sería impensable en nuestro país que algo habitual en nuestro entorno europeo como franquicias por la utilización de los servicios, tickets moderadores, copagos corregidos según situaciones (económicas, patología…), pago por no cancelar las visitas…que al margen de corresponsabilizar al paciente en el sostenimiento del sistema lo obligaran a autoresponsabilizarse del mismo. Algo, que por otra parte, es de todos y estamos obligados a cuidar no solo por nuestra salud si no por la de nuestros hijos y nietos.
mateu seguí díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. ¿Sobre la autorresponsabilidad en la salud y la atención en la sanidad pública?. Diari Menorca.30-09-2016: 16 http://menorca.info/
Obsolescencia programada y medio ambiente
Hace 1 día
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