¿Es bueno el café para prevenir el hígado graso?
La esteatosis hepatica no alcoholica (EHNA), o hígado graso, es actualmente la causa más frecuente de elevación de las encimas hepáticas en el mundo occidental. Una enfermedad cada vez más frecuente, habida cuenta que es una manifestación de la insulinoresistencia que se genera en individuos con alteraciones metabólicas secundarias a cambios en los estilos de vida (obesidad, sedentarismo..). Según el National Health and Nutrition Examination Surveys (NHANES), que comentamos más adelante, muestra que en el escenario de EEUU (2007-8) la prevalencia de obesidad es de un 32.2% entre varones y un 35.5% entre mujeres y que las previsiones según estos datos harán que en el 2025 el 45-50% de la población estadounidense sea obesa, lo que conducirá que 25 millones de ciudadanos de EEUU puedan padecer EHNA, pues el riesgo es que el 25-30% de la población padezca EHNA y que un porcentaje de estos, hasta el 10-15% pueda llegar a padecer cirrosis, lo que no es un tema baladí.
Como vimos en un post en la redGPDS, el café tiene efectos preventivos de la DM2 al actuar sobre la insulinoresistencia lo que a priori lo haría válido en la prevención del hígado graso. Se trata de un alimento que contiene compuestos fenólicos, diterpenos, aminoácidos, vitaminas (tipo B, C ), azúcares, y cafeína, al tiempo que otras sustancias volátiles que son las que dan su olor (melanoidinas). La cafeína es la sustancia más conocida. Esta es una xantina (1,3,7- trimetilxantina) que al descomponerse en teofilina, teobromina y paraxantina, serían las responsables de sus propiedades estimulantes. Con todo, al conocerse que el café descafeinado tiene también propiedades preventivas, se sabe que al margen de la cafeína, los diterpenos (cafestol, kahweol), y los compuestos fenólicos (ácido caféico), que al ser antioxidantes, tendrían también efectos saludables.
Aprovenchándonos una vez más de la encuesta del National Health and Nutrition Examination Surveys (NHANES) estadounidenes se han podido sacar datos sobre los factores nutricionales (62 componentes) implicados en esta enfermedad hepática. En concreto según los datos proporcionados en sucesivas encuestas sobre el comportamiento alimentario entre los años 2001–2008, y en base una metodología basada en regresión múltiple con las que poder aportar datos que identifiquen los predictores nutricionales de la EHNA, evitando factores confusionales y que valoren, a su vez, la hipótesis sugerida por varios estudios previos, que el consumo de café podría prevenir la EHNA (menor elevación de las transaminasas hepáticas), como de alguna manera mejora al enfermedad hepática crónica (disminuye la fibrosis hepática) en incluso la avanzada, el café podría tener un efecto preventivo en la EHNA.
De los 41 658 individuos del NHANES 2001-8, 18 550 fueron introducidos en el estudio, y de estos 1782 cumplieron con la definición de EHNA, al tiempo que el resto, 16 768 fueron utilizados como controles. Primariamente los que presentaron EHNA fueron hispanos, con altas tasas de insulinoresistencia, hipercolesteronemia y obesidad.
De los 62 nutrientes identificados en el modelo univariante, el 38% estuvieron significativamente relacionados con el EHNA (p inferior a 0.05) y de estos la cafeína destacó como la más importante (p inferior a 0.001). En el análisis multivariante, teniendo en cuenta aspectos demográficos (edad, sexo, raza), clínicos y nutricionales, 24 (38%) fueron factores que se diferenciaron entre el EHNA y el grupo control. Nutrientes que fueron desde, proteínas totales, fibra, acidos grasos poli o monoinsaturados, colesterol, vitaminas, sodio, selenio… Como predictores de EHNA se encontró el hecho de ser de raza áfricana/americana (OR 0.5), ser anciano varón (OR 1.3), tener obesidad (IMC ≥30) (OR 2), consumo de cafeína (OR 0.9) y consumo de agua (OR 1). De los nutrientes, la ingesta de cafeína fue un factor independiente que se relacionó con un menor riesgo de EHNA, sugiriendo este hecho que tuviera una acción protectora.
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