viernes, 16 de febrero de 2024

Lengua y democracia

Lengua y democracia

A veces los titulares nos sorprenden y pensamos que son exageraciones del periódico más que afirmaciones sobre el  contenido de la noticia. Y a veces cuando se lee el texto entero uno no deja de salir de su asombro tanto por el contenido como por quien es el protagonista del mismo. En esta caso hablamos del candidato unitario a la presidencia de la Obra Cultural Balear (OCB) el Sr Antoni Llabrés  que, a mayor abundamiento es profesor titular de Derecho Penal especializado en Criminología, y que afirma que al parecer «Solo el 13 % del electorado votó a Vox; el resto sí apoya el modelo lingüístico educativo vigente» (Jaume Morey.  Kike Oñate Palma 07/02/24); desconocemos que significa “el resto”; el resto de votantes del resto de partidos, o de la ciudadanía en general. Tanto en un caso como en el otro es difícil de suponer que con los datos actuales del Instituto Nacional de Estadística (INE) que nos demuestran que el español es la lengua mayoritaria en la Islas Baleares con el 64% de lengua familiar, el 75% de utilización con los amigos y el 74,8% en el trabajo; que el 87% de los votantes o el mismo porcentaje de ciudadanos, según la noticia, este a favor de un sistema educativo de inmersión lingüística catalana único sin permitir optar por el español, lengua también de estas islas, y que sigue siendo  mayoritaria en la población de Baleares tras los casi 40 años de implementación la de la “Llei 3/1986, de 299; abril, de Normalització Lingüística a les Illes Balears” .

 ¿Tal vez, cree el presidenciable, que no deben tener derechos los castellanohablantes en educar a sus hijos en español en España? ¿No deben tener libertad los padres en la elección de la lengua con la que  quieren educarlos?.

Ciertamente fallos de nuestra democracia que no permite (¿o sí?) una democracia directa en cuestiones transversales y/o locales que afectan a toda la población al margen de la ideología política y de los políticos nos han llevado a situaciones como ésta. Fue una pena que la única vez que en nuestro país un movimiento español (mayo 2011) con repercusión internacional a favor de una democracia directa y en contra de la “casta” política (Movimiento 15-M, también llamado movimiento de los indignados) acabara creando otra “casta” pero de extrema izquierda (Podemos) y esta sin ninguna intención de reinvindicar una democracia más participativa.

Si, es que tal vez este es el problema,  el paso de una democracia “orgánica” (franquista),  a una parlamentaria (liberal), pero revanchista, para acabar en la deriva actual hacia una democracia populista (diría sanchista, bolivariana) que nos retrotrae a actitudes pretéritas en las que la educación pública que en este país estaba y está estatalizada (herencia del anterior régimen) y al servicio de nuestros políticos  es utilizada para adoctrinar a nuestros hijos, sea en la “Ideología de género”.. o en la “Lengua del imperio” perdón de los “Països Catalans”, en las Islas Baleares.  Un “catalanofranquismo” que nos duele cuando estos días leemos que “500 médicos de Baleares (Libertad Digital 05/2/2024 ) no atenderán a sus pacientes en español por su "amor por el catalán". A los más mayores les sonará de otras épocas. 

Mateu Seguí Díaz

Es Castell

Seguí Díaz M. Lengua y democracia. Es Diari MENORCA. 15-02-2024:27


 

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