Una chocante denuncia a la Ministra de Sanidad
Puede parecer chocante que un médico intente denunciar a una ministra por la gestión de un tema sanitario. Una crisis como ha sido la de la gripe A. Y parece chocante por lo desproporcionado, un poco como David contra Goliat. Un médico de cabecera (aunque sea un experto en salud pública y otras yerbas) de un pueblo contra una ministra y sus asesores, entre los cuales hay importantes expertos en salud pública. Sin embargo, parecerá chocante pero no es descabellado por un tema fundamental, por lo que llaman los economistas el “coste de oportunidad”, o lo que se ha dejado hacer por haber comprado innecesariamente unas vacunas para una enfermedad que a todas luces ya se sabía (por el comportamiento en el hemisferio sur) iba a ser más benévola que la gripe estacional, y por el inmenso despilfarro de caudales públicos (otros lo llamarán malversación de fondos) muy necesarios y más ahora que nos encontramos en una crisis económica.
Y es que el tema tiene tantos argumentos, como bien desgrana el Dr Gérvas en su denuncia, que no nos deja indiferentes a los médicos del primer nivel. Y no nos deja indiferente por el hecho en sí, de una epidemia mediática; si no por que justamente en nuestro nivel es donde se percibe mejor el concepto de eficiencia, del coste de la actividad sanitaria, traducido en nuestras consultas en la utilización de marcas genéricas en los medicamentos, o en los días de baja en las incapacidades laborales, o en las pruebas diagnósticas...con las que de alguna manera controlar el gasto y con nuestros medios hacer sostenible este “insostenible sistema”.
Y es que la administración sanitaria por una sospecha remota, una incertidumbre infundada, un tener que hacer algo (primero adelantar la vacuna estacional cuando se sabía que un virus desplazaría al otro, y después vacunar de la gripe A, cuando ya nos encontrábamos en plena epidemia), es decir cuando no había que hacer nada; simplemente por que está políticamente está mal visto el “esperar y ver”, y los votantes no perdonan; se tomaron decisiones innecesarias a un coste económico importante, con el dinero de todos los españoles.
Y es que a partir de ahora, ¿quien convencerá a los médicos que hagan esfuerzos por disminuir el gasto sanitario cuando quienes nos administran gastan el dinero de todos a manos llenas y sin criterio?. De ahí que, aunque se piense que la denuncia es algo fuera de lugar o de un alcance muy limitado, tiene la fuerza de lo sintomático, de la “disonancia cognitiva”, que dicen los psicólogos, del chirriar de neuronas de todos aquellos que nos encontramos en las trincheras lidiando con unos recursos sanitarios limitados.
http://www.equipocesca.org/wp-content/uploads/2010/01/gripe-a-responsabilidad-enero-20101.pdf
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