Distintas decisiones con las mismas evidencias de la sibutramina (Reductil®)
Puede decirse que con este desaparece el penúltimo fármaco de esta familia de estimulantes (dexfenfluramina, fentermina, benfluorex,...). En este caso para el tratamiento de la obesidad. El siguiente, con gran probabilidad, también anfetamínico, será el metilfenidato que utilizado en los niños con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad, también produce problemas cardiovasculares, pero que al administrarse en individuos jóvenes sin factores de riesgo cardiovascular su repercusión es mejor.
He de decir que la noticia no nos ha sorprendido y que la esperábamos desde hace años pues no era un fármaco bien visto (el último mohicano de su especie anorexígena) y que han bastado los resultados del estudio SCOUT (Sibutramine Cardiovascular OUTcome trial) para echarle tierra encima y desaparecer. “La conclusión es que el balance riesgo-beneficio es desfavorable, y por tanto se suspende su comercialización”. No se plantea que los riegos cardiovasculares se dan en un determinado tipo de individuos y que en según cuales el fármaco pudiera ser beneficioso. Y esto último es lo que se plantea un extenso reportaje del New York Times, en el que se hace eco de la decisión de la Agencia Europea de Medicamentos (EMEA) que contrasta con las decisiones de Food and Drug Administration (FDA) en base a las mismas evidencias. Este último exige poner alarmas en los prospectos en la que advierta su no utilización en individuos con enfermedades cardiovasculares, o hipertensión arterial mal controlada.
Obsolescencia programada y medio ambiente
Hace 13 horas
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