De la “Lolita” de Vladimir Nabokow a la “Memoria de mis putas tristes” de Gabriel García Márquez
La lectura de “Memoria de mis putas tristes”, libro que tenía postergado tras oír, más que leer, las críticas que se hicieron de el hace pocos años, me ha sorprendido en sobremanera, pues me ha recordado el clásico de “lolita”, de Vladimir Nabokov, que en principio fue una obra maldita por su trama pedofilica, pero que al final sirvió para reconocer el gran talento de Nabokow. Con “Memoria de mis putas tristes” no ha sucedido lo mismo, pues Gabriel García Márquez, es un autor consagrado, premio novel de literatura, pero si que su libro ha sido criticado injustamente.
Una obra donde lo obsceno, lo pornográfico, lo erótico brillan por su ausencia y donde el amor de nonagenario por la prostituta adolescente pertenece más al plano de lo platónico que al físico. Pero aún así, siguen habiendo temas tabú en literatura...
Al contrario de la Lolita de Nabokow, que es larga –al principio se editó en dos tomos- que aunque de fácil lectura, que precisa algún tiempo para concluirla; la “Memoria de mis putas tristes” se lee en pocas horas, pues además de amena es –en mi opinión- sumamente interesante.
Ed Mondadori. Barcelona 2004
“Es que me estoy volviendo viejo, le dije. Ya lo estamos, suspiró ella. Lo que pasa es que uno no lo siente por dentro, pero desde fuera todo el mundo lo ve.” (pag 95)
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