jueves, 23 de noviembre de 2023

La microbiota y la enfermedad de Parkinson

La microbiota y la enfermedad de Parkinson

Sobre la enfermedad de Parkinson hemos hablado en diversas ocasiones y últimamente sobre la  posible causa tóxico-ambiental de la misma (Es Diari. 26-04-2023: 30) habida cuenta que esta enfermedad se está manifestando cada vez con más frecuencia y en edades más jóvenes. 

Comentamos como se trata de una enfermedad neurológica degenerativa que se presenta con temblores en las extremidades superiores, lentitud en los movimientos, rigidez,  y alteraciones del equilibrio.. 

Dentro de las modificaciones de los estilos de vida que puede realizar el paciente para retrasar su evolución hablamos del ejercicio físico (Es Diari  04-02-2022:32), fuera de resistencia, de fuerza, de flexibilidad,…y que los ejercicios de resistencia producirían  más efectos neuromusculares que otros tipos ejercicios. Si bien, el  tai chi que destacaba con buenos resultados, además reducía el riesgo de caídas. Dejando claro que  realizar una actividad física de al menos 4 horas de ejercicio a la semana (durante 5 años), mejora el equilibrio, la marcha, el pensamiento,...  del paciente con enfermedad de Parkinson,  con diferencias según el tipo ejercicio físico. 

Pero también influye en la evolución de la enfermedad lo que se ingiere, los tóxicos (alcohol, tabaco) (Es Diari 29-08-2022), ciertos antioxidantes, el café, los vegetales (pimientos..), o el tipo de dieta, los probióticos o prebióticos que influyen en la flora intestinal; la microbiota, que es de la que hablaremos hoy.

En ocasiones hemos hablado de la relación entre la flora intestinal y la función cerebral, en la infancia, en la depresión (Diari 22-03-2017) o en la enfermedad de Alhzeimer, pero creo que no en la  enfermedad de Parkinson.

Hace unos años Sampson TR et al publicaron en  Cell. (2016) los resultados de unos estudios realizados en modelos de ratones modificados que sobreexpresaban las proteínas  α-sinucleinas (αSyn) (más proclives a presentar alteraciones motoras como los de la enfermedad de Parkinson) que se utilizaron para estudiar si la modificación de la microbiota intestinal de éstos se relacionaba con los déficits motores. Observaron como al administrar antibióticos (destrucción de la flora) mejoraba los resultados al tiempo que la recolonización microbiana de los mismos activaba la sintomatología. 

Esto sugirió a los investigadores que existía una señalización entre la flora intestinal y el cerebro que afectaría a esta enfermedad. Que la alimentación con de ciertos metabolitos microbianos a ratones libres de flora provocaba la neuroinflamación y los síntomas motores. Y que la microbiota intestinal por tanto pudiera ser un factor de riesgo de enfermedad de Parkinson.

He rememorado este estudio de Sampson TR et al, que había comentado en mi blog hace años, cuando he leído, en un estudio actual que existirían algunas bacterias en nuestros intestinos que sería capaces de causar una agregación de las las proteínas  α-sinucleinas (αSyn) que, como hemos visto en ratones, serían determinante en la enfermedad de  Parkinson pues se acumulan en forma de cuerpos de Lewy o de neuritas de Lewy en el cerebro (características de esta enfermedad).  

Así el estudio publicado recientemente por Vy A. Huynh et al  (Front. Cell. Infect. Microbiol 2023) identifica a la cepa de sulfovibrio mucho más prevalente en los intestinos de los enfermos de Parkinson y más abundante en aquellos con formas graves; unas bacterias con demostrada capacidad de agregar las αSyn. Es un estudio muy inicial con pocos enfermos como para generar recomendaciones clínicas, pero es significativo del problema.

Al mismo tiempo estos días y abundando en el tema de la microbiota y la enfermedad de Parkinson,  he leído una una comunicación presentada al International Congress of Parkinson's Disease and Movement Disorders (MDS) 2023 y recogida por Medscape Medical News, sobre un pequeño ensayo clínico aleatorizado frente a placebo de 74 pacientes con enfermedad de Parkinson y estreñimiento, aleatorizados a ingerir probióticos para esta condición o placebo, durante 3 meses.  
El probiótico utilizado incluía cepas de lacticaseibacillus rhamnosus, de enterococcus faecium, de lactobacillus acidophilus, y de lactiplantibacillus plantarum en una formulación líquida (Symprove).

El primer objetivo fue objetivar el cambio de la microbiota a las 3 semanas; que se consiguió y dentro de ellas el incremento de bacterias beneficiosas para la salud como las odoribacteraceae,..
Unas bacterias que al producir acidos grasos de cadena corta son beneficiosas en la enfermedad de  Parkinson y que en general están reducidas en los pacientes con esta enfermedad.

El objetivo secundario fue determinar los cambios en los síntomas motores y no motores.
Destacan que los probióticos mejoraron significativamente el “tiempo de inicio” con el fármaco clásico en el tratamiento de esta enfermedad, la  levodopa y sobre todo una mejoría en la puntuación de la escala de síntomas no motores la “Non-Motor Symptoms Scale (NMSS)” a costa de mejorías en la fatiga, sueño, y los problemas gastrointestinales.

Se sabe que las cepas de lactobacilus utilizadas en el tratamiento del estreñimiento mejoran estos síntomas de manera significativa, lo que estaba aún por estudiar eran sus efectos en la enfermedad de  Parkinson. 
Estos resultados no son muy espectaculares (tal vez las cepas utilizadas para  el estreñimiento, no sean las más idóneas) pues la mejoría no queda clara que se deba por efecto directo de éstas bacterias sobre el sistema nervioso o por la mejoría del estreñimiento y aumento de la absorción de la  levodopa. 

Con todo, en mi opinión,  es un paso en la buena dirección.

Mateo Seguí Díaz
Médico de Familia

Seguí Díaz M. La microbiota y la enfermedad de Parkinson. Es Diari MENORCA. 22-09-2023:36  https://www.menorca.info/
https://www.menorca.info/opinion/blogs/2023/09/22/2017485/microbiota-enfermedad-parkinson.html

Vy A. Huynh, Timo M. Takala1 Kari E. Murros, Bidhi Diwedil, Per E. J. Saris. Desulfovibrio bacteria enhance alpha-synuclein aggregation in a Caenorhabditis elegans model of Parkinson’s disease. Front. Cell. Infect. Microbiol., Volume 13 - 2023 | https://doi.org/10.3389/fcimb.2023.1181315 . 01 May 2023

Liam Davenport. Probiotics Improve Nonmotor Symptoms of Parkinson's. News- Medscape Medical News -Conference News -MDS 2023. August 30, 2023

Seguí Díaz M. Sobre la posible causa tóxico-ambiental de la enfermedad de Parkinson. Es Diari. 26-04-2023: 30
https://www.menorca.info/opinion/blogs/2023/04/06/1913807/sobre-posible-causa-toxico-ambiental-del-parkinson.html

Seguí Díaz M. El ejercicio físico en la enfermedad de Parkinson. Es Diari MENORCA.  04-02-2022:32  https://www.menorca.info/

Sampson TR, Debelius JW, Thron T, Janssen S, Shastri GG, Ilhan ZE, et al. Gut Microbiota Regulate Motor Deficits and Neuroinflammation in a Model of Parkinson's Disease. Cell. 2016 Dec 1;167(6):1469-1480.e12. doi: 10.1016/j.cell.2016.11.018.

Nancy A. Melville. Gut Microbiome Again Linked to Parkinson's Symptoms, Medscape December 06, 2016

International Congress of Parkinson's Disease and Movement Disorders (MDS) 2023. Abstract 84. Presented August 29, 2023.

Kazuto Tsukita, Haruhi Sakamaki-Tsukita, Ryosuke Takahashi. Long-term Effect of Regular Physical Activity and Exercise Habits in Patients With Early Parkinson Disease. Neurology . 2022 Jan 12;10.1212/WNL.0000000000013218. doi: 10.1212/WNL.0000000000013218. Online ahead of print.

Li F, Harmer P, Fitzgerald K, Eckstrom E, Stock R, Galver J, Maddalozzo G, Batya SS. Tai chi and postural stability in patients with Parkinson's disease. N Engl J Med. 2012 Feb 9;366(6):511-9. 


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