Los episodios depresivos son más frecuentes entre los vegetarianos
Hoy comentamos un artículo sobre un tema que no es fácil de alcanzar un consenso, es el de la posible relación entre la dieta y nuestro humor, en este caso la depresión. ¿Puede influir una dieta exenta de carne en nuestro humor? ¿Tienen más o menos riesgo de depresión los individuos vegetarianos estrictos –veganos?. Y de esto va este posthoc del estudio Brazilian Longitudinal Study of Adult Health (ELSA-Brasil) de Ingrid S. Koh en Brasil.
Y es que las causas ambientales, biológicas, sociales, psicológicas como sustrato de esta alteración de humor no están del todo claras. El peso de cada una de ellas en la génesis de esta alteración psicológica no queda claro.
La relación entre la alimentación y la depresión ha sido estudiado en ocasiones (Barros et al., 2017; Wang et al., 2019; Secretti et al., 2019) sin llegar a conclusiones definitivas.
El vegetarianismo es común en la India (40%) pero raro en los países occidentales, que no pasa del 1% (Portugal). Pero en artículo que comentamos manejan la cifra de un 14% en Brasil según el Institute of Public Opinion and Statistics (IBOPE, 2018) y va en crecimiento.
Entre vegetarianismo y depresión no hay muchos estudios pero alguno (Hibbeln et al., 2018) apunta que entre este colectivo la media de puntuación sobre depresión es superior a la de los no vegetarianos y alguno en sentido contrario (Lee et al., 2021; SHEN et al., 2021); aunque una revisión sistemática (Dobersek et al., 2021) de 18 estudios incluidos, 11 indicaban peores resultados mentales en aquellos que no consumían carne. Hay que decir que ninguno de estos estudios se ha realizado en Hispanoamérica algo necesario pues en salud metal al margen de la dieta el contexto vivencial es importante y de ahí que el ELSA-Brasil podría aportarnos resultados interesantes. Se trata, por tanto, de evaluar si una dieta sin carne está asociada con un mayor prevalencia de episodios depresivos en adultos de la encuesta ELSA-Brasil.
Es un estudio trasversal hecho a partir de los datos de 14.216 adultos brasileños entre 35-74 años de la cohorte ELSA-Brasil. A partir de un cuestionario dietético de frecuencia validado se definió a la dieta exenta de carne y los episodios depresivos se catalogaron a partir de una entrevista clínica aplicando la herramienta “Clinical Interview Schedule-Revised (CIS-R)”.
La asociación evaluó teniendo en cuenta las diferentes variables confusoras, fueran demográficas, hábito tabáquico, alcohol, actividad física, índice de masa corporal… y cambios en la dieta en los últimos 6 meses.
Según este análisis hay una asociación positiva entre la prevalencia de episodios depresivos y dieta exenta de carne.
Los no consumidores de carne tiene hasta dos veces mayor frecuencia de episodios depresivos que aquellos que consumen carne, con una tasa de prevalencia (TP) de 2,05 (IC 95% 1,00–4,18) en el modelo crudo que llega a un 2,37 (IC 95% 1,24–4,51) cuando se ajusta por variables confusoras.
Lógicamente este tipo de diseño transversal no llega a presuponer ninguna relación causal, solo se trata de una asociación.
Concluyen que los episodios depresivos son más prevalentes (dos veces más) en aquellos individuos que no comen carne y todo ello independientemente de factores socioeconómicos o de estilo de vida. No se puede afirmar que se trate de un efecto por deficiencias alimentarias.
Faltarían estudios longitudinales a más largo plazo para poder extraer sobre conclusiones sobre su etiología, habida cuenta que se podrían estar extrayendo datos de la población seleccionada que se inclina por la dieta sin carne, más que por ésta en sí. Alteración de las relaciones sociales, discriminación,…Personalidad premorbida, ya con pensamientos más sensibles (animalismo), o depresivos, o hipocondríacos que haga que se adopte este tipo de dieta
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