El balear, el valenciano y el catalán, juntos pero no revueltos
Acabo de llegar de Barcelona de un viaje relámpago, diríamos que profesional, y este hecho, aparentemente simple, me ha hecho escribir estas líneas. Tal vez sea que la megafonía del aeropuerto y del avión me haya recordado que la catalanización de los medios de comunicación en las I Baleares es completo, siendo patente en la radio, la televisión, los medios escritos como este en el que les escribo, en los supermercados…algo que no hacen más que recordarnos que nuestra lengua es la catalana (de Barcelona, para más señas) y que pertenecemos sin quererlo (nunca se hizo un referéndum consultivo sobre un tema tan importante) a una cultura impuesta.
Una lengua, la balear, que aunque del mismo tronco lingüístico, nadie lo niega, tiene sus diferencias. Unas diferencias que no se han querido cuidar, antes al contrario, que se intentan minimizar, borrar, o confundir, al tiempo que se nos impone un catalán estándar, dicen que literario, que no es más que el barcelonés impuesto a nuestras islas.
Mi viaje a Barcelona, como parte del comité científico de un congreso, me ha reafirmado en esta impresión, pues nuestro Congreso Nacional, el primero que realizamos de la redGDPS (diabetes en Atención Primaria), un éxito dicho sea de paso, se realizaba en un hotel encima de la estación de Sants y mi habitación daba a Plaça dels Països Catalans, algo que me hizo reflexionar, pues sin quererlo algo tenía que ver conmigo. Y de ahí estas sencillas líneas.
Y es que este es el problema, la lengua como vehículo de imposición nacionalista; la interpretación torticera de la historia y de la lengua (la denominación de la lengua) como instrumento para manipular la historia y crear una historia común de tintes imperialistas.
Probablemente si el balear, el valenciano y el catalán perteneciendo a la misma lengua tuvieran un nombre distinto al del “catalán” y sin falsas connotaciones históricas y pretensiones de otro tipo, y respetando y defendiendo sus particularidades, no escribiría estas líneas. Pero no fue así, se hizo un entreguismo sin nada prácticamente a cambio, solo intentando salvar los muebles con la Llei 3/1986, de 29 9; abril, de Normalització Lingüística a les Illes Balears, en la que les vuelvo a recordar que dice expresamente que “«les modalitats insulars de la llengua catalana seran objecte d´estudi i protecció, sense perjudici de la unitat de l´idioma” (sic) (article 2-5); algo que no se cumplió ni tienen intención de cumplir, y mientras tanto nuestra lengua desaparece y se nos hace creer que pertenecemos a una cultura en la que no creemos.
Los “países catalanes” al modo de los “países hispanos” tienen que ver con el hecho histórico que hubo un momento que unos conquistadores llegaron a un territorio con una cultura y lengua distinta e impusieron la suya propia. Esto es posible con la conquista castellana de Hispanoamérica, en la que aún existen muchos pueblos que mantienen su lengua anterior a la conquista, y en la actualidad hablan español; pero no con la conquista aragonesa pues ya existía una romanización anterior “un conjunt de varietats lingüistiques germanes amb un origen comú, es romanç o llengua d´oc” enmarcado en una “diasistema lingüistic occitanoromànic (Joan Pons Torres en su libro Sa llengua de Menorca, pag 75), y en la que las distintas etapas colonizadoras intervino población de todo el reino de Aragón, fueran valencianos, aragoneses, occitanos o catalanes… con una lengua parecida, aunque distinta.
Con ello les recuerdo que lo que se habla en Menorca y en las Islas Baleares es fruto de la fusión de la lengua romance que existía antes de la conquista aragonesa y de la que fueron trayendo durante la historia las distintas poblaciones que se fueron asentando en nuestra isla (aragoneses, catalanes, mallorquines en Menorca..), y poca cosa más, todo lo demás es manipulación histórica con pretensiones nacionalistas.
Nadie niega que hablamos lenguas con un mismo origen, que pueden y deben ir juntas, pero no que unas desparezcan o queden arrinconadas en post de un mal entendido catalán literario.
Urge, por tanto, y me reitero, en hacer cumplir el article 2-5 de la ley Llei 3/1986 en todos los medios de comunicación respetando las particularidades del Balear. La modificación del redactado en el estatuto de autonomía haciendo del Balear una lengua, y subsanando este error histórico, sería lo deseable, pero a estas alturas es complicado aunque con voluntad política no imposible.
Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Seguí Díaz, M.Es balear, es valencià i es català, junts però no enrevoltats. 17-11-2022: 33. Es Diari MENORCA. https://www.menorca.info/
*Artículo publicado originalmente en balear (menorquín)
LEY 3/1986, de 19 de abril, de Normalización Linguistica.
https://www.boe.es/eli/es-ib/l/1986/04/29/3/dof/spa/pdf
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