China prueba su propia medicina
Reforzada pues había sabido controlar la diseminación de la COVID-19 (coronavirus disease 2019) dentro sus fronteras aún sin vacunar completamente a la población, no había parado su economía que seguía creciendo por encima de los países más desarrollados, había sintetizado y comercializado diversas vacunas contra este virus y había sido capaz de hacer un control de la población a través de la tecnología informática (teléfonos inteligentes) al modo de “Gran Hermano” de George Orwell en “1984”, que al parecer (si nos creemos los números) fue eficaz para evitar la diseminación de la epidemia.
De alguna manera China había sido capaz de rentabilizar esta crisis al tiempo que mejoraba su imagen exterior.
Sin embargo, después de un año todo ha cambiado, y es que el virus de la COVID-19 es implacable y no atiende a máximas de “COVID O”.
Y es que cuando se tiene que hacer algo en un ambiente de incertidumbre lo que se aplica es lo que se conoce, lo que sabe hacer (por aquello de “quien tiene un martillo todos los problemas le parecen clavos”), que en su caso siendo un régimen comunista, es el control estricto de la población. El confinamiento de la población. Algo que padecimos en nuestro país hace dos años (14-03-2020), y que aún sin una evaluación externa independiente clara, son muchas la voces que mantienen que no afectó a la evolución de la curva epidémica en nuestro país, más bien al contrario, generándose una gran cantidad de fallecidos (47.123 fallecidos hasta junio del 2020).
Ya comentamos (Es Diari 17-02-2022) como estas actuaciones, según un metaanálisis (Herby et al, Studies in Applied Economics 2022) realizado por la Johns Hopkins University sobre lo publicado mostró como la eficacia de los confinamientos en la reducción de la mortalidad por la COVID-19 en la primera ola de la pandemia fue mínima, aunque importante en su repercusión a nivel social o económico.
Estos últimos meses China está sufriendo su propia medicina y por aquello de que “si no quieres sopa, toma dos tazas” ha reconocido (si nos creemos las cifras) tener cifras de contagiados muy superiores a las tolerables en dicho país (siete veces más casos que el año pasado hace una semana). Y es que es complicado mantener una política de “COVID O” tras dos años de pandemia (cansancio de la población), con una vacunación de la población aún por completar y en un escenario vírico, el de la variante Ómicron, de alta contagiosidad.
Tal vez la advertencia de “que viene el lobo” ya no les sirve en dicho país y tengan que apelar a la “cuarentena medieval” que utilizó España hace dos años; que es lo que está ocurriendo en la actualidad, más que convivir con la pandemia como hacen en la actualidad los países de nuestro entorno, viendo las cifras de formas asintomáticas y leves, de fallecidos y los niveles de vacunación.
El confinamiento de Shanghái, por ejemplo (epicentro de la epidemia con 3.500 casos hace 10 días), leemos, afectara a 24 millones de habitantes con un gran impacto económico a nivel local y general. A su vez, como aspecto diferencial de dicho país se recluyen a los positivos en hospitales o centros con los que pasar la cuarentena independientemente de la clínica del paciente, algo que según muestran los medios está dando un sin número de problemas a la población.
Tal vez las imágenes de pánico, de colas, de peleas por conseguir alimentos en los supermercados (imágenes de estantes vacíos), que hemos visto en los medios les rememore en su subconsciente colectivo a la gran hambruna entre los años 1959 y 1961 (Gran Salto Adelante) que causó millones de muertos.
Y es que la COVID-19 al parecer siempre pasa factura.
Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. China prueba su propia medicina. Es Diari MENORCA. 06-04-2022: 31 https://www.menorca.info/
Seguí Díaz M. China, la gran beneficiada de la crisis de la COVID-19. Es Diari MENORCA. 19-03-2021: 29 https://www.menorca.info/
Seguí Díaz M. Expertos frente a especialistas en la epidemia de la COVID-19. Es Diari MENORCA. 17-02-2022:33. https://www.menorca.info/
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