miércoles, 4 de febrero de 2009

¿Puede el cáncer desaparecer espontáneamente?

¿Puede el cáncer desaparecer espontáneamente? No cabe duda que este es un título cautivador, incluso diría yo que provocador, pero no es más que el título de un reportaje que publicó el New York Times ya hace algo más de un mes, en su sección de Salud –Health-, haciéndose eco de un estudio publicado en Arch Int Med 2008; 168(21): 2311-2316 de final del año pasado. Un artículo que lo consideré muy interesante y que presenté a los médicos del CS Verge del Toro. ¿Puede desaparecer el cáncer espontáneamente?. La verdad es que a primera vista la contestación es que no; aunque la realidad es que todos los médicos hemos visto tumores cuya evolución no se correspondían a lo esperado. Así al margen de los tumores que ya se sabe que se van a curar, existen a veces detecciones del crecimiento –adormecimiento del tumor- y en casos extremadamente raros desapariciones de imágenes que nos sugerían tumores, sin que podamos estar completamente seguros de que se trataba de un cáncer, y sin que su evolución se achacara tratamiento alguno recibido. El estudio que dio pie al reportaje del New York Times hacía referencia a la distinta incidencia de cáncer de mama entre dos amplios grupos de mujeres de entre 50-65 años; un grupo sometido a cribado mamográfico (una mamografía cada dos años, en total 3 mamografías) y otro al que solo se habían realizado una mamografía al final del sexto año. La hipótesis de partida de los investigadores era que no sabemos exactamente cual es la evolución de cáncer de mama solo por su morfología, y que unos cánceres pueden invadir rápidamente y otros pararse o incluso desaparecer. Los resultados mostraron una diferencia de hasta un 22% en la incidencia de cáncer de mama entre un grupo u otro a los 6 años del estudio, interpretándose que existían cánceres que detectados por mamografía habían desaparecido espontáneamente al final de la investigación. La editorial de la misma revista ponía el acento en aquellos cánceres que con una misma morfología podían tener comportamientos distintos. Por ejemplo, el cáncer de próstata, que en casos o no se mueven y no da ningún problema –incluso sin curarse el paciente acaba sus días por otra patología- o en otros que se extienden con rapidez sin que sepamos por qué. Cánceres como el de próstata, vejiga, riñón, melanomas, neuroblastomas en niños...tiene en este sentido a veces un comportamiento imprevisible. La proliferación de técnicas de imagen, y de cribados poblacionales del cáncer (mama) actualmente da pie que se detecten tumores en estadios muy tempranos, que de intervenirse permiten la curación o la mejoría de la supervivencia del enfermo; no obstante, a partir de este estudio, nos queda la duda de si la curación o la mejoría de la supervivencia se ha debido al mismo diagnóstico e intervención precoz o a la distinta evolución de este tumor cogido a tiempo; y de la posibilidad –remota o no- que, de no haberse detectado, podría haber desaparecido espontáneamente y haber evitado molestias innecesarias a nuestro paciente. Sea como fuere, falta mucho por investigar en este sentido.

 Publicado en el Diari MENORCA el 04-02-09 Estudio original en: Zahl PH, Maehlen J, Welch HG. The natural history of invasive breast cancers detected by screening mammography.Arch Intern Med. 2008 Nov 24;168(21):2311-6.

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