¿Son seguros los probióticos?
El tema de los probióticos es de interés general, y hemos hablado de ellos en diversas ocasiones, sin embargo, las noticias sobre su seguridad no son concluyentes; los estudios realizados por los laboratorios fabricantes de estas moléculas dan conclusiones débiles y a menudo sesgadas. Hoy hablamos de los efectos secundarios de estos alimentos, o complementos nutricionales.
¿Son seguros las distintas clases de yogures, suplementos o alimentos fermentados que se recomiendan para distintas utilidades (gastrointestinales, infecciosas…)?
Realmente los datos sobre las seguridad y efectos adversos de estas sustancias no son bien conocidos. El objetivo de esta revisión sistemática publicada este año en Annals of Internal Medicine fue la de evaluar este objetivo a partir de ensayos clínicos aleatorizados (ECA) publicados o no publicados de los probióticos, prebióticos y simbióticos habitualmente utilizados.
Para ello se hizo una búsqueda sistemática de ensayos clínicos aleatorizados (ECA) en bases de datos médicas como la Cochrane Central Register of Controlled Trials, PubMed, EMBASE, y la Web of Science, sin restricción de lengua entre enero del 2015 y marzo del 2018.
Se identificaron ECA que evaluaran la eficacia y seguridad de al menos una intervención que incluyera probióticos, prebióticos o simbióticos solos con en combinación con otras intervenciones comparadas con controles (fueran placebo o antibióticos) para alguna situación clínica.
Así se identificaron 384 ECA que incluían o pacientes sanos (136), o pacientes con alguna condición médica (248). Los ECA de probióticos fueron los más estudiados (69%) y el 71% utilizó placebo como comparador. Un tercio de estos ECA (35%) estudiaron enfermedades gastrointestinales, endocrinas o metabólicas.
De estos estudios el 28% (106) no documentaron efectos adversos, y 37% (142) no señalaron datos de seguridad con respecto a estas intervenciones, al tiempo que el 80% (309) de estos ECA no mostraron efectos adversos graves (EAG).
A su vez de 242 ECA que mencionaron resultados adversos el 37% (89) solo hicieron declaraciones genéricas para describir los EAG y el 16% (38) mediciones inadecuadas.
Globalmente el 98% (357) no describieron las definiciones de los efectos secundarios (ES) y de los EAG, así como del número de participantes que se retiraron debido a éstos o el número de los ES o los EAG según grupos (denominadores).
La realidad es que en alguno de estos estudios que documentaron estos ES, lo hicieron en forma de complicaciones gastrointestinales como diarrea, estreñimiento, náuseas, abdominalgias...alteraciones de la respuesta inmunitaria, alteraciones metabólicas…
Lo que preocupa es que estos u otros ES pudiera afectar o agravar el estado de individuos no sanos (niños enfermos) o pacientes con patología específica.
Concluyen que faltan datos sobre los ES o los EAG o éstos son inadecuados en los ECA que
estudian los probióticos, prebióticos o simbióticos.
Todo ello les lleva a concluir que no puede afirmarse que estas intervenciones son seguras habida cuenta la falta de evidencias.
Y es que en realidad solo el 2% de estos estudios documentan de manera clara los parámetros de seguridad con respecto a daños, pérdida de participantes, definiciones de los ES o de los EAG, denominadores…
Algo que nos da que pensar
Bafeta A, Koh M, Riveros C, Ravaud P. Harms Reporting in Randomized Controlled Trials of Interventions Aimed at Modifying Microbiota: A Systematic Review. Ann Intern Med. 2018 Aug 21;169(4):240-247. doi: 10.7326/M18-0343. Epub 2018 Jul 17.
Arefa Cassoobhoy. Are Probiotics Safe? We Really Don't Know. Medscape. August 06, 2018
Tara Haelle. Few Studies on Probiotics Assess Potential Harms. Medscape. July 16, 2018
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