lunes, 24 de febrero de 2014

El afán de lucro

El afán de lucro
Mucho se habla del afán de lucro en relación con la sanidad. Acabamos de ver un vídeo al respecto de este tema realizado por la “Sociedad Coperativa Madrileña”  y como trasfondo el problema acaecido en la comunidad de Madrid (en el que no entro por su especificidad) y nos quedamos con la idea que el “afán de lucro” envenena la sanidad pública y su consecuencia inmediata es la pérdida de un derecho fundamental que tiene el ciudadano, la peor asistencia, pues se priman los beneficios sobre la reinversión, y la selección adversa, quedándose la asistencia privada los ciudadanos más rentables.
La idea que subyace es que la asistencia sanitaria no debe generar réditos económicos, la sanidad es un servicio que se debe recibir gratis. Es un derecho. Perfecto
El problema es que todos atendemos a nuestros pacientes por que nos gusta o tenemos vocación (las motivaciones trascendentes) pero también, sobre todo por que ganamos un dinero. El comportamiento del médico es distinto según el tipo de retribución (capitativo, salario o pago por desempeño), del mismo modo que la empresa sanitaria actua de una manera u otra, según unos objetivos u otros según el tipo de ganancia que recibe. En nuestro sistema, eminentemente político, esta ganancia es en votos, de modo que las actuaciones son habitualmente poco eficientes y muy populistas.
Sea como fuere, reconozco que siempre es mejor un sistema de provisión público que otro privado si los resultados y el costo son equivalentes, sin embargo, esto no queda claro, como se ve en el vídeo, en el que se ve como una determinada prueba su coste es menor en el sector privado por tanto para mantener los ingresos a cargo del erario público en esta institución se hacen  más pruebas. El problema está en si estas son necesarias. Si lo son se disminuyen las listas de espera, lo que es una mejora (según la percepción del usuario, aunque el profesional pensaría que las listas de espera muchas veces son beneficiosas para el paciente), pero si no son necesarias, se hace una sobre-intervención sobre el paciente, lo que es perjudicial.
 Será la calidad aparente, más que la verdadera calidad, como se ve en el vídeo, cuando los mutualistas de MUFACE del sector de la enseñanza, que se entiende que tienen un cierto nivel cultural y deben estar informados, por un lado, apuestan por la escuela pública cuando se hablar de subvencionar a la privada, cuando si pueden eligen una asistencia sanitaria privada cuando tienen opción de elegir la pública (como muestra este otro vídeo). ¿Quién lo entiende?.  ¿Los pacientes elegirían una provisión pública si tuvieran opción?.
No cabe duda que la provisión eminentemente pública, también tiene defectos, que no se perciben en dicho vídeo, defectos que tiene que ver con la rigidez del sistema y la falta de control sobre sus profesionales, “el a mí no me toca”, el llegar tarde e irse pronto, la baja productividad, la desidia, las listas de espera generadas… Tal vez habría que hacer otro vídeo en este aspecto.
No cabe duda que nuestro sistema es el mejor pero no por que lo sea en sí mismo si no porque los profesionales se conducen por motivaciones mucho más trascendentes que las simples de la retribuciones. Sin embargo, muy probablemente este voluntarismo sea idéntico en un sistema de provisión que en el otro.
De algo de esto ya hablamos hace un año.

http://www.youtube.com/watch?v=UOAWgcrs_Fs&feature=youtu.be
http://www.youtube.com/watch?v=71QKkRunfRU

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