lunes, 26 de agosto de 2013

Homenaje a Cataluña, de George Orwell

Homenaje a Cataluña, de George Orwell

Este es un libro clásico, pero sea por su título o por su temática, poco conocido. Es un libro indispensable, a mi entender, para comprender ciertos aspectos de nuestra guerra civil, pues está escrito desde la experiencia, tras un corto espacio de tiempo después de abandonar España y antes de finalizar la contienda (lo que le hace ser de alguna manera profético). Tiene la ventaja de estar escrito por un gran literato, en primera persona, sobre experiencias vividas (o sea no hay más sesgo que la memoria y las emociones acumuladas) y con el espíritu crítico de un periodista y en este caso de un idealista comprometido a nivel político.
Se trata de la segunda vez que lo leo y he disfrutado como el primer día. He disfrutado no tanto por su estilo (el mismo de sus libros, “la Granja” y “1982”) como que lo que relata es lo que el personaje vivió. Unas vivencias muy duras enmarcadas en un ambiente revolucionario (algo que habitualmente se olvida de la guerra civil).
El libro tiene una parte anexa (pag 226, de esta edición), en la que, para no estropear la narración, explica ya de forma crítica lo que en opinión del autor aconteció tras el campo de batalla y en Barcelona.
Creo que es un libro imprescindible para comprender este espacio de nuestra historia reciente, pues, como explica el autor,  dio pie a informaciones falsas o si no tendenciosas (propagandísticas) en los periódicos extranjeros de la época, y a partir de aquí se han vertido todo tipo de interpretaciones históricas, según los intereses.
La experiencia del autor se debe al hecho de  haber estado en frente de Aragón en un batallón del POUM. Su pertenencia  al POUM (Partido Obrero de Unificación Marxista), un partido marxista de la órbita trostskista que se opuso al marxismo  tipo “estalinismo” de la época, hizo que fuera perseguido y tuviera que huir de España.
Se lee como una novela, engancha. Imprescindible.

“La llamada línea zigzagueaba de un lado a otro, siguiendo un dibujo que hubiera resultado del todo ininteligible si cada posición no hubiese tenido una bandera. Las banderas del POUM y del PSUC eran rojas, la de los anarquistas, roja y negra; los fascistas hacían ondear, por lo general, la bandera monárquica (roja, amarilla y roja) pero en ocasiones usaban la de la República (roja, amarilla y morada). Si se lograba olvidar que cada cumbre estaba ocupada por tropas y, por tanto cubierta de latas y excrementos, el escenario resultaba estupendo”.. (pag 36)

Los comentarios periodísticos acerca de “una guerra librada  en defensa de la democracia”, eran mero engaño. Ninguna persona sensata podía suponer que hubiera alguna esperanza  de democracia, ni siquiera como la entendemos en Inglaterra o en Francia, en un país tan dividido y exhausto como lo sería España al concluir la guerra. Se acabaría imponiendo una dictadura y, evidentemente, la posibilidad de una dictadura del proletariado había pasado. Ello significaba que le  país sería sometido a alguna clase de fascismo. De un fascismo que, sin duda, tendría algún nombre más agradable y – por tratarse de España- sería más humano y menos eficiente que las variedades alemana o italiana. (pag 163)

“Tengo recuerdos muy desagradables  de España, pero muy pocos malos recuerdos de los Españoles. Solo en dos ocasiones estuve seriamente indignado con un español, y cuando miro hacia atrás, creo que en ambas fui yo el equivocado. No hay duda de que poseen una generosidad, una especie de nobleza, que no pertenece realmente al siglo XX.  Es lo que hace pensar que en España hasta el fascismo puede asumir una forma comparativamente tibia y soportable. Pocos españoles poseen la maldita eficiencia que requiere un Estado totalitario moderno….” (pag 215)

Ed El PAIS Clásicos del Siglo XX 2003.

2 comentarios:

antoni dijo...

hace un par de años leí un libro muy interesante sobre la guerra civil A sangre y fuego, de Manuel Chaves Nogales, Libros del Asteroide. Editorial que ha publicado otros libros muy interesantes del mismo autor. En la linia de una tercera España.Mateu gracias por las interesanter revisiones de artículos y libros y feliz verano.
Antoni Agustí

Mateu Seguí Díaz dijo...

Gracias a ti. Buscaré el libro.
mateu