El cáncer de esófago, un tumor distinto y emergente
Uno de los cánceres que ha ido mejorando su incidencia y mortalidad con el tiempo es el cáncer gástrico. Los cambios en la dieta y el diagnóstico precoz (endoscopia) han permitido este resultado. En el cáncer de esófago, por su parte, uno tiende a extrapolar los resultados, pues al ser parte del tubo digestivo, en el que factores como la dieta y las pruebas diagnósticas influirían de manera semejante, sus resultados deberían ser parecidos. Sin embargo, se da cuenta que se equivoca, pues la incidencia del cáncer de esófago –CE- en los países desarrollados se ha incrementado en un 15-20% en los últimos 30 años.
Un poco por esto me cautivaron estos dos artículos. Uno, un estudio de investigación de una serie clínica y, el otro, una editorial sobre el tema (cuando existe una editorial es que el estudio tiene una cierta relevancia) en la revista medicina clínica.
La importancia del cáncer de esófago se encuentra en que, con el cáncer de páncreas, es uno de los tumores con menor supervivencia del tracto digestivo y de los tumores en general (< 20% a los 5 años). Y esto es así por que como el anteriormente nombrado cuando dan síntomas ya presentan una invasión o una localización metastásica que los hace en buena medida incurables.
La cuestión que me preocupó es el por que la incidencia de este tumor sigue aumentando. Y podría encontrarse en el hecho que el 90% de los cánceres de esófago se deben a adenocarcinomas o carcinomas escamosos. Los adenocarcinomas en un 75% se asientan en el esófago distal, y los carcinomas escamosos suelen asentarse en tercio medio del esófago. Sin embargo, durante los últimos 30 años se está produciendo un cambio en la histología de los tumores y en su localización. Así, si en 1960 el adenocarcinoma era excepcional, y en 1975 la mayoría de tumores era carcinomas escamosos, en este momento existe un aumento de los adenocarcinomas y una reducción de los carcinomas escamosos en la histología de los cánceres de esófago. ¿A que se debe este hecho? Si pensamos que el carcinoma escamoso está relacionado con el hábito tabáquico y la ingesta enólica y el adenocarcinoma con el reflujo gastroesofágico, podremos contestar la pregunta que nos hacemos. El carcinoma escamoso desciende por que hemos modificado nuestros hábitos tóxicos, pero de la misma forma el exceso en la ingesta puediera estar detrás de las modificaciones en la unión esofagogástrica que sean causa de reflujos y de inflamaciones crónicas en este nivel, antesala de complicaciones mayores. Es una hipótesis de quien escribe este post.
En el diagnóstico del CE la endoscopia digestiva es fundamental, pues permite encontrar lesiones estenosantes, modificaciones del epitelio esofágico y tomar biopsias de las mismas. Si embargo, cuando se practica esta prueba en un paciente con disfagia, dolor y pérdida de peso, el estadiaje y pronóstico, si se trata de cáncer de esófago, no suele ser muy favorable
El estudio que se muestra (200 pacientes del Hospital de Donostia) tiene el objetivo de mostrar que una técnica como la ultrasonografía endoscópica (USE) sería útil en la estadificación de esta patología en el diagnóstico, para con ello aplicar la técnica terapéutica más adecuada y mejorar la supervivencia. Concluyendo que esta es la mejor técnica, pues permite visualizar toda la pared esofágica en toda su extensión (distinta econicidad) y visualizar los ganglios, a la vez que con la utilización de la punción aspirativa (PAAF) concomitantemente permitiría el diagnóstico histológico su estadificación locoregional.
Así en dicho trabajo se muestra como la USE permitió modificar las técnicas terapéuticas mejorando, eso sí, muy ligeramente la supervivencia de dichos pacientes ( 21% a los 5 años).
Estos modestos resultados se achacan al hecho de que cuando el paciente es diagnosticado el CE se encuentra en un estadio muy avanzado, de modo que consideren fundamental practicar la endoscopia ante el mínimo síntoma de disfagia. Y más si el paciente es de riesgo (hábitos tóxicos).
*Luis Bujanda, Inés Gil, Cristina Sarasqueta, Elisabeth Hijona, Ángel Cosme, José Luis Elorza, José Ignacio Asensio, Santiago Larburu, Adelaida Lacasta, Sara Arévalo, Julián Mínguez. Características clinicopatológicas y supervivencia de los pacientes con cáncer de esófago. Resultados de 200 casos consecutivos
Med Clin (Barc). 2009;133:689-93
http://www.elsevier.es/revistas/ctl_servlet?_f=7064&ip=80.37.214.33&articuloid=13142930&revistaid=2
*Cáncer de esófago, un nuevo reto diagnóstico
Silvia Gómez Senent. Med Clin (Barc). 2009;133:706-7.
http://www.elsevier.es/revistas/ctl_servlet?_f=7064&ip=80.37.214.33&articuloid=13142927&revistaid=2
Obsolescencia programada y medio ambiente
Hace 22 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario