¿La epidemia de la COVID-19 ha incrementado las defunciones en todos los países?
Hoy volvemos sobre lo mismo a raíz de un artículo publicado en el BMJ por Islam et al hace escasos días (19 de mayo) en el que evalúa el exceso de fallecimientos en los 29 países de más altos ingresos y lo hace por edad y sexo.
Es importante con quien te comparas pues no es lo mismo hacerlo con un país en vías de desarrollo que con uno occidental en cuanto a la cultura, al comportamiento de la población, al sistema político y a la disposición, planificación y gestión de recursos ...
En Es Diari 27-03-2021 comentamos los datos del ourworldindata excess mortality del que se hizo eco la prensa y que mostraba como las cifras de fallecimientos en nuestro país eran un 27% superiores a las esperadas, lo que nos posicionaba en el sexto lugar por muerte por cualquier causa del mundo y el tercero de los 27 países europeos, lo que daba cuenta sobre cómo hemos manejado esta epidemia.
El exceso de muertes, como vimos, se calcula según la diferencia entre el número de fallecimientos por cualquier causa durante la pandemia y aquellos fallecimientos esperados según los datos históricos recogidos en los últimos años. De tal modo que si la mortalidad se encuentra por debajo de lo previsible, algo raro y más en una epidemia, se consideraría mortalidad evitada.
¿Ha sido esto posible en algún país?. Pues sí, y a consecuencia de la epidemia, como veremos más adelante.
Pero existe otro concepto interesante que es el de “mortalidad de desplazamiento”, un concepto no suficientemente comentado, pero muy importante para darnos cuenta del alcance real de la epidemia por la COVID-19, y que tendría que ver con aquellas muertes que se han producido durante este período, pero que se hubieran producido en cualquier caso poco tiempo después en ausencia de ésta (lo que hizo la COVID-19 no fue más que adelantar el fallecimiento). Un parámetro difícil de estudiar, pero pertinente en este tipo de epidemias donde la edad y los antecedentes cardiovasculares ha sido un riesgo muy importante de muerte.
Una situación que es previsible en pacientes ancianos con múltiples patologías y con descompensaciones estacionales, en los que el fallecimiento en una de estas situaciones no sorprende a la familia.
Se estimó un exceso de fallecimientos de 979.000 personas en el 2020 en los 29 países analizados. Todos los países tuvieron un exceso de muertes, salvo Nueva Zelanda, Noruega, y Dinamarca.
Los cinco países con mayor número absoluto de fallecimientos fueron EEUU (458.000), Italia (89.100), Inglaterra/Gales (85.400), España (84.100), y Polonia (60.100). En el número de fallecimientos por 100.000 habitantes (tasas crudas) fuimos el tercero por detrás de Lituania y Polonia.
Y si bien es cierto que en la mayoría de países el número muertes en exceso superó largamente los fallecimientos por la COVID-19, en Nueva Zelanda la mortalidad global llegó a ser más baja que la esperada (-2500).
En franjas de edad por debajo de los 15 años en muchos países los fallecimientos fueron similares a los esperados (no se notó la epidemia) y en algunos incluso fueron inferiores (es decir que las medidas utilizadas para la COVID-19 evitaron defunciones por otras causas, como en Inglaterra y Gales, Francia, Israel, Italia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y EEUU).
En sentido contrario, el exceso de fallecimientos se concentró en personas mayores de 75 años, seguido por los de entre 65-74 años, por lo que no es aventurado pensar que hubo una gran cantidad de “mortalidad de desplazamiento”.
Y sorprendentemente, como les he adelantado, hubo países en los que el exceso en el número de fallecimientos fue inferior al registrado por la COVID-19 (Israel, Francia, o Alemania) que da cuenta que las medidas adoptadas en dichos países redujeron las muertes no debidas a la COVID-19 en ciertos subgrupos de la población compensando el exceso de muertes por la COVID-19, lo que da cuenta que la gestión de la epidemia fue excelente.
A todo esto hay que hacerse la pregunta de que, si las diferencias no se deben al distinto nivel socioeconómico (pues todos los países están a un mismo nivel) o cultural (la occidental), ¿cuál fué la causa de unos resultados tan distintos?.
¿Serán las decisiones políticas, la población, o el distinto sistema sanitario?. Sistemas nacionales de salud frente o sistemas de protección social, de provisiones públicas o privadas, o modelos en los que prima autoresposabilización de la población con controles de la demanda en forma de copagos, tickets moderadores, reintegros, franquicias ...queda claro que tener un sistema de cobertura social mejora los resultados (hemos visto las diferencia con los datos en EEUU) pero tener un sistema de provisión pública con oferta y demanda ilimitada como el nuestro no parece que haya sido lo mejor en esta situación, como nos sugieren los datos tras esta epidemia.
Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. ¿La epidemia de la COVID-19 ha incrementado las defunciones en todos los países?
. Es Diari MENORCA. 04-06-2021: 31 https://www.menorca.info/
Seguí Díaz M. Sigue el exceso de fallecimientos en nuestro país. Es Diari MENORCA. 27-03-2021: 26 https://www.menorca.info/
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