martes, 23 de marzo de 2021

China, la gran beneficiada de la crisis de la COVID-19

China, la gran beneficiada de la crisis de la COVID-19

En esta crisis del coronavirus COVID-19 existe un actor que siendo el principal protagonista, por no decir el causante de la misma, ha salido más airado. Una contradicción que nos sorprende.

Si bien es cierto que la génesis de la pandemia no está dilucidada del todo, si se sabe de donde partió (Wuham, China), aunque no como se produjo. Las explicaciones más plausibles, según el comité de la OMS, tras un año transcurrido, apuntan a la creación de una nueva cepa de coronavirus a partir de un virus animal, probablemente de un murciélago, habida cuenta las costumbres del lugar de alimentarse de animales salvaje, vivos, hasta el momento que son consumidos; algo fruto de una tradición o de una costumbre en este país tras la gran hambruna entre los años 1959 y 1961 (Gran Salto Adelante) que causó entre 15-55 millones de muertos (se dice pronto). 

Un virus aislado el  7 de enero del año pasado por científicos chinos como un nuevo coronavirus emparentado con el anteriormente conocido como  SARS (severe acute respiratory syndrome), y que fue denominado como el SARS-CoV-2  que más tarde en febrero se bautizó como COVID-19  (coronavirus disease 2019) por  la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las hipótesis de una creación de laboratorio, se han interpretan como poco “probables” por este organismo al año de haberse producido la pandemia, habida cuenta que sería  poco factible que se debiera a un hecho fortuito (un escape); pues de haberse producido tendría que haber sido deliberado (creación del mismo) con la dificultad que supone la creación de un virus transmisible que al tiempo contagiara a su propia población. Sea como fuere, como se argumenta en los thrillers policíacos, existían los medios (un laboratorio especializado al efecto) y la oportunidad de hacerlo. Y lo más sospechoso, en el símil del bombero pirómano, que llegara a ser el actor más beneficiado del desaguisado producido, como al parecer está ocurriendo.

Cuenta Yuval Noah Harari en su libro “21 lecciones para el siglo XXI” que “En 1997, el presidente de Estados Unidos , Bill Clinton, reprendió confidencialmente al gobierno chino diciéndole que su negativa a liberalizar su política lo situaba “en el lado equivocado de la historia”…//…para añadir el autor párrafos más tarde,  “Hoy en día son pocos los que declararían de forma confidencial que el Partido Comunista chino se halla en el lado equivocado de la historia.” (sic).  Palabras escritas antes de conocer que en diciembre del 2019 se iba a producir dentro de dicho país y extender al  mundo  la mayor pandemia vírica desde la gripe del 1918. 

Hasta no hace mucho el fascismo era el gran perdedor de la historia, y tras este el comunismo. Sin embargo, siendo ésta la ideología que mayor carga de sufrimiento ha generado al ser humano, se ha mantenido hasta el momento presente y sin aparentes fisuras gracias a esta gran potencia y a la connivencia interesada de occidente. El liberalismo, tanto político como económico, sorprendentemente ha quedado profundamente tocado tras esta crisis. Y es que esta pandemia se ha convertido no solo en un asunto sanitario, si no político. Y nada será igual tras ella.
Y es que si existe un país que ha salido reforzado de esta crisis ha sido China.

Ha salido reforzado dado que ha mostrado al mundo como es capaz de controlar la epidemia solo aplicando los postulados comunistas de control de la población. Conociendo en cada momento lo que hace y como se comporta cada ciudadano chino; en esto la actual tecnología informática ha jugado una eficaz ayuda a modo del “Gran Hermano”. Un “Gran hermano” que supera con creces al concebido por George Orwell en “1984” y que le ha servido para maquillar un comportamiento totalitario que en este momento es bien visto por algunos comentaristas de occidente que interpretan como éxito lo que no es más que la aplicación estricta del control de las masas por un régimen comunista.   Un éxito que sirve para proyectar a un régimen totalitario que va camino de convertirse la primera potencia mundial y que ha sido el único país del mundo que en esta situación de profunda crisis económica ha seguido creciendo, al tiempo que se percataba de la debilidad del mundo libre más preocupado por la seguridad que por la libertad individual. Y ha servido para que los amantes de la democracia popular (que no liberal) hayan tomado buena nota de como con una dosis suficiente de miedo se puede someter a toda una sociedad.

Y es que han ganado, pues ha sido capaces de rentabilizar la crisis creando tres vacunas que las está utilizando más en el exterior que sobre su propia población, con lo que su imagen mejora al tiempo que aumentan los ingresos económicos. ¡Para que utilizarlas en China cuando la mejor vacuna es el propio régimen!. Así, al mismo tiempo (febrero 2021) que Israel llevaban vacunados al 57% de la población, Reino Unido el 14% y España cerca del 4%, China solo llegaba al 1,7%*.

En la actualidad China fabrica y distribuye tres tipos de vacunas: la CoronaVac, con virus desactivados, con una eficacia de hasta el 78%. La llamada Ad5-nCoV o Convidecia,  una vacuna de vectores virales semejante a la de AstraZeneca;  y la Sinopharm, que se basa en un virus desactivado. Todos ellas realizadas dentro y fuera de China. 

Abundando más en ello, en este 2021 se estima que la economía China crecerá alrededor de un 8%  por encima del resto de países.

No cabe duda que China es el gran vencedor de esta crisis. 

Mateu Seguí Díaz
médico de familia 

Seguí Díaz M. China, la gran beneficiada de la crisis de la COVID-19. Es Diari MENORCA. 19-03-2021: 29 https://www.menorca.info/

* a dia 23-03-2021, tras hacer este artículo,  observamos como China se ha puesto las pilas y ha pisado el acelerador de la vacunación


2 comentarios:

Pepe dijo...

Buenos días,
Sin ser, ni mucho menos, experto en edición de genomas virales creo que es bastante descabellado pensar que China ha fabricado y liberado ese virus para enriquecer su economía.
No dudo que tengan laboratorios para estudio de armas biológicas, al igual que otros países. No veo descabellado pensar que el SARS-Cov-2 se haya escapado de alguno de esos laboratorios y no me cabe la menor duda que China miente en sus datos, y en los de la pandemia también.
De ahí a creer que ha sido un plan urdido para engrandecer su economía y vender sus vacunas va un trecho. Sobre algunos de los aspectos que se han tocado:
En China van sin mascarillas porque su sistema de control poblacional se lo ha permitido. Ni salvan el verano, ni se dividen en autonomías en la que cada una hace lo que le parece (conviene), ni aguantan a Miguel Bosé, ni a uno solo de sus habitantes se le ocurre saltarse las normas. También, a partir de hoy, se puede ir sin mascarilla en Gibraltar y en muchas zonas de Australia desde hace meses y no le veo la ligazón económica.
China tiene tres vacunas desarrolladas, pero de momento no las está colocando en grandes cantidades en el mundo coocidental. Y veremos en qué medida lo hace.
En China existen esos mercados húmedos donde es posible que el coronavirus haya hecho el salto de especie y, sí, se lo comen todo, os lo aseguro y, sí, son muy distintos a nosotros en muchos aspectos, os lo aseguro también (he convivido con ellos).
Esto anterior unido a que su población es casi el 20% del total del planeta, a que su extensión es casi un 10% de la tierra emergida y a que biotecnológicamente es una potencia favorecen el que, por simple cálculo de probabilidades, el bicho es más fácil que haya salido de ahí que de Liechtenstein.
Personalmente me parece que "crear" un virus con la mala uva de este, que mata pero lo justo, que se transmite en gran medida en período asintomático, con una Rt considerable, transmisible por aerosoles, insensible a todos los antivíricos desarrollados y que no es precisamente fácil de diagnosticar, o ha sido una potra tremenda o la población de la China ha disminuido a la mitad durante los ensayos de efectividad de su mala uva y también nos lo esconden. Y si ha sido por pura potra no creo que nadie vaya lanzando virus de laboratorio aleatoriamente hasta dar con el que le apaña la economía.
Todo ello sin olvidar que algunas de sus especiales características clínicas y epidemiológicas como virus, se empeñan en llevar la contraria a casi todo lo que los pediatras teníamos claro hasta ahora.

Pepe Serrano

Mateu Seguí Díaz dijo...

De acuerdo, Pepe.


Ciertamente son coincidencias. Sin embargo, hemos de pensar con la lógica de este tipo de regímenes y su historia. Con todo, lo veo “improbable” pero no imposible.

Si que es cierto que es un virus especial, de ser endémico (Piedrola Gil) ha pasado a ser pandémico y con un comportamiento particular pues contagia y afecta más gravemente a aquellos que tiene más susceptibilidad de receptores ACE2, que justamente son los más mayores (55 en adelante) y aquellos con trasfondo cardiovascular, sea de facto o de riesgo. Tanto es así que vacunando los grupos de riesgo a partir de los 55 años han calculado en UK (actualmente) que evitarían más del 99% de las muertes…
Por el contrario, la epidemias vírica clásicas afectan a niños y jóvenes, la varicela, el sarampión… la mortalidad principal en la gripe del 1918 se encontró entre 15-45 años, en la COVID-19 el 95% tuvieron más de 60 años (Israel).
Esta claro que es un virus raro, otra coincidencia que índice justamente con nuestro mundo actual, y nos sorprende

gracias por tus apreciaciones pues ayudan a completar este artículo

mateu seguí díaz