sábado, 10 de octubre de 2020

Del médico de familia público a la medicina privada

Del médico de familia público a la medicina privada

La relación entre los médicos generales o de familia (MG/MF) del sistema público español y la medicina privada es una relación de amor/odio. Más odio que amor, pues es fuente de conflictos con paciente exigentes que intentan utilizar al médico del primer nivel para pasar las medicaciones, a veces pruebas, o derivaciones a especialistas, provenientes del sector privado y sin contar con la opinión del galeno. Hay médicos más complacientes y otros más estrictos.

Mi posición en este sentido es aristotélica, y me mantengo en una actitud expectante, analizando la situación, prescribiendo o realizando aquello que creo es razonable aún proveniente de fuera del sector público, aún entrando en agrias discusiones estériles. Actualmente no sufro de estas situaciones pero si tiempos atrás. 

Soy consciente que es un problema para muchos compañeros.

Sin embargo, digo que es una relación de amor /odio, pues muchos problemas son solucionados de manera rápida fuera de nuestro rígido y encorsetado sistema por el hecho de  disponer de una atención privada seria, y  que se puede convertir en un complemento para el  médico público a la hora de elegir los pacientes una solución rápida a un problema importante. Lo vemos cada día delante listas interminables de médicos especialistas y sobre todo pruebas cuyo acceso desde el primer nivel o nos está vetado (resonancias magnéticas y tomografías axiales computarizadas), o que para acceder a ellas precisa ser asistido previamente por un especialista en buena medida inaccesible. Y, como les digo a mi médicos residentes de la especialidad de MF, nuestra primera lealtad es con el enfermo, no con la institución.

Viéndolo de otra manera podemos pensar que la sanidad privada vive de la mala función de la  medicina pública; si la atención pública funcionara bien la privada sería innecesaria. En este sentido se ha argumentado que sería un parásito de ésta; ahora bien, viéndolo de otra manera, o en sentido contrario, sería un complemento de la pública cuando ésta no es suficiente diligente en la solución de los problemas de salud del ciudadano. Sea como fuera este hecho es una realidad más que una opinión de este articulista, cuando observamos los datos publicados el año pasado del 2018 Euro Health Consumer Index (EHCI) (creo que el último publicado, no he encontrado otro) evaluando los diversos sistemas sanitarios europeos, en el que se posiciona a Suiza como la mejor valorada (diversos sistemas de provisión con una regulación estatal), y a España (financiación y provisión pública) en la 18º  posición por detrás e Portugal (13º) y del Reino Unido (16º), y por delante de Italia (20º). Las diferencias se valoran entre diversos items, y dentro de éstos las diferencias se aprecian en la calidad del sistema,  en la garantía de libre elección y en el hecho de tener listas de espera muy reducidas; pues los items de equidad en la atención y de resultados de salud se dan por supuestos y existen pocas diferencias en Europa. Sin embargo, y por esto hago este inciso, señalan que la mejora  en la calidad de la atención en países como España, Italia…tendría que ver más con la capacidad de los consumidores para acceder  a la sanidad privada como complemento o suplemento de la atención pública. 

Esto puede sorprender con las pretensiones de grabar a la atención privada en nuestro país, subir el IVA de ésta al 21%. Desconozco el motivo, presupongo que político y para arañar algún dinero en esta situación de crisis económica, sin embargo, pienso que esto irá en detrimento de nuestro sobrecargado sistema y más en una época de penurias, empeorará aún más la salud de la población y dudo mucho que mejore económicamente nada.

Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Es Castell

Seguí Díaz M. Del médico de familia público a la medicina privada. Diari Menorca. 09-10-2020. 27  http://menorca.info/

https://healthpowerhouse.com/media/EHCI-2018/EHCI-2018-report.pdf


4 comentarios:

Ángel Ruiz Téllez dijo...

Hola Mateu,
todas las soluciones van a ser "opinables", es decir, sujetas a opinión positiva o negativa con relación a la participación mayor o menor de la atención privada, por tanto, centradas en la confrontación de opiniones basadas, más en creencias que en ideas, en el marketing, en la influencia económica y de prebendas al decisor político, en la penetración mayor o menor de unas opiniones en las redes y sus influencers, en el cabildeo ....
En fin una guerra de futuro incierto pero con todas las consecuencias de la misma, las "bajas", básicamente de civiles, los pacientes con problemas de verdad, y de profesionales cualificados. Y ello porque no cuestionamos el suelo en el que se apoya el actual Modelo de Relación-Incentivo. Un modelo que financia e incentiva el parasitismo de la sanidad privada sobre la pública.
Basta cambiarlo a la gestión de sanidad pública por cápita ponderada poblacional con las mismas reglas, con interfacturación de la morbilidad "huída" de tu zona y atendida por otro, a precio de servicio, no de cápita, por lo que daría igual quién fuera el proveedor, una mutua, un consorcio, un hospital y centros de primaria públicos. El paciente elegiría y su "dinero que sigue al paciente" haría el resto.
Un abrazo
ART

carlosmanuel dijo...

Nos aplican el Iva en la factura de compra de aquellos productos que están sujetos al mismo. Pero que yo sepa, las facturas de una consulta médica y dental curativa no están sujetas a Iva, salvo se trate de medicina u odontología estética. Por otra parte, la factura que emite un seguro privado tampoco está sujeta al iva sino a otro tipo de impuesto (primas de seguro), que en el caso de los seguros médicos (a diferencia de coches, hogar, vida..) es de un tipo 0% (beneficio fiscal en la ley de presupuestos, que a quien más beneficia es al propio estado vía muface). Así pues, esto del iva médico parece un engañabobos para distraer al personal

Mateu Seguí Díaz dijo...

De acuerdo ART, el tema es que el paciente, en este caso nunca mejor dicho “cliente” yo diría “paciente adulto” (no de edad, si no de capacidad decisoria) pudiera elegir entre lo ofertado.
Date cuenta que cubierto lo básico éste paciente/cliente quiere elegir, quiere no tener filtros y no quiere listas de espera. Y esto es lo que nos viene a decir los análisis comparativos entre países.
Sin embargo, nuestro sistema es uno, en planificación, financiación y provisión de modo que el paciente español se adapta a lo que hay. Los únicos que se escapan son los funcionarios que cada año eligen dentro lo que se les oferta.
La competencia dentro del sistema sería una solución, pero es una quimera a estas alturas tras el tiempo perdido en crear castillo en el aire de “supuestas autogestiones” etc..
La medicina privada esta ahí para quien se la pueda pagar, y muchos se la pueden pagar, en autonomías como la nuestra el mutualismo llega al 30%, creo que en Madrid es más..
La opción en un momento dado de utilizar a la medicina privada cuando la publica falla, y falla mucho, es una posibilidad que no debemos desdeñar si creemos que nuestro objetivo es la salud del paciente.
Gracias ART por tu agudo comentario.
Mateu

Mateu Seguí Díaz dijo...

Se lo que tu, Carlos Manuel. Creo que lo que se propone y recoge la prensa estos días, es eliminar los beneficios fiscales de las actividades sanitarias privadas (creo que esto incluye a todo los relacionado con la actividad). Hasta ahora tal como dices era del 0, y pasaría al 21%, lo que perjudicará a muchas economías.
Leo que esto afectará a 8,7 millones de personas, un 5,4% de la población española (aquellas que tienen seguro privado, aunque no se si se incluyen los asegurados de MUFACE). Con todo estos % son muy variables según las CCAA y afecta indirectamente al mayor o mejor presuesto público sanitario de las mismas (en nuestro caso rozamos el 30%,...)
Gracias
Mateu