Influye el ejercicio físico en la demencia tipo Alzheimer
En post anteriores en los que hablamos de la demencia (picar demencia), señalamos como existen muchos factores que puede influir, retrasar o prevenir esta patología. Dentro de los más importantes, y que nos faltaba, es el de la influencia del ejercicio físico en sobre la evolución de este trastorno.
Para ello, hemos buscado un trabajo específico que estudiara este tema. Y puesto que no es fácil su estudio, encontramos uno de enero de este año en Archives of Neurology, que estudia pacientes con una anomalía que los hace especialmente susceptibles al depósito de sustancia amiloide en el cerebro. Se trata de aquellos pacientes portadores del gen APOE ϵ4. La presencia de estos genes es uno –incluso se habla del más- de los factores de riesgo más importantes de enfermedad de Alzheimer (EA). La presentación de la EA en estos individuos es más precoz que en la población general. Se ha mostrado que en estos tienen mayor depósito cortical de sustancia amiloide y niveles más bajos de Aβ42 en el líquido cefaloraquídeo (LCR) que los individuos que no son portadores.
Se buscó como objetivo la asociación entre el ejercicio físico moderado y el depósito de amiloide cerebral en individuos con genotipo APOE y que tuvieran una función cognitiva normal.
Los participantes se clasificaron en alto o bajo ejercicio físico según los estándares de la American Heart Association, tras la cumplimentación de un cuestionario ad hoc. La información sobre el ejercicio físico se remontó a 10 años atrás.
El depósito amiloide fue evaluado mediante tomografía de emisión de positrones (PET) con trazadores del tipo carbono-11específicos, y exámenes del LCR.
Se reclutaron 201 adultos (45-88 años, 135 mujeres) sin alteración cognitiva, del Knight Alzheimer’s Disease Research Center, siendo o no portadores del APOE ε4. Se tomaron de ellos 165 muestras de LCR, y en 163 de los individuos se tomaron imágenes mediante PET del depósito amiloide.
Los portadores del APOE ϵ4 tuvieron niveles más altos del enlace PiB (p inferior a 0,001) y niveles más bajos del Aβ42 en el LCR (p inferior a 0,001), que los que no eran portadores. Del mismo modo, se sabía por registros anteriores que en individuos sedentarios existían niveles más altos de enlaces PiB (p = 0,005) y a su vez niveles más bajos del Aβ42 en el LCR (p inferior a 0,009).
En este estudio se observó que existía una interacción entre el hecho de ser portador del gen APOE ( p=0,008) y el ejercicio físico, de tal modo que la vida sedentaria se asociaba a niveles más altos de enlaces PiB (p = 0,013) en los portadores del gen, que en aquellos que no eran portadores de este (P = 0.20).
Estos resultados se mantuvieron a pesar de la edad, sexo, nivel educacional, índice de masa corporal, hipertensión, diabetes…
Concluyen, que estos resultados sugerirían
que en individuos portadores del APOE ϵ4 con un nivel cognitivo normal el sedentarismo se asociaría con mayor riesgo de deposito amiloide en el cerebro, o lo que es lo mismo el ejercicio físico podría ser un protector para este tipo de dolencias.
En general, se sabe que
el ejercicio físico protege contra el deterioro cognitivo por diversos mecanismos que tienen que ver con la neurogénesis, la neuroinflamación, la angiogénesis y el funcionamiento cerebrovascular, el metabolismo glucémico, el incremento de factores de crecimiento (factores neurotrópicos) que afectarían a la plasticidad neuronal, al tiempo que el ejercicio físico mejoraría los factores de riesgo cardiovascular.
Head D, Bugg JM, Goate AM, Fagan AM, Mintun MA, Benzinger T, Holtzman DM, Morris JC.
Exercise Engagement as a Moderator of the Effects of APOE Genotype on Amyloid Deposition.
Arch Neurol. 2012 May;69(5):636-43.
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