jueves, 12 de agosto de 2010

¿Sirve la glucosamina en la lumbalgia crónica?

¿Sirve la glucosamina en la lumbalgia crónica?

La glucosamina, un precursor de los proteinglicanos del cartílago articular, se utiliza con profusión en el tratamiento de la artrosis en general, no sin con una cierta polémica debida a sus controvertidos efectos terapéuticos. Si bien existen algunas evidencias en el tratamiento grandes articulaciones, como en la osteoartritis de la rodilla fundamentalmente y menos de la cadera, es utilizada en el tratamiento de las lumbalgias crónicas sin evidencias al respecto (estudios pequeños hasta ahora con resultados poco concluyentes), debido a la extrapolación de los resultados de las articulaciones grandes y a que su acción antiinflamatoria y restauradora del cartílago se piensa debería ser común a otras articulaciones. Por ello, los investigadores se propusieron hacer un estudio aleatorizado, doble ciego con el que investigar el efecto analgésico de esta sustancia a los 6 meses de su prescripción en pacientes con lumbalgia crónica y osteartrosis lumbar.
Realizado en Oslo (Noruega) entre diciembre del 2006 y julio del 2008, mediante médicos generales, especialistas en fisioterapia y quiroprácticos en pacientes mayores de 25 años con lumbalgia crónica no específica de al menos 6 meses duración y puntuación de al menos 3/24 puntos en la escala de Roland Morris Disability Questionnaire (RMDQ). Se les incluyó una resonancia magnética (RMN) no más antigua de un año que fue analizada por radiólogos sin conocer el nombre. Todos las RMN debieron cumplir al menos uno de los siguientes criterios: cambios en el disco intervertebral (alteraciones en la señal), disminución de la altura del disco, cambios en las articulaciones facetarias. Se excluyeron a aquellos con hernias discales sintomáticas, estenosis lumbar, fracturas lumbares previas, embarazo, enfermos psiquiatricos o somatoformes...y aquellos que utilizaron la glucosamina al menos un año antes de su inclusión en el estudio.
De 473 pacientes, 250 fueron aleatorizados a recibir sulfato de glucosamina (125, 1500 mg/d) o placebo (125) durante 6 meses. Se les permitió utilizar medicación analgésica o antinflamatoria de rescate o alternativa quiropráctica (manipulación o masaje), con controles a las 6 semanas, 3 y 6 meses y un año.
Tanto la discapacidad el dolor como la calidad de vida medida por la escala de RMDQ a los 6 meses no fue mejor que el placebo, 5.0 (IC 95% CI, 4.2-5.8) frente a 5.0 (IC 95%, 4.2-5.8), aunque mejoró en ambos grupos. Del mismo modo otros cuestionarios aplicados al margen del RMDQ, como el NRS LBP, EQ-5D, y EQ-5D VAS no encontraron diferencias destacables. En cuanto a los analgésicos los utilizaron el 38,4% (48 de 125) del grupo de la glucosamina frente al 45.6% (57 del 125) del grupo placebo.
Se trata del estudio sobre el particular más amplio y por tanto más importante que se ha realizado, y demuestra que la glucosamina sirve para poco en la lumbalgia crónica a los seis meses y al año de seguimiento. Tiene la ventaja que no hay ningún laboratorio detrás, que ha durado suficiente tiempo y que además del doble ciego, ha existido una gran adherencia en ambas ramas.


**Philip Wilkens, Inger B. Scheel, Oliver Grundnes, Christian Hellum, Kjersti Storheim. Effect of Glucosamine on Pain-Related Disability in Patients With Chronic Low Back Pain and Degenerative Lumbar Osteoarthritis A Randomized Controlled Trial JAMA, July 7, 2010—Vol 304, No. 1

***Andrew L. Avins. Glucosamine and the Ongoing Enigma of Chronic Low Back Pain. JAMA, July 7, 2010—Vol 304, No. 1

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