domingo, 20 de septiembre de 2009

Teléfono, autodiagnóstico, visita domiciliar y gripe A

Teléfono, autodiagnóstico, visita domiciliar y gripe A

“La inteligencia fracasa cuando es incapaz de ajustarse a la realidad, de comprender lo que pasa o lo que nos pasa, de solucionar los problemas afectivos o sociales o políticos; cuando se equivoca sistemáticamente , emprende metas disparatadas, o se empeña en usar medios ineficaces; cuando desaprovecha las ocasiones...” (pag 11, La inteligencia fracasada, Jose Antonio Marina)

No he podido evitar sacar esta frase de un libro que próximamente os comentaré y que viene al pelo en todo este lío mediático en que se está convirtiendo la mal llamada gripe A. Un fracaso de la inteligencia llevado a su máxima expresión al dar más importancia al miedo, a las emociones, que a la razón. El miedo y los de “la ganancia de pescadores” está perpetuando una situación kafquiana donde la realidad se olvida (aprender de situaciones pasadas) y se actua pensando en riesgos remotos (angustia).
Y es que a estas alturas, como comentó jocosamente el presidente Obama, “cuando el caballo se ha escapado, para qué cerrar el cercado” (no textual, publicado en el New York Times, hace algún tiempo), las medidas que eviten la transmisión de la enfermedad tienen una eficacia más que moderada, pues al fin y al cabo de una manera u otra la gripe A está entre nosotros y se extenderá por toda la población, presentado unas formas clínicas leves con puntuales complicaciones, como estamos viendo. Y por lo visto inferiores a la gripe estacional.
Entonces para que mantener y difundir recomendaciones y poner en marcha mecanismos con la que intentar poner “puertas al campo” cuando la epidemia esta totalmente extendida, generando inquietud y sobrecargando innecesariamente a los servicios sanitarios.
Medidas excesivas en mi opinión, que se ponen en marcha, “por si acaso”, que neurotizan si cabe más a la población. Así, se han puesto en marcha sistemas webs, correo electrónico, teléfonos- para que la población se autodiagnostique, se autofiltre o se autotrate con antivíricos –afortunamente fuera de España- ante los síntomas probables de esta enfermedad, como si de una grave pandemia se tratara. O evite acudir a los servicios sanitarios instando a que los médicos vean en sus domicilios aquellos que pudieran tener un diagnóstico de sospecha, lo que con gran probabilidad llevará al colapso del sistema.
En este aspecto, yendo a mi experiencia particular, recuerdo las epidemias de gripe de final de los años 80 principios de los 90 en mi municipio, en una época donde la mayorías de gripes de atendían en los domicilios; podían generarse perfectamente entre 20-30 avisos domiciliares diarios –para una población de alrededor de 4.000 habitantes- con una duración al menos dos meses. En las actuales circunstancias en las que los médicos de AP disponen de una hora diaria para este menester lo veo prácticamente inviable, a la par que inútil.


3 comentarios:

Antonio R. dijo...

Pues creo que llevas razón, lo más probable es que la población "pase" de tanta parafernalia y siga dando avisos a domicilio cuando crean oportuno, y si encima les estimulan el "pánico" a la gripe A , más todavía. En fin, de locos.

Mateu Seguí Díaz dijo...

No, el sistema que se quiere implantar en nuestra comunidad es que un teléfono diagnostique, discrimine a las posibles gripes, para que su atención se haga en exclusiva a nivel domiciliar. Primera visita por médico, y sucesivas por enfermería. Me pregunto ¿para qué?. Gracias por tu comentario. mateu

Antonio R. dijo...

Es que algunos gerentes y consejeros eran jóvenes cuando lo del "teléfono de la esperanza" y eso les ha dejado secuelas. Espero que en este caso se les colapsen las líneas telefónicas para que éstas no colpasen el sistema sanitario en tu comunidad. Un saludo balsámico.