
Mi tío, hace años fallecido, era ginecólogo y médico general. Fue el que me trajo a mundo ayudado con un fórceps y hasta principio de los 60 aún realizaba partos en los domicilios. Creada la entonces nueva Residencia Sanitaria en Menorca obligó o alentó a su esposa –lo desconozco- para que sus últimos hijos los tuviera en esta institución (tuvo 10 hijos) para dar ejemplo con ello a la población, dadas las reticencias de los asegurados a tener los hijos en un hospital. A partir de entonces, la realidad ha cambiado y prácticamente es una rareza encontrar a alguien joven que haya nacido en su casa. Es raro en España pero no en otros países. La impresión según estudios publicados en centro Europa es que el parto en casa es tan seguro como el del hospital, pero este metanálisis hecho por ginecólogos viene a decirnos lo contrario.
Dice el artículo que se estima que una de cada 200 mujeres en EEUU paren en casa (25.000 al año), algo que el American College of Obstetricians lógicamente no alienta pues señalan, que el riesgo asociado a complicaciones que precisen el traslado al hospital en un parto domiciliar es del 9% en las multíparas y el 30% en la nulíparas, lo que empeora los resultados.
Los únicos estudios al respecto son estudios aislados de cohortes que comparan ambas situaciones, de ahí que interpretan que aumentando el tamaño muestral puedan extraerse conclusiones que puedan responder a esta cuestión.
Hicieron para ello una búsqueda en bases de datos bibliográficas de MEDLINE y EMBASE desde 1950 hasta noviembre del 2009 en MEDLINE, o a partir del 1947 en EMBASE, con términos como “Home Childbirth”, “Delivery, Obstetric”. “Hospitalization”, “Inpatients”. También se consultó la The Cochrane Database of Systematic Reviews. Para garantizar un mínimo de homogeneidad de los estudios se aplicó el Breslow-Day test.
Se incluyeron al final para el análisis a 342.056 partos domiciliarios y 207.551 partos hospitalarios.
En cuanto a la tasa mortalidad infantil por 100,000 nacimientos -excluyendo 4 estudios que no los analizaron- fueron 27,3 en parto domiciliar frente a 10,5 hospitalario. Si bien es cierto, que la mortalidad prenatal fue idéntica y que en los partos domiciliares hubo menor medicación, menor analgésia epidural, monitorización fetal, episiotomía, y instrumentación vaginal o cesáreas. Como no podía ser de otra manera. Tuvieron menos infecciones, menos desgarros vaginales, hemorragias y placentas retenidas, no habiendo diferencias en las tasas de prolapsos de cordón.
La comparación de la puntuación del test de Apgar no se pudo determinar al utilizar límites de gravedad distintos.
Los nacimientos pretérmino y el bajo peso al nacer fueron menos frecuentes en los partos planificados en el domicilio que en los hospitalarios. Si bien es cierto que con más frecuencia se produjeron estos más allá de las 42 semanas.
Se concluye que la tasa de mortalidad neonatal fue el doble en el domicilio que en el hospital y se triplicó entre los neonantos malformados, lo que asocian a una menor intervención médica tanto en el neonato como en la madre.
No cabe duda que los metanálisis intentan sacar conclusiones de datos dispares con distinto peso (Holanda vs Australia), que en este caso se relacionan con distintos países, sistemas sanitarios, y profesionales que atienden a las mujeres en este trance (comadronas entrenadas). También que la selección de las mujeres y el riesgo obstétrico de los niños son variables a tener en cuenta. Sea como fuere, tal como plantea la discusión el tema del parto domiciliar es un tema que las mujeres lo plantean como una huída de la tecnificación y del exceso de medicalización de un proceso que es natural. Un proceso natural, que en el ser humano, y no lo olvidemos, tiene mucho mayor riesgo para la madre y el niño, que en otras especies de animales. Defiendo el parto en casa, pero con el máximo de garantías y teniendo en cuenta todas las contingencias que pudiera surgir (si eso es posible en un parto).
Que un metanálisis nos desmonte la idea que teníamos sobre el tema nos tiene que hace pensar que la ciencia se basa en el análisis no en las emociones ni en los sentimientos. Digo esto por la polémica que ha desatado dicho estudio en otros foros, blogs de médicos de familia o de pediatras de atención primaria.
Wax JR, Lucas FL, Lamont M, Pinette MG, Cartin A, Blackstone J.Maternal and newborn outcomes in planned home birth vs planned hospital births: a metaanalysis
. Am J Obstet Gynecol 2010;203:x.ex-x.ex.