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lunes, 30 de agosto de 2021

Los alimentos ultraprocesados influyen en la obesidad

Los alimentos ultraprocesados influyen en la obesidad

Hace cuatro años escribí sobre los “alimentos procesados” (Es Diari MENORCA. 17-05-2017: 19) con el sugestivo título de “Alimentos ultraprocesados, ¿“nutrirse o intoxicarse”?” tomado de un chiste del “Roto”, que mostraba esta complicada disyuntiva. Y es que el mundo moderno nos lleva a consumir cada vez más alimentos que ya ha sido “cocinados” de forma industrial lo que implica la adición de sustancias para su conservación, apariencia, textura y sobre todo sabor. 

Unos alimentos que no solo se refieren a los típicos alimentos precocinados (pizzas…) si no a cualquier alimento manufacturado por la industria, desde la  panadería industrial (panes, bollería, pastelería...), las patatas fritas (chips), los aperitivos, las sopas instantáneas, los productos animales procesados (los embutidos, ahumados,…), los postres industriales,  hasta las bebidas gaseosas edulcoradas…, alimentos que queramos o no, con o  sin conocimiento, consumimos con regularidad, y que comentábamos entonces, pueden alcanzar hasta el 25% de las calorías que se ingieren a diario en algún país occidental y que en los niños puede llegar hasta el  50%, leía recientemente.

miércoles, 25 de agosto de 2021

El consumo de sodio y la mortalidad. Una aproximación poblacional.

El consumo de sodio y la  mortalidad. Una aproximación poblacional.


Un tema antiguo que todo el mundo admite es que la sal es mala para la salud. Los médicos hemos recomendado comer sin sal y sobre todo proscribir los saleros, no añadir sal suplementaria a las comidas. Sin embargo, estudiar este tema no es fácil y no todos los estudios llegan a los mismos resultados.

Y es que la relación entre el consumo de sodio (componente de la sal) y los resultados en salud suelen adoptar una curva en “J”, habida cuenta que existe una relación entre la hiponatremia (falta de sal en la sangre) y la mortalidad, la malnutrición y la caquexia cardíaca ...en diversos países en vías de desarrollo; así que poco es malo pero mucho también.
Pues al margen del consumo poblacional de sodio, los ensayos clínicos aleatorizados (ECA) con dietas como la DASH  (Dietary Approaches to Stop Hypertension) para el tratamiento de la hipertensión arterial (consumo de frutas, verduras y lácteos descremados...) con poca ingesta de sal, se las ha relacionado con menor morbimortalidad cardiovascular (CV).  Metaanálisis  ad hoc y estudios de cohortes   han demostrado que ingestas superiores a 4,6 gr/día se asociaría a  mayor mortalidad y riesgo cardiovascular (RCV).

Hoy comentamos un estudio quizás más osado pues intenta relacionar el consumo de sal con la esperanza de vida y la mortalidad por cualquier causa (MCC), un tema que no es fácil de abordar por la multitud de variables confusoras a nivel poblacional.
Se estudiaron los datos entre la ingesta de sodio y la esperanza de vida de la población de 181 países, El consumo medio de sodio se estratificó por edad, se calculó la esperanza de vida al nacimiento y a la edad de 60 años, los fallecimiento por enfermedades no comunicables y MCC en el 2010, todo ello tras ajustarlos por factores confusores potenciales, por producto interior bruto per cápita del país y el índice de masa corporal (IMC). 

Las estimaciones de salud global fueron las proporcionadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Según este análisis, con todas las salvedades de un estudio poblacional, los datos proporcionados por los 181 países encontraron una correlación positiva entre la ingesta de sodio y la esperanza de vida al nacer  (β = 2,6 años/gr de ingesta diaria de sodio, R2 = 0,66, p inferior a  0,001), así como la esperanza de vida a la edad de 60 años (β = 0,3 años/gr de ingesta diaria de sodio, R2 = 0,60, p 0,048), pero no en la mortalidad debida a enfermedades no comunicables  (β = 17 eventos/gr de ingesta diaria de sodio,  R2 = 0,43, p 0,100).
En sentido contrario la MCC tuvo una correlación inversa con la ingesta de sodio (β = -131 eventos/gr de ingesta diaria de sodio, R2 = 0,60, p inferior a 0,001).

Un análisis de sensibilidad restrictivo a los 46 países de más altos ingresos, la ingesta de sodio se mantuvo en su correlación positiva con la esperanza de vida al nacer (β = 3,4 años/gr de ingesta diaria de sodio, R2 = 0,53, p inferior a  0,001) pero inversamente con la MCC (β = -168 eventos/gr de ingesta diaria de sodio, R2 = 0,50, p inferior a 0,001).
Concluyen que en base a datos observacionales la ingesta de sodio, como valor poblacional, se correlacionaría positivamente con la esperanza de vida pero en sentido inverso con la MCC a nivel mundial.

Con todo, los autores señalan que si el consumo de sodio afecta a la esperanza de vida o la mortalidad por cualquier causa (MCC) no queda claro, ni que este estudio aporte algún dato añadido. Los resultados  deben tomarse con precaución debido a los posibles factores confusores y a consideraciones ecológicas, de ahí que no puedan extraerse conclusiones a nivel individual  

En países de altos ingresos el exceso de ingesta de sodio no sería culpable en general de la reducción de la esperanza de vida o que fuera un factor de riesgo de muerte prematura.

Con todo, el problema de los estudios ecológicos es la interpretación de los resultados a nivel particular de un país, la llamada como falacia ecológica. 

Franz H Messerli, Louis Hofstetter, Lamprini Syrogiannouli, Emrush Rexhaj, George C M Siontis 1, Christian Seiler, Sripal Bangalore. Sodium intake, life expectancy, and all-cause mortality. Eur Heart J . 2021 Jun 1;42(21):2103-2112. doi: 10.1093/eurheartj/ehaa947. DOI: 10.1093/eurheartj/ehaa947

Demilade A Adedinsewo, Amy W Pollak, Rickey E Carter. Dietary sodium and mortality: how much do we really know?. Eur Heart J . 2021 Jun 1;42(21):2113-2115. doi: 10.1093/eurheartj/ehaa1086. DOI: 10.1093/eurheartj/ehaa1086


lunes, 23 de agosto de 2021

Sa llengua de Menorca, de Joan Pons Torres


Nota previa para los no isleños:

Quien no sea menorquín y lea el título de este libro lo primero que le vendrá a la cabeza es que se trata de los delirios de un iluminado. ¿Como una isla tan pequeña puede reinvindicar tener un idioma propio a estas alturas?
Ciertamente, desde mi punto de vista el título debiera ser más amplio, como “la lengua de las Baleares”; sin embargo, Menorca en el siglo XVIII, durante la dominación británica (1713, Tratado de Utrec) poseyó su lengua propia formalizada, con diccionario, gramática…a partir de lo que se hablaba y ellos entendían (así lo recogen los documentos) era un dialecto  de la lengua lemosina (lengua de Oc, provenzal, romance...), de tal modo que nuestra isla de no haberse devuelto con el Tratado de Amiens (1802, no como Gibraltar) a España pudiera probablemente ser un país independiente con lengua propia en la actualidad, algo parecido a lo que pasó con  la isla de Malta (1814, Tratado de París).
El comentario del libro inicialmente escrito en español para este blog y luego ampliado para publicarse en es Diari Menorca y rehecho en Balear (variante menorquina), como ya suponía levantó alguna ampolla que dio pie (así lo esperaban) a un editorial del Director en el que se reafirmaba en el catalán como la lengua de Menorca, lo que  tranquilizó (algún correo que me llegó) a alguno de estos inquietos replicantes. 

miércoles, 18 de agosto de 2021

Alimentos ultraprocesados y riesgo de enfermedad intestinal inflamatoria

Alimentos ultraprocesados y riesgo de enfermedad intestinal inflamatoria

La enfermedad intestinal inflamatoria (EII) es una enfermedad que se produce  en personas genéticamente susceptibles por la activación del sistema inmune de la mucosa intestinal en respuesta a ciertas disbiosis del tracto intestinal. Comprende dos formas clínicas,  la  enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

A nivel general se ha documentado que dietas altas en alimentos procesados podrían relacionarse con el cáncer y enfermedades cardiovasculares (ECV), como hemos visto en otros post.

La idea de que los cambios de la microbiota intestinal pudieran modificar la respuesta inmune ha dado  pie a la hipótesis de que ésta pudiera tener algún papel en la patogénesis de este síndrome. La realidad es que es una patología se va aumentando en los países en general, sobre todo occidentales, y en aquellos donde esta entidad era prácticamente desconocida, lo que deja la idea de  que  algún condicionante externo está relacionado con su patogénesis.

Se sugiere que la occidentalización de la dieta  podría estar detrás de éste cambio epidemiológico. Los estudios al respecto se basan en datos retrospectivos con diseño en forma caso/control.
Los estudios prospectivos son pequeños, con potenciales factores confusores, poblaciones muy  homogéneas...de ahí que exista alguna revisión sistemática que sintetice estos estudios evaluando la dieta en el riesgo de presentar EII. Que intenten evaluar la asociación con diferente componentes de los alimentos, sean carbohidratos, grasas, proteínas, carnes, frutas, vegetales, fibra, lácteos. 

Y es que  lo cambios en la dieta, como el  incremento en la ingesta de azúcares refinados, grasas o la falta de fibra en la dieta podría ser algunos de los causantes.
Existen revisiones sistemáticas que apuntan a que la alta ingesta de fibra en forma de fruta reduce el riesgo de enfermedad de Crohn y ésta en forma de vegetales en la colitis ulcerosa.  

El tema de los alimentos procesados, además,  es más complejo pues estos tienen  elementos añadidos, aditivos artificiales en forma de edulcorantes, estabilizantes, emulsificantes, detergentes …. En este sentido, en estos dos últimos, por ejemplo, se ha sugerido que podrían afectar negativamente a la barrera intestinal.
En concreto, estudios preclínicos en modelos animales, la carboximetilcelulosa incrementa la adherencia bacteriana al epitelio intestinal pudiendo producir aumento en el crecimiento bacteriano con infiltración de las bacterias entre las vellosidades intestinales. El polisorbato, por su parte, incrementaría la translocación de ciertas bacterias como la Escherichia coli através de las células M y los parches de Peyer en personas con enfermedad de Crohn, leemos. La maltodextrina, el dióxido de titanió tambíen se suponde podrían estar implicados.

El estudio que comentamos utiliza la información de la cohorte Prospective Urban Rural Epidemiology (PURE), del que hemos hablado en otras ocasiones,  para analizar la asociación entre el consumo de alimentos ultraprocesados y el riesgo de presentar EII. Para ello se analizaron los datos procedentes de 116 087 individuos entre 35-70 años captados entre el 2003 y 2016  provenientes de 21 países de ingresos medios y altos  de 7 regiones mundiales (Europa, Norteamérica, Sudamérica, África, Asia del sur, medioeste, sureste de Asia, y China). De todos ellos se tenían  los datos completos de un ciclo de seguimiento y  del cuestionario alimentario FFQ (food frequency questionnaire) al inicio con un seguimiento de al menos 3 años.

Los objetivos primarios fueron el desarrollo de EII, fuera enfermedad de Crohn o de colitis ulcerosa. La asociación entre los alimentos ultra procesados y el riesgo de EII se evaluó utilizando un modelo multivariable de efectos aleatorios proporcionales Cox. Los resultados se presentaron en forma de tasa de riesgo aleatorio, hazard ratio (HR).

Durante un seguimiento medio de 9,7 años (rango intercuartil 8,9-11,2 años) se identificaron a 467 individuos que desarrollaron una EII (90 con enfermedad de Crohn y 377 con colitis ulcerosa).
Tras el ajuste por posibles factores confusores se observó que una ingesta alta de alimentos ultraprocesados se asoció con un mayor riesgo de EII, siendo la tasa de riesgo aleatorio HR  de 1,82 (IC 95% 1,22 a 2,72) en  ≥5 consumiciones diarias y de 1,67 (IC 95% 1,18 a 2,37) entre 1-4 consumiciones diarias en comparación con una sola consumición diaria (referencia)  p 0,006 por tendencia. 

Si se analizaban distintos subgrupos de alimentos ultra procesados entre los que se incluían refrescos, alimentos dulces refinados, tentenpies (snacks) salados, carne procesada… los HR eran superiores para la EII.
Las ingestas de carne blanca, roja, productos lácteos, frutas, verduras y legumbres no se asociaron con mayor incidencia de EII.

Los resultados fueron consistentes con ambas entidades con baja heterogenidad.
Concluyen  que la alta ingesta de alimentos ultraprocesados se asocia positivamente con alto riesgo de EII. El problema a partir de ahora es identificar qué factores específicos son causantes de este mayor riesgo.


Neeraj Narula, Emily C L Wong, Mahshid Dehghan, Andrew Mente, Sumathy Rangarajan, Fernando Lanas, et al. Association of ultra-processed food intake with risk of inflammatory bowel disease: prospective cohort study. BMJ . 2021 Jul 14;374:n1554. doi: 10.1136/bmj.n1554.


jueves, 12 de agosto de 2021

De la efectividad de las vacunas al mantenimiento de los controles sanitarios

De la efectividad de las vacunas al mantenimiento de los controles sanitarios

Uno de los hechos que me ha sorprendido es que los resultados aportados en los estudios previos a la comercialización de las vacunas (hechos lógicamente con controles, o sea en condiciones ideales) se confirmen en la vida real. Lo hemos comentado en otros artículos refiriéndonos por ejemplo a Israel (Es Diari  02/2021) y lo estamos viendo en las propias cifras que nos dan nuestra administración sanitaria, como la cantidad de contagios tiene poco que ver con los ingresos en la UCI o en los fallecimientos. Cifras parecidas al inicio de la pandemia colapsaron el sistema sanitario, en la actualidad no.

Y me ha sorprendido sobre todo en aquellas vacunas donde pudiera haber diferencias entre los ensayos clínicos y la vida real al tener que transportarse ultracongeladas y tener todo un procedimiento para su aplicación, pero al parecer los datos son buenos. Leyendo un artículo recientemente publicado de  Tenforde et al en el Morb Mortal Wkly Rep  refiriéndose al sistema de vigilancia epidemiológica de EEUU y al comportamiento justamente de estas vacunas la Pfizer-BioNTech y de  Moderna en la población más vulnerable, o aquellos mayores de 65 años, los resultados coinciden con lo aportados en los estudios pivotales aportados para su aprobación, o sea que mantienen su efectividad.

viernes, 6 de agosto de 2021

Sobre los nuevos fármacos para la enfermedad de Alzheimer

Sobre los nuevos fármacos para la enfermedad de  Alzheimer

Sobre la demencia y en concreto la enfermedad de Alzheimer (EA) hemos hablado en multitud de ocasiones. Hemos comentado como los fármacos utilizado en la actualidad para el manejo de este enfermedad intentando alterar su evolución, como  los inhibidores de la colinesterasa, pudieran generar más riesgos de efectos secundarios que beneficios cognitivos reales; aún así comentamos como el diagnóstico de esta enfermedad lleva aparejado invariablemente la prescripción de alguna de estas sustancias por los especialistas que los atienden. 

La EA se caracteriza por la acumulación de placas β-amiloides y ovillos neurofibrilares en el cerebro que son las causante del declinar cognitivo y de la demencia ulterior. 

 Los inhibidores de la colinesterasa utilizados en la actualidad como el único tratamiento posible y basado en la corrección  del déficit bioquímico, sean  el donepezilo, la galantamina o la rivastigmina,  (Sheffrin M et al) al parecer generan una mayor pérdida de peso que los controles con otro tipo de medicación al año de seguimiento, hazard ratio (HR) 1,23 (IC 95%  1,07–1,41). Una situación física que se  relacionaría con alteración de la funcionalidad y la mortalidad, entre otras  morbilidades, comenta dicho metaanálisis. 

En algún post anterior comentábamos como la  American Geriatrics Society's (AGS) en su afán de “elegir sabiamente”  ("Choosing Wisely®") recomendaba: “No prescribir inhibidores de la colinesterasa para el tratamiento de la demencia sin una evaluación periódica de sus posibles  beneficios cognitivos y de sus efectos gastrointestinales. De modo que si los objetivos  no se alcanzan después de un tiempo razonable de 12 semanas, debería considerarse su interrupción.” 

La realidad es que es difícil en nuestro tiempo manejar una enfermedad crónica fatal sin que no se le dé un tratamiento que altere su progresión, de modo que aún que exista evidencia estadística con una traducción mínima a nivel clínico se prescriben invariablemente.

Con todo, según criterios de coste (fármacos caros)/ eficacia (mejora de su cognición)/efectos adversos, no debieran prescribirse sin más criterio que el diagnóstico y sin hacer controles posteriores. 

En este aspecto comentamos unos nuevos fármacos con resultados esperanzadores cuya aparición no ha dejado de tener alguna polémica en este sentido. 

Se trata de los anticuerpos monoclonales humanos  IgG1 anti-Aβ monoclonal específicos  contra los oligomeros y fibrillas β-amiloides implicados en la génesis de la EA. En este sentido a final del año pasado (noviembre 2020) el comité de la  US Food and Drug Administration (FDA) revisió la seguridad y eficacia del  aducanumab.  En este sentido los dos estudios aleatorizados (ECA) ENGAGE y el  EMERGE en fase 3 con alta y bajas dosis de este fármaco frente a placebo finalizaron precozmente al no alcanzarse en un análisis intermedio los objetivos planteados, si bien es cierto que a dosis altas (1.638 pacientes) se alcanzó los objetivos primarios con significación estadística (22% de reducción frente a placebo, p 0,01).  Con todo, según la FDA se precisarían al menos dos ECA que demostraran la eficacia para aprobar su uso, aunque desde el 1997 es posible hacerlo con uno solo, de modo que el 7 de junio fue aprobado por vía de urgencias por este organismo para el tratamiento de la AE.

Otro fármaco de la familia el donanemab en fase 2º estudiado en personas con EA sintomáticas con  depósitos de amiloide por tomografia de emisión de positrones en 257  pacientes, 131 con  donanemab y 126 con placebo mostraron una diferencia en la escala Integrated Alzheimer’s Disease Rating Scale ( iADRS) de  3,20 (IC 95%  0,12 -6,27; p 0,04) a las 76 semanas, sin resultados en los  objetivos secundarios fuera  Clinical Dementia Rating Scale–Sum of Boxes (CDR-SB), la subescala de the 13-item del  Alzheimer’s Disease Assessment Scale (ADAS-Cog13), el  Alzheimer’s Disease Cooperative Study–Instrumental Activities of Daily Living Inventory (ADCS-iADL), y el famoso  Mini–Mental State Examination (MMSE), como cambios en la carga de amiloide o tau en el PET, que fueron pocos, 85,06 centiloides,  0,01 mayor con el donanemab que con el placebo.

Según éste el donanemab mejoraría la puntuación en la cognición y la capacidad de realizar actividades de la vida diaria mejor que el placebo a las 76 semanas según el test aplicado, otros objetivos no se cumplieron.

La polémica, como toda la terapia del EA, tiene que ver con la aprobación de fármacos, como el caso del aducanumab con resultados significativos (reducción de la placa amiloide) pero de escasa o moderada relevancia clínica, así como su coste (elevado). En este sentido, el  donanemab mostró unos modestos beneficios en el declinar cognitivo y la capacidad de desarrollar actividades diarias.

Con todo, los nuevos fármacos demuestran que estamos lejos de  la cura del EA, que lo descubierto, si bien podría mejorar algunos aspectos, no mejora el pronóstico, unos cambios sin embargo a precios prohibitivos  (56.000 $ al año en el aducanumab).

G Caleb Alexander, Scott Emerson, Aaron S Kesselheim. Evaluation of Aducanumab for Alzheimer Disease: Scientific Evidence and Regulatory Review Involving Efficacy, Safety, and Futility. JAMA . 2021 May 4;325(17):1717-1718. doi: 10.1001/jama.2021.3854. DOI: 10.1001/jama.2021.3854

Mark A Mintun , Albert C Lo , Cynthia Duggan Evans , Alette M Wessels , Paul A Ardayfio, Scott W Andersen , et al Donanemab in Early Alzheimer's Disease. N Engl J Med . 2021 May 6;384(18):1691-1704. doi: 10.1056/NEJMoa2100708. Epub 2021 Mar 13.7 DOI: 10.1056/NEJMoa2100708

William H. Hung. Alzheimer's Disease Treatment on the Horizon or False Dawn? Medscape. July 14, 2021

jueves, 5 de agosto de 2021

Opiniones de un payaso, de Heinrich Boll

 Opiniones de un payaso, de Heinrich Boll

Se trata de una de las obras más famosas del escritor alemán, premio Nobel  en el 1972, Heinrich Böll.

Como el título sugiere se trata de las opiniones, aunque para mi son más impresiones  de una persona atormentada por su situación social, religiosa y sobre todo particular.
Un individuo (escrito en primera persona) desencantado con la vida con profundas contradicciones vitales; hasta en su misma profesión, el hecho de trabajar de payaso al tiempo que su estado anímico raya la desazón.
Críticas a sus vivencias, con quienes convivió y sobre todo el papel de la sociedad y de la religión católica en su entorno.
 Un libro agridulce que precisa un cierto estado de ánimo para leerlo. Con todo, tanto su estilo como el argumento no cansan aunque no enganchan.

EL PAIS. Clásicos del Siglo XX. Madrid. 2002

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