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martes, 9 de junio de 2020

Convivir con perros en la infancia se asociaría a un 25% menos probabilidad de presentar esquizofrenia

Convivir con perros en la infancia se asociaría a un 25% menos probabilidad de presentar  esquizofrenia

La esquizofrenia es un trastorno psiquiatrico del paciente joven. Hemos visto como la utilización de ciertas drogas en estas edades puede precipitar o producir estos trastornos y también hemos visto como algo aparentemente sin relación, como es  la microbiota intestinal puede tener influencia en la psique de las personas. Un poco de esto va este post.
La esquizofrenia a su vez tiene una asociación familiar (genes implicados), de modo que son muchos los factores implicados en este trastorno. Una predisposición genética y unos factores ambientales que harían que estos genes se expresaran en ciertas poblaciones.
Y es que el sistema inmune, influenciado tanto por el sustrato genético como por factores ambientales, forma parte (aunque sorprenda) de la etipatogénesis de la esquizofrenia y del trastorno bipolar. En este sentido se enfatiza, por estudios en animales y humanos,  el papel del sistema inmune en los primeros años de la vida y el desarrollo cerebral.
La convivencia con animales de compañía en los primeros años de vida han sido relacionados también, como vimos, con la prevención de enfermedades alérgicas, así la exposición de los niños pequeños a animales de granja o a perros durante el primer año de vida  reduciría el riesgo de presentar asma a la edad de 6 años de edad. La explicación dada (Fall T et al) es que la exposición a animales incrementarían la exposición a microorganismos que, en este caso, en forma de infecciones respiratorias, modularían el sistema autoinmune. 
La convivencia con perros o gatos serían unos factores ambientales que se ha demostrado que alterarían los procesos inflamatorios generales de los niños, teniendo efectos sobre las reacciones  alergicas, intestinales (microbiota) y neuroendocrinas a su vez al reducir por el contacto con el animal el stres del niño.
El estudio que comentamos investiga las relaciones entre la exposición temprana a animales de compañía como perros o gatos en pacientes adultos diagnosticados de esquizofrenia o trastorno bipolar.
El objetivo fue investigar la relación entre la exposición a perros o gatos durante los primeros 12 años de la vida y su relación con el diagnóstico posterior de esquizofrenia o trastorno bipolar.
Se realizó en una cohorte de 396 individuos con esquizofrenia, 381 con trastorno bipolar y 594 individuos de grupo control. Se utilizaron métodos estadísticos con los que calcular el riesgo aleatorio (hazard ratio -HR) del desarrollo de esquizofrenia o trastorno bipolar tras una primera exposición en el hogar a perros o gastos utilizando un modelo de regresión logística multivariante Cox incluyendo diversas covariantes socio-demográficas.
Según este análisis la exposición en el ambiente del hogar a perros se asoció con una significativa reducción del HR en el diagnótico de esquizofrenia (HR 0,75,  0,63 – 0,90; p inferior a 0,002)
A su vez se redujo significativamente el riesgo de esquizofrenia tras la exposición tras el nacimiento y durante los primeros años de vida.
No se encontró sin embargo relación entre la exposición a perros y el trastorno bipolar.
A su vez no hubo asociación entre la exposición en el hogar a gatos y el posterior riesgo de esquizofrenia o trastorno bipolar
Concluyen que la exposición a animales de compañía en la infancia podría estar asociado con alteraciones en las tasas de desarrollo de alteraciones psiquiátricas en la vida adulta. Así la exposición a perros durante los primeros 12 años de vida reduciría hasta en un 25% el riesgo aleatorio de padecer esquizofrenia, algo que no se explica por otros factores, fueran demográficos, de raza, género, educación..algo que no ocurre con los gatos.
Apuntan que si la convivencia con el perro se produce entre el nacimiento y el 2 año la reducción del riesgo es incluso mayor llegando al 50% del riesgo relativo de diagnóstico de esquizofrenia.
Al margen de esto la convivencia con perros en otros estudios han mostrado menores tasas de depresión y ansiedad en niños entre 4-7 años, y otros la exposición de personas con el diagnóstico de esquizofrenia a perros mejoró la sintomatología, apuntan.
Se ha apuntado que tal vez existieran factores demográficos no evaluados habida cuenta que las familias que tiene perros tiene un estatus socioeconómico específico y otros factores geográficos.

¿Cúal es la explicación?. Lo primero que nos viene a la mente es un tema psicológico, de comportamiento, trasferencia, empatia...sin embargo, al parecer no es esto lo fundamental pues lo achacan a activación del sistema inmune a diversos agentes en el período de gestación y en los primeros años de vida tendría relación con diversas alteraciones psiquiátricas.
Esta´demostrado con las alergias que la exposición a niños a animales de compañía, tipo perros, se asociaría a una atenuación de la inflamación reduciéndose los mediadores inmunes relacionados con el asma bronquial y alergias alimentarias, lo que se ha dado en llamar la “hipotesis higienista”.
Otras explicaciones se han achacado a la atenuación de la respuesta mediada por el cortisol y la generación de citoquinas en relación a estimulos antigénicos en la activación inmunológica.
Otra idea que se baraja es la alteración de las microbiota intestinal familiar al estar en contacto con la microflora del animal que actuarían en la inflamación intestinal y  por cambios del eje psico-inmune-neuroendocrino.  Estos cambios en relación las tasas de esquizofrenia (pero no con el trastorno bipolar) se han encontrado se ha estado en contacto con perros  en el embarazo y durante los primeros 3 años de vida. Las diferencias podrían estar en la influencia en este segundo trastorno de factores sociodemográficos, inmunológicos o genéticos.
Con todo, en la discusión se plantean estudios en otros escenarios (Finlandia) donde los resultados con gatos (no perros) se asocian con el incremento de aspectos puntuales de la esquizotímicos como la anhedonia... en cambio otros no, posiblemente en relación otras variables socioeconómicas confusoras.
Si tenemos en cuenta estos datos convivir con perros en la infancia se asociaría a un 25% menos probabilidad de presentar el diagnóstico de esquizofrenia posteriormente. La convivencia con gatos no se llegó a esta conclusión, lo que achacan al distinto entorno vivencial y socioeconómico. O que la microbiota trasmitida por los perros sea distinta a aquella trasmitida por los gatos

Yolken R, Stallings C, Origoni A, Katsafanas E, Sweeney K, Squire A, Dickerson F. Exposure to household pet cats and dogs in childhood and risk of subsequent diagnosis of schizophrenia or bipolar disorder. PLoS One. 2019 Dec 2;14(12):e0225320. doi: 10.1371/journal.pone.0225320. eCollection 2019.

Megan Brooks. Early-Life Exposure to Dogs Linked to Lower Schizophrenia Risk. Medscape 
December 31, 2019

Grabenhenrich LB, Gough H, Reich A, Eckers N, Zepp F, Nitsche O, et al Early-life determinants of asthma from birth to age 20 years: a German birth cohort study.  J. Allergy Clin Immunol. 2014;133:979-988. 

Fall T, Lundholm C, Örtqvist AK, Fall K, Fang F, Hedhammar Å, Kämpe O, et al. Early Exposure to Dogs and Farm Animals and the Risk of Childhood Asthma. JAMA Pediatr. 2015 Nov;169(11):e153219. doi: 10.1001/jamapediatrics. 2015.3219. Epub 2015 Nov 2.


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