Los animales de compañía mejoran la salud mental
En la actualidad nuestra sociedad se encuentra en un proceso de entropía social, en la que la soledad es cada vez más frecuente, en el que formas de apoyo social, sea la familia, la pareja, los hijos, que tenía un función importante hasta ahora, son cada vez más escasas. El remedio de nuestros males se deja al estado protector (de ahí que sea cada vez mayor y más controlador) y a nivel más próximo a amigos, grupos de auto ayuda...y, porque no decirlo, a la compañía de mascotas, de animales.
Se ha llegado a publicar que se adquieren en la actualidad más perros y gatos que niños nacen. Lógicamente es un dato significativo de los cambios sociales en los que nos encontramos y de la necesidad de compañía, a pesar de hiperconectividad de las redes, aún que sea de un ser de otra especie.
En ocasiones hemos hablado de los efectos beneficiosos de la convivencia con animales en la prevención de las alergias en los niños como una respuesta a la “hipótesis higiénica” por la que la exposición precoz a los animales reduciría el riesgo de asma en los niños, por ejemplo (Fall et al, 2015), pues en este caso el estar en contacto con animales se aumentaría la exposición a microorganismos que modularían el sistema autoinmune y reducirían el riesgo de esta enfermedad. O también, que va en la linea del trabajo que comentaremos, como la convivencia con perros se asociaría con un 25% menos probabilidad de tener esquizofrenia (un trastorno psiquiátrico) en la adolescencia (Yolken R et al, 2019). En éste se evaluó la relación entre la convivencia con perros o gatos durante los primeros 12 años de vida y el diagnóstico posterior de esquizofrenia o trastorno bipolar. Se demostró con el primer diagnóstico pero no con el segundo; con los perros pero no con los gatos. La explicación en este caso no solo se relacionaría con temas psicológicos, empatía, transferencia de sentimientos.. si no también se apuntó a alteraciones de la microbiota intestinal, que por el sugerido eje psico-inmune-neuroendocrino llegarían a actuar en el cerebro.
Otros aspectos barajados fueron la posibilidad de que el hecho de compartir nuestro tiempo con una mascota seleccionara a un cierto tipo de población más susceptible a estos comportamientos.
Con todo, se admite desde hace algunos años que los animales de compañía se asocian con mejoras física, psicológicas y sociales en aquellos humanos que los poseen.
Se trata de estudiar los beneficios de las conocidas como técnicas de utilización de animales de apoyo emocional (AAE) (“ Emotional Support Animals”) y en este caso en once pacientes (53 años de media) afectos de “enfermedad mental grave” (según definición del National Institute of Mental Health -2019-) dentro del programa Hope and Recovery Pet program (HARP) por el que se utilizaron a perros o a gatos de compañía en pacientes en estas condiciones mentales.
Para su estudio se recabó datos aplicando escalas que midieran puntuaciones sobre la depresión, la ansiedad y la sensación de soledad previos y durante el transcurso del estudio, y de biomarcadores en la saliva del paciente como oxitocina, cortisol y alfaamilasa, al mes, tres, seis, nueve y 12 meses del seguimiento.
Los resultados finales se recabaron al finalizar el año de seguimiento y mostraron reducciones significativas en las puntuaciones de las diferentes escalas de soledad, ansiedad y depresión. Aunque en los biomarcadores, los niveles de oxitocina (placer) se incrementaron y de cortisol (stress) se redujeron a los 10 minutos de la interacción con el animal de compañía (test antes y después de contacto con el animal), no se llegó a la significación estadística, pero fueron elocuentes de que la interacción con el animal produce un efecto positivo en la persona que se puede medir directamente en el organismo.
Según la experiencia de los pacientes la sensación de bienestar y la mejoría en la salud mental se debió a la interacción con estos animales, señalaron.
Aunque este estudio tiene limitaciones importantes (pocos pacientes, falta grupo control y los pacientes continuaban con sus tratamientos respectivos..) sus resultados van en la línea de las observaciones anteriores que se tienen, de que los animales de compañía ayudarían a este tipo de pacientes como facilitadores en la recuperación de los mismos, habida cuenta que no hay (comentan) excesivos estudios al respecto.
Todo ello, sin embargo, abunda en lo conocido, que tener mascotas mejora nuestra salud emocional, reduciendo la sensación de soledad, la ansiedad y la depresión, además de mejora nuestra condición funcional e incluso, señalan, nuestra sociabilidad.
Así que pongamos una mascota en nuestra vida. Se lo agradeceremos.
Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. Los animales de compañía mejoran la salud mental. Es Diari. 15-05-2022: 35 http://menorca.info/
La compañìa de los animales tambièn tiene respuesta emocional aunque no sean animales de compañìa. Ej: Jilgueros, Ruiseñores, Cucos, grillos, incluso las hormigas; aunque su traslaciòn objetiva no ha sido considerada.
ResponderEliminarCiertamente, hasta peces, cualquier ser animado que nos capte la atención, tengamos que cuidar y con ello nos genere una responsabilidad.
ResponderEliminarSin embargo, la transferencia de sentimientos, la posible "empatía" solo te la darían los perros y algo los gatos..
gracias por tu comentario
mateu
Pues, el aroma de las pequeñas rosas son como la memoria, aunque las polinizan las moscas. La empatìa y el bienestar emocional no es patrimonio de la trasferencia con animales domèsticos, y plantas y animales silvestres pueden mostrar gran empatìa y menor servilismo.
ResponderEliminarYa en Costa Rica, se asociò su gran diversidad bilògica con el estado de felicidad de la poblaciòn. No hay mas que ver donde estan los cluster de tristeza y depresiòn para apreciar su perdida de diversidad.