El ciudadano y los contactos con el sistema sanitario
No es fácil encontrar la causa de nuestro actual desbarajuste asistencial intensificado por la pandemia de la COVID-19. No es fácil, pero a la vez, paradójicamente es simple, a mi entender, y se resume en el título de este artículo: tener un exceso de contactos en el sistema asistencial por proceso atendido, resuelto o no, lo que se traduce en que se conoce como ineficiencia; algo por otra parte inherente a un sistema de provisión pública como el nuestro.
Solo actuando sobre la demanda, sobre el ciudadano, con un mínimo coste (pequeño copago), algo políticamente incorrecto, pero eficaz, se solucionaría una parte de la sobreutilización; pero este no es el momento para estas medidas, ni sería la solución, aunque creo que ayudaría.
El momento actual necesitaba medidas eficaces que impidieran o que redujeran los contactos del paciente con el sistema sanitario; algo que no se consiguió, más al contrario se intensificó, rompiéndose (figurativamente) el sistema en su eslabón más accesible y por tanto más débil: la Atención Primaria (AP), de ahí las protestas actuales. Y es lo que digo siempre, no es cuestión de más recursos, de más médicos de AP, intentando solucionar un problema organizativo que en la mayoría de veces se ha generado en otros niveles, si no de actuar sobre cada uno de los problemas causantes de este desbarajuste y solucionarlo.
La realidad es que lo que se intentaba solucionar en la epidemia de la COVID-19, que el ciudadano contactara lo menos posible con el sistema para con ello ponerlo a salvo del contagio, ha sido al revés; muchos ciudadanos se ha contagiado gracias y justamente al sistema que les tenía que proteger (impresión personal), pues “yendo al cántaro a la fuente al final se rompe”.
Si se mira por partes, esta afirmación por mi parte no sería correcta; ciertamente algunos niveles asistenciales se ha vuelto impermeables, inaccesibles y por ello se ha reducido la frecuentación (cuesta llegar al especialista), las listas de espera se han disparado y el hecho de que te llamen para una 2º visita generada por la misma atención hospitalaria se convierte en ciertas especialidades en algo complicado o imposible.
Pero, también, contactos y más contactos por una AP saturada por visitas inefectivas, recurrentes, en bucle. Un simple caso de la COVID-19 se convierte fácilmente en múltiples contactos con el sistema, de la cita previa telefónica, al Punto de Atención Continuada (PAC), a las Urgencias hospitalarias si cabe, para al final acudir a su médico de cabecera para que le visite o no y le dé la incapacidad temporal si la precisa. ¿Por qué en el primer contacto con el sistema no se solucionó todo? ¿No es la baja laboral una parte del tratamiento? ¿No sigue estando normativamente vigente lo de que el documento de incapacidad debe ser extendido por quién diagnostica al paciente?.
Contactos y más contactos con la Atención Primaria (AP) al no poder acceder a otros niveles, a pruebas diagnósticas,.. de pacientes que en su ingenuidad piensan que al final les llamarán.. hasta que no queda más remedio que reclamar a la Oficina de Atención al Paciente… y sorprendentemente para hacer algo tan simple como introducir al paciente en una agenda, es decir, que le den una cita. Pensando mal, si no está citado el paciente no cuenta en la lista de espera…
Y es que los contactos inútiles se multiplican, y nos complican la vida; contactos para solicitud de volantes en 2º visitas que deben darse en la visita del especialista, de traslado al hospital, de pruebas solicitadas por el especialista de su especialidad, de información contenida en sistemas informáticos compartidos –informes, certificados…- una redundancia, un ir y venir que ha llegado a sobrecargar y pedir auxilio a la AP. Y es que ésta no es la secretaria personal del especialista como así se le ha hecho creer al sufrido paciente, o así lo cree en la actualidad. La inoperancia funcionarial se ha instalado como una losa en la AP.
Sin embargo, la AP no es eso; está concebida como una Agencia de Salud del paciente, una relación de agencia en beneficio de éste, que no solo le atiende, le diagnostica y le trata, si no que le previene de la enfermedad y que le protege (prevención cuaternaria), aunque suene raro, justamente del Sistema Sanitario, un mecanismo altamente resolutivo de contención del daño que le pudiera producir éste, sea por acción (por sobrediagnóstico, sobretratamiento) o por omisión (lo que no se hace); que torticeramente se convierte en la actualidad en algo distinto y desvirtuado, en la válvula de escape de una atención especializada inaccesible, sin más.
Pero en este desbarajuste no todo es ineficiencia interniveles, pues los procesos más simples exigen en la actualidad, varios pasos; así, sorprendentemente un simple acto de solicitar una prueba, un análisis, una radiografía, enviar a un especialista, significa al menos dos contactos, la visita médica presencial o telefónica y la espera directa en el mostrador de admisión para concertar el día de la prueba o cita con el especialista. Porque, ¿con nuestro sistema informático no lo puede hacer el mismo médico?
En fin, se está perdiendo la oportunidad con los recursos que tenemos de servir al ciudadano de manera eficiente y rápida, confundiendo el problema y con ello el objetivo.
Responsabilicemos a cada actor de nuestro sistema sanitario para que todo el proceso asistencial pueda tramitarse con el mínimo de contactos, démosles recursos para “que cada palo aguante su vela”; algo que debería ser una máxima en nuestro sistema.
Hay que identificar los problemas, ponerles solución teniendo como objetivo el reducir los contactos que hace el paciente con el Sistema Sanitario, de ello saldremos todos beneficiados.
Como decía uno, “simplifiquemos, por favor”.
Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. El ciudadano y los contactos con el sistema sanitario. Es Diari MENORCA. 22-07-2022:32 https://www.menorca.info/
Contraréplica por mi parte en la lista Medfam
ResponderEliminarHola xxxx, gracias por mantener este tema vivo.
En mi opinión expones muchas ideas y tal vez desde una perspectiva de hace algunos años.
En este aspecto, no se si en la actualidad, donde no existe ninguna autonomía de gestión ni personal y ni del EAP, hubiera escrito el tema que me encargaron para la extinta revista “Cuadernos de Gestión para el profesional de AP” ya hace 20 años. Una revista que en la actualidad no tendría ninguna función, pero que en su día fue un buen medio para transmitir experiencias en la gestión de la AP cuando podíamos con nuestros medios controlar la demanda asistencial
Segui Diaz M. Propuestas para mejorar la organización de la consulta. Cuadernos de Gestión 2002; 8 (3):115-132
En la actualidad, y tras la pandemia, algo ha cambiado, el tiempo dedicado a la consulta se ha dilatado, el número de visitas también, y no existe tiempo para visitas domiciliares. La consulta telefónica, o telemática, más que una mejora ha aumentado la carga de trabajo del profesional. A su vez la AP se ha convertido en recurso para dar salida a las listas de espera de otros niveles y los vicios de éstos sobre la AP han aumentado (función de secretaria de la AP). Es mi experiencia comparativa.
La labor personal en la organización de la consulta (mis huecos son sistemáticamente cubiertos por los de los compañeros) hace en buena medida casi inútil la gestión de mi consulta. No suelo tener ninguna lista de espera pero trabajo full time…haga lo que haga. No me muevo de la consulta toda la mañana, salvo domicilios imposibles de negociar. Como me decía un paciente, “doctor ahora los médicos de cabecera ya no van a los domicilios”. Mi contestación, ahora hagamos lo que hagamos no nos dan tiempo para asistirles en su domicilio.
Conozco a los autores que cita, los he leído, alguno de ellos personalmente (familia política) y tanto éstos como la misma SEMFYC (que tiene gran parte de culpa de la situación actual) tienen sus sesgos de opinión como buenos expertos relacionados con su propias ideas políticas. El copago no solucionará esta situación pero estoy seguro que puede ayudar
Sobre el mismo tengo algunos post en mi blog Quiproquo que comentan alguna de su bibliografía.
http://borinot-mseguid.blogspot.com/search?q=copago
un saludo
mateu seguí díaz