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miércoles, 20 de noviembre de 2019

¿Es sano beber zumo de frutas?

¿Es sano beber zumo de frutas?

Los zumos de frutas no son más que la forma líquida de las frutas, de modo que si aquellas aportan vitaminas, minerales y azucares,.. estas mantendrán estas cualidades una vez licuadas, aunque no todas.
La realidad es que la moda de beber zumos de frutas no es propia de nuestra dieta mediterránea en la que se ingieren las frutas enteras, si no del otro lado del atlántico, en donde al parecer, se inició  tras una campaña mediática en una época de excedentes de estos alimentos, y se ha mantenido y fomentado como un hábito supuestamente sano.
La trasformación de la fruta entera en zumo cambia su composición básicamente en la fibra aportada y en la cantidad de azúcares (si son añadidos por la industria, como los zumos concentrados). Tanto una cosa como otra hace que la cantidad, calidad y la velocidad de absorción de los azucares tengan consecuencias para el cuerpo humano; unas consecuencias parecidas o idénticas, según el estudio que veremos, a los refrescos (naranjadas, colas…) que en la actualidad se beben con profusión. El cambio de los hábitos en la bebida en nuestros hijos, de agua de grifo a bebidas azucaradas, ha tenido, y tiene, sus consecuencias en el peso y en alteraciones metabólicas hasta ahora desconocidas en edades tempranas como la diabetes tipo 2. 
El azúcar añadido a los refrescos (y menos en los zumos) suelen ser en forma de sacarosa, el azúcar corriente (50% de glucosa y 50% de fructosa) o de jarabe de fructosa (45% glucosa, 55% de fructosa) que son absorbidos por los intestinos en forma de glucosa o fructosa, aumentado rápidamente la glucosa (el azúcar) en la sangre. Una sobrecarga de azúcar de esta manera tiene sus consecuencias a la larga si se consume en exceso.
El consumo de bebidas azucaradas, sean refrescos o zumos, ha ido aumentando de manera progresiva en los países occidentales, de modo que  el consumo per cápita diario en EEUU aumentó de 64,4 a 141,7 kcal  entre 1970 y 2006, llegando en ciertos países (Méjico) a constituir más del 12% del las calorías ingeridas; y en algunos países llegando a ser la forma principal de ingestión de hidratos de carbono de absorción rápida (azúcares).
Algunos metaánalisis (estudios de otros estudios publicados) como el de  Malik VS  et al ya mostraron como la mayor ingesta de bebidas azucaradas frente a la menor, aumentaba el riesgo hasta en un 20% de presentar, lo que los médicos llamamos, síndrome metabólico (un complejo de factores de riesgo cardiovascular) y en un 26% de  la diabetes tipo 2.
Su influencia en mortalidad ya la demostró una importante encuesta de salud norteamericana, el  National Health and Nutrition Examination (NHANES)  en la que Yang et al demostraron un aumento de la mortalidad cardiovascular (infarto de miocardio,…)  entre los ciudadanos de EEUU que más azúcar añadido a su dieta consumían. 
Lo que no sabíamos es si existían diferencia entre los zumos y los refrescos (dado que la composición en azúcar es parecida) en relación a la mortalidad de la población.  
En este aspecto se ha publicado hace escasos meses las conclusiones del estudio Reasons for Geographic and Racial Differences in Stroke (REGARDS), los resultados de una importante cohorte poblacional americana de 13.440 personas mayores de 45 años seguidas durante 6 años a los que se les pasaron encuestas alimentarias con las que evaluar el porcentaje y el peso del azúcar ingerido de esta forma según el total de energía por alimentos consumidos diariamente y su relación con la mortalidad por cualquier causa o por causa cardíaca (infarto de miocardio..).
En los En 6 años de seguimiento medio hubieron 1000 muertes y 168 fallecimientos por enfermedad coronaria.
En esta población el consumo medio de bebidas azucaradas fue de un 8,4% del total de energía siendo la mitad en forma de zumos y la otra mitad de refrescos. Lo importante fue mostrar como los que tomaban más bebidas azucaradas  frente a los que menos tuvieron mayor riesgo de muerte en general y  por enfermedad coronaria en particular, no distinguiéndose si la ingesta de bebidas azucaradas fue en forma de  zumos o de refrescos. Con ello dejan claro que los zumos no son mejores que los refrescos, que ambos influyen en nuestra esperanza de vida;  y que aunque la procedencia del azúcar sea distinta, el tipo y cantidad que se ingiere al final es el mismo y con ello sus consecuencias.
Debemos volver a beber agua, agua del grifo, y sobre todo comer la fruta entera.


Mateu Seguí Díaz
Médico de Familia

Seguí Díaz M. ¿Es sano beber zumo de frutas?. . Es Diari MENORCA. 10-09-2019:17
https://www.menorca.info/

Collin LJ, Judd S, Safford M, Vaccarino V, Welsh JA.  Association of Sugary Beverage Consumption With Mortality Risk in US Adults: A Secondary Analysis of Data From the REGARDS Study. JAMA Netw Open. 2019 May 3;2(5):e193121. doi: 10.1001/jamanetworkopen.2019.3121.

Mazidi M, Katsiki N, Mikhailidis DP, Sattar N, Banach M. Lower carbohydrate diets and all-cause and cause-specific mortality: a population-based cohort study and pooling of prospective studies. Eur Heart J. 2019 Apr 19. pii: ehz174. DOI: 10.1093/eurheartj/ehz174

Seidelmann SB, Claggett B, Cheng S, Henglin M, Shah A, Steffen LM, Folsom AR, Rimm EB, Willett WC, Solomon SD. Dietary carbohydrate intake and mortality: a prospective cohort study and meta-analysis. Lancet Public Health. 2018 Sep;3(9):e419-e428. doi: 10.1016/S2468-2667(18)30135-X. Epub 2018 Aug 17.

Malik VS, Popkin BM, Bray GA, Després JP, Willett WC, Hu FB.  Sugar-sweetened beverages and risk of metabolic syndrome and type 2 diabetes: a meta-analysis. Diabetes Care. 2010 Nov;33(11):2477-83. doi: 10.2337/dc10-1079. Epub 2010 Aug 6.


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