Leía hace unos días sobre las cifras de suicidios en España. Uno de esos temas tabú de los que no se habla, como si no existiera, o como si de hacerlo se pudiera condicionar los comportamientos de personas vulnerables y aumentarlos.
Estos días se ha hablado de ello a resultas de un caso mediático que ha impresionado a mucha gente, una actriz cómica que se suicidó. Algo que ha sorprendido por su profesión, la de hacer reir. Sin embargo, no es raro en actores célebres, recordemos a Robin Williams por ejemplo. Y es que la sensación de desesperanza, de desamparo, de tener terror a la vida puede llevar a estas situaciones.
Comentamos un libro, hace algún tiempo, de Heinrich Böll, “opiniones de un payaso”, que muestra como en la vida pueden existir contradicciones entre lo que se hace y lo que se siente.
La realidad es que este año de pandemia que ha acabado se han suicidado 3.941 persona, que según la población española significaría que 11 individuos acaban con su vida diariamente (tasa de inidencia anual de 8,32 por cada 100.000 habitantes). Mas en hombres (2.930) que mujeres (1011). Dentro de las muertes violentas en nuestro país serían más de diez veces la de los asesinatos en el 2020, de ahí que sin ser un tema mediático (por ejemplo, la violencia contra las mujeres) tenga mucha importancia.
Si bien es cierto que la depresión es la principal causa, aunque existen otras, y esta es más frecuente en la mujer (triplica los casos) sorprende que el número de suicidios consumados es tres veces mayor en los varones, lo que parece una contradicción. Pero es que una cosa es la llamada de atención, la ideación y otra distinta consumar el acto. De ahí que debamos estar atentos.
Sea como fuere aún el trasfondo personal de la persona siempre existe un desencadenante que hace que la persona caiga en una situación desamparo, de no ver salida, que tenga más miedo a la vida que a la muerte, y que por ello acabe con su vida.
Unos números dramáticos que caben dentro de este exceso de muertes que ha provocado la epidemia y de los que fuimos campeones en el 2020 (no se aún en el 2021), como comentamos en un post anterior. Y muertes no directamente relacionada con el virus de marras pero fallecimientos al fin, resultados de una situación en la que el sistema sanitario no ha sabido responder más preocupado por unos “los árboles” (coronavirus) que no dejaban el ver el “bosque” de las necesidades diarias que se dejaban de atender.
Situaciones como esta que en otra situación hubieran podido (o no) pedir ayuda y salir del pozo en el que estaban cayendo irremediablemente.
Realmente da que pensar.
*Tabla adjunta del post tomada de:
https://datosmacro.expansion.com/demografia/mortalidad/causas-muerte/suicidio/espana
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