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domingo, 14 de febrero de 2021

La colchicina y la infección por la COVID-19

La colchicina y la infección por la COVID-19

Los tratamientos buenos, bonitos y baratos con la infección por la COVID-19 al parecer no existen.

Sucedió con la hidroxicloroquina y ahora con la colchicina, fármacos contra la inflamación utilizados en reumatología que aplicados en la infección por la COVID-19 a priori daba la sensación que podrían mejorar, si no curar, al paciente con esta infección a un precio asequible  para cualquier Sistema Sanitario. La realidad es que con la hidroxicloroquina se nos cayó la venda de los ojos y ahora buscamos con ensayos clínicos aleatorizados (ECA) más fiables llegar a algún resultado fiable en algún fármaco conocido por el estilo.

El estudio  COLCORONA con la colchicina iría en este sentido. Utilizar un fármaco clásico y útil en enfermedades inflamatorias (gota, pericarditis...) aunque con efectos secundarios y a un precio asequible en la segunda fase de la reacción a la infección por la COVID-19.

Dicho estudio es un ECA realizado en 4.488 pacientes no ingresados pero con el test de polymerase chain reaction (PCR) positivo o criterios clínicos de COVID, aleatorizados a recibir colchicina a dosis de 0,5 mg  dos veces al día durante 3 días y una vez al día tras éstos, o placebo. Inicialmente se planteó para 6.000 pacientes  y no llegó a su finalización (leemos) pues fue detenido prematuramente sin la consulta al “Data safety monitoring board (DSMB)”, lo que generó suspicacias.

El objetivo primario de eficacia fue un objetivo compuesto de fallecimiento o ingreso hospitalario por infección de la COVID-19.

El objetivo primario se detectó en el 4,7% de los pacientes del grupo de colchicina y en el 5,8% del grupo placebo, o una tasa de riesgo odds ratio (OR) de 0,79 (IC 95.1%  0,61 a 1,03; p 0,08). Entre aquellos en los que la PCR confirmó la COVID-19 este objetivo se presentó en el 4,6%   del grupo de colchicina y en el 6,0% del grupo placebo, siendo la OR de 0,75 (IC 95% 0,57 a 0,99; p 0,04).  En este mismo grupo la tasa de riesgo OR de ingreso por COVID-19 fue de  0,75 (IC 95% 0,57 a 0,99); un OR de 0,50 (IC 95% 0,23 a 1,07) para la ventilación mecánica y de un OR de 0,56 (IC 95% 0,19 a 1,66) para fallecimiento por COVID-19. 

En cuanto a los efectos adversos se destacaron un 4,9% en el grupo de la colchicina y un 6,3% en el grupo del placebo (p 0,05), destacando la neumonía en el 2,9% del grupo de la colchicina frente al 4,1% del grupo placebo (p 0,02). La diarrea a su vez se manifestó en el 13,7% del grupo de colchicina frente al 7,3% del grupo placebo (p inferior a 0,0001).

Así que en pacientes con infección por la COVID-19  no ingresados por este motivo la colchicina reduciría un objetivo compuesto por fallecimiento en un 44%, por ingreso hospitalario en un 25% y  un 50% ventilación mecánica  por este motivo, lo que supondría un avance. Sin embargo, cálculos posteriores mostraron que los intervalos de confianza en la ventilación mecánica OR 0,50 (IC 95% 0,23 – 1,07) y en riesgo de fallecimiento OR 0,56 (IC 95% 0,19 – 1,66), mostraron que esta sustancia no reducía significativamente ambos riesgos al incluir el 1 en el intervalo de confianza, y como se supo posteriormente los objetivos primarios se consiguieron incrementando hasta en cinco veces el embolismo pulmonar (11 frente a 2 del placebo, p 0,01), que no se comentó en comunicado inicial.

La realidad es que todo el mundo está escamado con los ECA surgidos durante esta pandemia y los desmentidos o datos que a posteriori se conocen desmereciendo tal o cual ECA.

Al margen de esto el número de pacientes a tratar (NNT) para prevenir una muerte o ingreso por COVID-19 que aportan es de 71 en general, pero de 29 en pacientes con DM, de 31 en mayores de 70 años, de 53 en pacientes con enfermedad respiratorias, y de 25 en  enfermedad coronaria o insuficiencia cardíaca (IC), lo que a primera vista es muy bueno. 

Leemos en Medscape que  Steve Nissen, persona carismática en el campo cardiovascular, señalo que al margen de estos resultados negativos que el estudio podría sugerir, este estudio ayudaría a establecer la hipótesis de que la colchicina podría tener un beneficio en los enfermos infectados con la COVID-19; con todo,  habría que analizar en otros estudios futuros. Decir que con este son 28 los ECA que estudian esta sustancia, y que éste ECA junto con el estudio  RECOVERY  mostrarían que la colchicina reduciría la hospitalización y fallecimiento por la COVID-19. 

La verdad es que no acabo de hacerme una opinión.

Jean-Claude Tardif, Nadia Bouabdallaoui, Philippe L. L’Allier, Daniel Gaudet, Binita Shah, Michael H. Pillinger, Jose Lopez-Sendon, et al, for the COLCORONA InvestigatorsEfficacy of Colchicine in Non-Hospitalized Patients with COVID-19 . doi: https://doi.org/10.1101/2021.01.26.21250494

COLCORONA ClinicalTrials.gov number: NCT04322682

Patrice Wendling. ColCORONA: More Questions Than Answers for Colchicine in COVID-19. Medscape Medical News February 08, 2021


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