“Vivir para contarla” es uno de esos libros autobiográficos que esperas leer y que pospones hasta que te decides. Las autobiografías no me producen un gran atractivo y en este caso menos, por las ideas preconcebidas (falsas) que tenía del autor.
Se trata de un libro denso ( más de 500 páginas) con capítulos largos que a priori no te estiran a su lectura, máxime cuando es una de las tres autobiografias que en distintos momentos de su biografía el escritor escribió, y solo sobre un período, hasta antes de los años 60.
Sus anécdotas de la infancia, de su pueblo, la profesión de su padre, su vasta familia y las relaciones creadas en un mundo en buena medida distinto al que se vivía en la España de aquella época. Los comportamientos caribeños, las distancias geográficas, la alternancia en el poder de liberales/conservadores, y la guerra civil continua (comenta que Colombia siempre estuvo en guerra desde que se independizó de España)..y la miseria de la época.
Es un libro personal, intimista, que te capta la atención, aún la cantidad de personajes que aparecen, al estar escrito en primera persona y estar plagado de anécdotas de la propia vida del autor. Unas situaciones que entretienen, te sorprenden y en ocasiones te hacen sonreir.
Un libro recomendable tanto por su argumento como por la maestría de la prosa de este premio Nobel.
Mondadori. Biblioteca García Marquez 2002
No hay comentarios:
Publicar un comentario