La epidemia del coronavirus. La dificultad de poner puertas al campo.
Recuerdo una conferencia de clausura de un congreso médico de hace algunos años como la conferenciante, una insigne investigadora en el campo de la antropología, comentaba como las epidemias, tal como las conocemos, eran desconocidas en los hombres primitivos, pues los grupos eran pequeños y dispersos, lo que hacía imposible la propagación de los microbios. La concentración de la población en núcleos cada vez más grandes y numerosos y en espacios pequeños (hacinamiento) fueron la causa de grandes epidemias en la edad media que diezmaron a la población europea. En la actualidad, en el mundo desarrollado, aún encontrándose la mayoría de los ciudadanos viviendo en grandes poblaciones, las condiciones sanitarias complican el desarrollo y propagación de las epidemias. Sin embargo, como vemos estos días, esto no es imposible. La diferencia con antaño se encuentra en que los individuos se desplazan de un sitio a otro de manera generalizada y rápida mediante el avión.
El paso de virus de origen animal a los humanos como causa de epidemias lo hemos padecido desde siempre pero somos conscientes de ello desde que apareció del SIDA, el Ebola, ciertas epidemias de gripe... hasta los más conocidos coronavirus como el MERS (MERS-CoV) y el SARS.
Los coronavirus, unos virus inicialmente inofensivos, y causantes del resfriado común, pueden, como vemos estos días, llegar a ser mortales (2,3% de 44.672 casos confirmados).
Los análisis iniciales de los pacientes con el coronavirus COVID-19 muestran que afectan a individuos de una cierta edad (87% entre 30-79 años), más varones que mujeres y que en buena medida tendrían alguna enfermedad subyacente, fuera cardiovascular (10,5%), diabetes (6,3%), enfermedad pulmonar crónica (6,3%), hipertensión (6,1%) y cáncer (5,6%) ... Al parecer afecta menos a la infancia (1%). El período de incubación desde el contagio va desde 1 a los 24 días, señalan.
El SARS, la anterior epidemia, se propagó por 29 países entre el 2002-3 y en 8 meses afectó a 8.422 personas de las que fallecieron 774. En aquella epidemia, como en la actual del coronavirus COVID-19 , ya se empiezan a detectar individuos sin síntomas, los llamados portadores, que son capaces de contagiar sin padecer la enfermedad.
Leemos como al tiempo que Ministerio de Sanidad de China confirmaba (24-01-2020) que eran 77.345 los contagiados y 2.592 personas fallecidas la Organización Mundial de la Salud instaba a los gobiernos a poner medidas, pues “se acaba el tiempo”, para evitar su propagación en forma de pandemia mundial, y probablemente en este marco es el que se encuentran las medidas adoptadas en Italia a los efectos de contener los casos detectados en su territorio.
Con todo, y teniendo en cuenta que tanto el MERS y el SARS se contuvieron evitando la pandemia, no está de más, al margen del aislamiento, evitar los viajes a China, pues directa o indirectamente todos los casos provienen del foco inicial. Sin embargo, esta medida es extremadamente difícil de aplicar, al parecer. En mi opinión este sería el principal factor de propagación de este virus a nivel mundial. Y es que si bien los contactos con pacientes enfermos son controlables, lo que no es fácil es controlar a todos aquellos portadores asintomáticos, una posibilidad que cada vez se baraja como más probable habida cuenta la cantidad de casos sin un vínculo epidemiológico claro.
En este sentido acabo de leer una carta clínica (Yan Bai et al), publicada en JAMA (21-02-2020) en la que estudia en 5 individuos de una misma familia china con fiebre y síntomas respiratorios y un individuo de la misma familia sin síntomas del Hospital de Anyang (China). A todo ellos se les hizo pruebas de imagen (TAC) y análisis de los ácidos nucleicos del coronavirus COVID-19 (RT-PCR) a partir de muestras recogidas por hisopos en la mucosa oral y faríngea. Según este pequeño estudio todos los pacientes tuvieron contacto antes de presentar los síntomas con un individuo de dicha familia que había estado en el Wuhan (el centro de la epidemia) pero que no padecía síntomas de la enfermedad. Según lo que publican la secuencia del proceso sugiere que el coronavirus fue trasmitido por un portador asintomático, pues inicialmente el análisis del mismo RT-PCR fue negativo (¿un “falso negativo”?), es decir, no tenía la enfermedad. Con todo, falta conocer el mecanismo por el que estos individuos asintomáticos pueden adquirir y trasmitir la infección por el virus sin padecerlo.
Mateu Seguí Díaz
médico de familia
Seguí Díaz M. La dificultad de poner puertas al campo.. Es Diari MENORCA. 26-02-2020: 14 https://www.menorca.info/
Zunyou Wu, MD, PhD; Jennifer M. McGoogan, PhD1 Characteristics of and Important Lessons From the Coronavirus Disease 2019 (COVID-19) Outbreak in China
Summary of a Report of 72 314 Cases From the Chinese Center for Disease Control and Prevention JAMA. Published online February 24, 2020. doi:10.1001/jama.2020.2648
Yan Bai, Lingsheng Yao, Tao Wei, Fei Tian, Dong-Yan Jin, Lijuan Chen, Meiyun Wang. RESEARCH LETTER. Presumed Asymptomatic Carrier Transmission of COVID-19. JAMA Published online February 21, 2020
Noticias ONU: 'Se acaba el tiempo' para evitar la propagación mundial del coronavirus:
Chen N, Zhou M, Dong X, Qu J, Gong F, Han Y, Qiu Y, Wang J, et al. Epidemiological and clinical characteristics of 99 cases of 2019 novel coronavirus pneumonia in Wuhan, China: a descriptive study. The Lancet.Published:January 30, 2020DOI:https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)30211-7
No hay comentarios:
Publicar un comentario