Sobre el café hemos hablado varias veces. Sobre sus efectos beneficiosos lo hemos hecho en este blog y en el de la redGDPS, en relación al síndrome metabólico y a la diabetes tipo 2. Hace algunos años abordamos el tema de la esteatosis hepatica no alcoholica (EHNA), o el llamado hígado graso, como la causa más frecuente de elevación de las encimas hepáticas en nuestro entorno. Una afectación hepática que al ser una manifestación de la insulinoresistencia y por tanto relacionada con los estilos de vida, cada vez es más abundante.
El café previene la DM2 al actuar sobre la insulinoresistencia pues contiene compuestos fenólicos, diterpenos, melanoidinas, aminoácidos, vitaminas (tipo B, C ), azúcares, y cafeína. El café descafeinado tiene también propiedades preventivas, pues aún no teniendo cafeína, los diterpenos (cafestol, kahweol), y los compuestos fenólicos (ácido caféico), que al ser antioxidantes tendrían acciones, al igual que el café normal, contra el estres oxidativo, la inflamación y el cáncer.
Los factores de riesgo de la cirrosis son tradicionalmente el consumo de alcohol y la hepatitis vírica cronificada. Sin embargo, de un tiempo a esta parte el incremento de la obesidad, del síndrome metabólico y de la DM2 ha hecho aparecer a la EHNA como factor preponderante de la cirrosis.
El problema del EHNA es que puede derivar en fibrosis hepática, cirrosis e incluso en carcinoma hepatocelular. Se ha apuntado que la magnitud de la cirrosis producida por la EHNA sería parecida a la de la hepatitis C. Si bien es cierto que el 21% de estos pacientes pueden tener regresión de la fibrosis y un 38% progresará a ella dentro los 5,3 años siguientes, según leemos.
Estudios observacionales en humanos y de experimentación con animales sugieren que el consumo de café reduce la frecuencia de las alteraciones bioquímicas hepáticas, la fibrosis y la cirrosis. Incluso en pacientes con hepatitis C el consumo de café disminuye los niveles de la enzimas hepáticas.
La revisión sistemática con metaanálisis que traemos aquí intenta evaluar la relación que existen entre el consumo de café y la cirrosis. Se buscaron estudios publicados hasta julio del 2015, calculando los odds ratios (OR), riesgos relativos (RR) o los hazard ratios (HR) de la presencia de cirrosis estratificado según el consumo de café. Se calculó el RR de cirrosis por cada incremento en dos tazas de café diario en cada estudio y a nivel global. Se analizaron según el tipo de estudio, tipo de cirrosis y mortalidad, del mismo modo que se evaluó el riesgo de sesgos, y la calidad de la evidencia de los efectos del café sobre la cirrosis.
Se identificaron 5 estudios de cohortes y 4 estudios caso-control que incluyeron a 1990 casos y 432.133 participantes. Se observó en la mayoría de los estudios y a nivel global, la dosis-respuesta del café a la cirrosis.
Según esto, la RR de cirrosis por incremento diario en dos tazas de café fue del 0,56 (IC 95% 0,44-0,68, I 2 83,3%), o sea prevenía la cirrosis. El RR global en estudios de cohortes en el incremento en dos tazas de café fue de 0,58 (IC 95% 0,41–0,76; I 2 91,1%) y en estudios caso-control de 0,52 (IC 95% 0,40–0,63; I 2 0,0%). El RR global de cirrosis alcohólica en un incremento diario de 2 tazas fue de 0,62 (IC 95% 0,51–0,73; I 2 0%) y de muerte por cirrosis 0,55 (IC 95% 0,35–0,74; I 2 90.3%).
Concluyen, que el incremento diario en 2 tazas de café puede reducir sustancialmente el riesgo de cirrosis
Kennedy OJ1, Roderick P1, Buchanan R1, Fallowfield JA2, Hayes PC2, Parkes J1.
Systematic review with meta-analysis: coffee consumption and the risk of cirrhosis. Aliment Pharmacol Ther. 2016 Mar;43(5):562-74. doi: 10.1111/apt.13523. Epub 2016 Jan 25.
Birerdinc A, Stepanova M, Pawloski L, Younossi ZM. Caffeine is protective in patients with non-alcoholic fatty liver disease .Aliment Pharmacol Ther. 2012 Jan;35(1):76-82. doi: 10.1111/j.1365-2036.2011.04916.x. Epub 2011 Nov 7.
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