Sobre la vida sexual “normal”
Traigo aquí un pequeño reportaje sobre un tema del que se habla mucho pero, por lo que se ve se sabe poco, o lo que se sabe no es completamente cierto. Y es el tema de lo que entendemos por una “vida sexual normal”. Viene a colación al desconocimiento que tenemos incluso entre los médicos cuando en una sesión clínica dos doctoras manifestaron extrañadas que algunos pacientes les habían manifestado que ellos “no tenían ni habían tenido nunca ningún deseo sexual”. ¿Es eso posible?. ¿Es normal o patológico?. Pero, ¿qué es patológico en el comportamiento sexual?
La realidad es que el efecto péndulo a nivel social nos ha hecho venir de una época asexuada por la religión, las costumbres sociales y el sistema político, al menos en España, a una época, en mi opinión, de hipersexualización de la sociedad y en donde tener relaciones sexuales frecuentes es poco menos que rasgo de normalidad y la falta de ellas una rareza o un signo de enfermedad. No tener un deseo sexual (distinto a no tener relaciones) es signo de anormalidad, de enfermedad, (la realidad es que existe medicación al respecto, como comentamos), sin embargo según esta fuente, aunque es un tema poco estudiado, afectaría entre el 0,4% al 3% de los hombres y mujeres (existe incluso un cierto movimiento reivindicativo al respecto), cuando la homosexualidad, iría del 1 al 15% según las fuentes (también depende como se haga la pregunta), algo inferior a lo que habitualmente pensamos.
El animal humano es un mamífero extraño pues no tiene épocas de celo y la hembra humana siempre está, o debería estar receptiva independientemente de su edad. ¿Es eso cierto?.
La realidad es que de un punto de vista zoológico como nos señaló Desmond Morris en su clásico libro “el mono desnudo” los humanos no somos tan diferentes al resto de primates, pero que antropológicamente habríamos evolucionado a rasgos distintivos que asegurarían una infancia larga que permitiera un desarrollo cerebral extraútero correcto con el que alcanzar el volumen de nuestro cerebro adecuado y el grado de inteligencia que poseemos (existen diferentes post en este blog de libros de Arsuaga et al, al respecto), y esto influye en ciertos comportamientos fisiológicos y de comportamiento a largo plazo (la menopausia en las mujeres, la “teoría de la abuela”…).
Como nos señala este reportaje con diversas fuentes acreditadas el “comportamiento normal” no es tan “normal” como nos creemos. La homosexualidad no pasaría de la prevalencia de una enfermedad crónica tipo diabetes mellitus, la utilización de prostitutas según estas fuentes sería de un 2% (aunque recientemente este % en una encuesta española lo elevaba hasta el nivel ¼ de los varones en una Comunidad Autónoma, algo que ponemos en duda) y las relaciones con un desconocido no pasarían de un 9%; siendo lo habitual relaciones sexuales dentro de un contexto a largo plazo (una pareja) que sería del 53%. Todo ello teniendo en cuenta los “sesgos” que este tipo de encuestas tienen (vergüenzas, tabús..).
Por otro lado, la frecuencia de las relaciones sexuales, según el Global Sex Survey de EEUU (50.000 encuentados) iría del 40% entre 1-3 veces a la semana, a un 18% que no tiene relaciones en todo el año, algo que concordaría con las ideas que al respecto tenemos. Menos relaciones en las lesbianas y más en los homosexuales varones. Pero en ancianos (media de 70 años), algo que pudiera sorprender, el 50% tendrían sexo dos veces al mes, y un 11% una vez a la semana.
En mi opinión los medios de comunicación magnifican, deforman y estandarizan el comportamiento sexual humano dando la sensación de “normal” lo que no sería más que una variación porcentualmente pequeña y dejando la idea de que lo que para algunos (o muchos) podría sentirse como una liberación con la edad (reducción de los niveles de testosterona y con ello del deseo) sería una enfermedad a la que rápidamente se intentaría poner remedio, algo que vemos en la consulta. Hecho que aprovecha la industria para proveernos de diversas medicaciones contra la falta de deseo sexual, la impotencia, y la testosterona últimamente…
En fin, un tema complicado, un “rio revuelto” esto de la sexualidad humana que es “ganancia de pescadores” para algunos.
**David Robson. What si a "normal" sex life?. BBC.- 17 February 2016
**Desmond Morris. The Naked Ape.
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