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lunes, 9 de marzo de 2015

Las estatinas y la Enfermedad de Parkinson

Las estatinas y la Enfermedad de Parkinson

Uno de los temas estrella de este blog son las estatinas. De estas hablamos de sus beneficios y también de sus riesgos. Hace tres años justos que comentamos su posible efecto neuroprotector al reducir el riesgo de enfermedad de Parkinson (EP) en individuos jóvenes y de sus posibles efectos beneficios a nivel cognitivo.
El estudio que comentamos de Xiang Gao et al en Arch Neurol se basó en un estudio prospectivo de cohortes en 38.192 varones del Health Professional Follow-up Study y en 90. 874 mujeres del Nurses' Health Study y un seguimiento de 12 años (1994-2006), que evaluó si la utilización de estatinas se asociaba o modificaba el riesgo de padecer la EP. En el seguimiento hubieron 644 casos (306 varones y 338 mujeres) incidentes de EP que supuso que el riesgo de EP fuera más bajo en los pacientes que utilizaban estatinas RR ajustada = 0,74; (IC 95% 0.54-1.00; P = 0,049) frente a las que no las usaban y una clara asociación preventiva en los pacientes menores de 60 años RR ajustado = 0,31 (IC 95% 0,11-0,86; P = 0,02) pero menos en los más mayores RR ajustado = 0,83 (IC 95% 0,60-1,14; P = 0,25) (P en la interacción = 0,03). Tras ajustarlo por variables confusoras concluyeron que existiría modesta reducción del riesgo de EP (26% de reducción del riesgo) que en aquellos pacientes que ingerían estatinas.
Un nuevo estudio de cohortes prospectivo de Huang X et al nos muestra resultados discordantes. En este se analizan los datos del Atherosclerosis Risk in Communities (ARIC) Study y se evaluan los niveles de lípidos y de la utilización de estatinas en distintas visitas (primera en 1987-89) que se relacionaron con los distintos casos de EP captados de diversas fuentes entre 1998-2008. El  ARIC study es un estudio longitudinal diseñado para evaluar factores de riesgo cardiovascular de cuatro comunidades de EEUU con más de 25 años de seguimiento. Entre 1987 y 1989 incluyó a 15.792 individuos entre 45-64 años. De ellos se extrajeron periódicamente datos sobre los estilos de vida, examen físico, medicación. En el actual análisis hubo  15.291 individuos. Se excluyeron a 156 individuos con posible EP por ingerir fármacos con potencialidad de EP, quedando 293  posibles casos de EP, de los que 95 no respondieron, 110 no fueron EP y 88 se confirmaron EP. A partir de aquí se calcularon las tasas de probabilidad (Odds ratios, OR). Según esto la utilización de estatinas antes del 1998 se asoció a un OR mayor de EP tras el 1998, OR 2,39 (IC 95% 1,11-5,13) tras ajustarlo por los niveles de colesterol y otros factores confusionales. Sin embargo, al mismo tiempo valores elevados de colesterol se asociaron con menor riesgo de EP tras ajustarlo por consumo de estatinas y otros factores confusionales. 
Un estudio distinto en casos y metodología con resultados sorprendentes con lo hasta ahora mostrado. Habrá por tanto que esperar a nuevas evidencias.
Si que es cierto que la edad de los pacientes, como mostró el estudio de Xiang Gao et al y el tipo de estatina condicionaría los resultados. Las distintas estatinas pasarían de forma desingual la barrera hematoencefalica de modo que su acción podría ser distinta. La simvastatina y la lovastatina serían las que tendrían más potencia para pasar esta membrana al contrario de estatinas más modernas como la atorvastatina.

Huang X1, Alonso A, Guo X, Umbach DM, Lichtenstein ML, Ballantyne CM, Mailman RB, Mosley TH, Chen H. Statins, plasma cholesterol, and risk of Parkinson's disease: A prospective study.
Mov Disord. 2015 Jan 14. doi: 10.1002/mds.26152. [Epub ahead of print].


Xiang Gao, MD, PhD; Kelly C. Simon, ScD; Michael A. Schwarzschild, MD, PhD; Alberto Ascherio, MD, DrPH. Prospective Study of Statin Use and Risk of Parkinson Disease. Arch Neurol. 2012;69(3):380-384.


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